José Luis Estrada pide ahora que se acampe en las universidades

El periodista José Luis Estrada (Truchas, León 1959), ha vuelto a la carga con su apoyo a los 'indignados', a los que pide ahora que trasladen sus movilizaciones de las plazas a los vestíbulos de las principales universidades públicas españolas.

En un segundo panfleto dirigido en esta ocasión a “becarios sin sueldo, banqueros sin bonus y catedráticos ociosos”, Estrada pide a los indignados que, una vez escenificadas sus protestas contra los bancos, trasladen “sus carpas y sacos de dormir a los vestíbulos de las principales universidades públicas del país, concretamente a las Facultades de Economía, Derecho, Filosofía, Ciencias de la Empresa, Periodismo, Medicina y Sociología”.

Así, les ha sugerido que en esta segunda movilización presenten la larga y trabajada lista de problemas elaborada en las acampadas de las plazas y les “exijan a los catedráticos y rectores sus soluciones”, según consta en el panfleto.

Para Estrada, la Universidad es la que tiene en estos momentos la obligación de insertar en la sociedad al ciudadano.

Además, ha asegurado que los culpables de la crisis, a su juicio banqueros y políticos, entre otros, proceden de las mejores universidades, al tiempo que ha apuntado que si la universidad fue el germen del fin de la dictadura franquista, cómo es posible que mantenga ahora esta pasividad.

Después de 20 años como periodista, casi siempre con cargos de responsabilidad en periódicos, Estrada ahora en el paro, llama a los jóvenes a movilizarse.

Haciéndose eco de las palabras del escritor y periodista Manuel Vicent, ha aconsejado a los acampados que pronto han de elegir “entre ponerse la coraza de Aquiles para iniciar un nuevo asalto de las murallas de Troya o embarcarse como Ulises de regreso a Itaca para encontrar la paz interior en la familia y el hogar”.

Hace menos de un mes, Estrada sacó un primer panfleto, que asumió el partido Civiqus, una formación política que en el Ayuntamiento de León no llegó a obtener representación.

Aquel panfleto estaba dedicado a los jóvenes “sin futuro y adultos mal aparcados por la crisis” y tenía de título “A la plaza”, emulando el famoso verso ¡A la calle! que Celaya, uno de los representantes de la poesía social de los 50, incluyó en su poema “España en marcha”.

Ahora vuelve con “A la Plaza 2”, en la que hace un repaso como se gestó el 15M y hace una valoración de las elecciones, cuyo resultado ha interpretado como que el pueblo se ha entregado al PP “atado de pies y manos”, a pesar de que este partido no especifica cómo piensa solucionar la crisis.

Si un error atribuye a los acampados, es que han gastado demasiadas energías en dar respuesta a las demandas de soluciones como si de un quinto o sexto poder se tratara.