Carta de la plataforma de los jubilados en defensa de la Sanidad Pública

Aplauso de los sanitarios del hospital del Bierzo. Foto: César Sánchez / ICAL .

Coordinadora por la Defensa de las Pensiones

Celebramos, recordamos este día, uno de los Derechos Humanos que se recoge en el Artículo 25: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.

En estos momentos en que la salud mundial está en peligro por la pandemia Covid-19, no podemos olvidarnos de lo que significa para todos los Estados una red sanitaria pública, universal, gratuita y de calidad. Es lo que nos ha salvado de una situación grave que podría haber sido mucho peor. No podemos olvidarnos cuando esta pesadilla haya pasado, que toda la sociedad ha de defender la sanidad pública e impedir que el poder económico y el político la vaya arrinconando, llevándola a un sistema de beneficencia donde prevalezca la sanidad privada para negocio de unos pocos. Ese modelo no nos sirve como ha quedado demostrado. Como no sirve este modelo de residencias para personas mayores y dependientes, residencias de las que tres cuartas partes son privadas

El ser humano tiende a olvidarse de las cosas malas. Por eso no debemos bajar la guardia y al cabo de un tiempo, volvamos a ver como los gobiernos siguen privatizando y externalizando los servicios públicos. Es necesario tener presente en nuestra memoria la falta de recursos materiales y humanos con que nos encontramos por haber recortado y amortizado plazas en hospitales y centros de salud. Un personal que, a pesar de ser insuficiente, redobló sus esfuerzos para que todas las personas fueran atendidas. Personal de limpieza, conductores de ambulancias, celadores/as, administrativos/as, personal técnico y de laboratorio, auxiliares, enfermería, medicina, farmacia, etc. Lo mismo que el resto de las personas que están trabajando en los servicios de seguridad, transporte, correos, alimentación, residencias, ayuda a domicilio... Todas ellas tienen nuestro apoyo y reconocimiento.

Queremos hacer un llamamiento a que toda la sociedad, incluidos gobierno y oposición, sigamos los dictámenes científicos. Creemos que no es la hora de sacar réditos electoralistas de una situación trágica. Es la hora de la responsabilidad cívica, de la solidaridad. Tiempo habrá de hacer autocríticas y de sacar conclusiones de esta experiencia. Ahora debemos remar en la misma dirección para llegar a buen puerto.

Hoy día 7 de abril, hacemos un llamamiento para que de nuestras ventanas y balcones cuelguen telas blancas en señal de agradecimiento, pero también de reivindicación, a la Sanidad Pública.

Por una Sanidad Pública, gratuita, universal y de calidad. ¡Gobierne quien gobierne, lo público se defiende!

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