Los expertos creen que la osa muerta a tiros que la Junta no vio ya estaba en la zona en verano con su cría

El ejemplar de oso hembra abatido en una cacería en la Montaña Palentina. / Guardia Civil

El ejemplar de oso pardo hembra que fue abatido a tiros durante una cacería el pasado domingo en el Parque Regional protegido de la Montaña Palentina podía haber permanecido en la zona algunos meses, a pesar de que desde el primer momento la Junta de Castilla y León aseguró que ni el ejemplar ni su pequeño osezno estaban en la Reserva Regional de Fuentes Carrionas en fechas previas a la batida de cazadores.

De hecho, en la información hecha pública tras la muerte del ejemplar, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente aseguró que “en los días previos a la cacería se había rastreado la zona, en la que no se encontraron indicios de la presencia de oso pardo en la zona”.

Dos días después, y tras elevar sus quejas por la situación y anunciar acciones legales ante la Fiscalía por estos hechos, la Fundación Oso Pardo (FOP) ha desvelado el vídeo de una grabación realizada por ellos este verano en la que “todo apunta” a que la osa madre y la cría ya merodeaban por la Montaña Palentina en verano.

De hecho, la FOP cree que hay indicios más que serios de que “podría ser la misma” porque entonces “se localizó y filmó este verano en una zona próxima al lugar de los hechos” a los dos ejemplares, uno de ellos el que murió en el acto por disparos de cazadores de una batida autorizada de jabalí.

Ante posibles responsabilidades penales, la Fundación recuerda que este tipo de sucesos dentro de un espacio natural protegido, como fue el caso, “además de graves inhabilitaciones” conlleva penas de tres años de prisión, que son dos si ocurren fuera de estos espacios. “Quizás sea el momento de plantearse el agravamiento de las penas de estos delitos, a la vista de la reiteración de estas muertes en circunstancias similares”, advierte esta experta organización conservacionista.

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