Compostilla II, una central térmica a medio gas ante la paralización del sector del carbón

César Sánchez / ICAL. Central Térmica de Compostilla en Cubillos del Sil

V. Silván/Ical

La central térmica de Compostilla II, una de las instalaciones de este tipo más importantes de España y que generalmente ha tenido los cupos más altos para la quema de carbón autóctono, también sufre las consecuencias de la crisis minera y cierra un año en el que ha funcionando a medio gas. Sólo ha consumido alrededor de un millón de toneladas de mineral nacional, la mitad del que quemó en 2012 y también prácticamente el 50 por ciento de las cantidades que fijaba la resolución por restricciones por garantía de suministro.

Y es que la agonía que ha vivido a lo largo del 2013 el sector impidió a las empresas mineras suministrar carbón con normalidad, marcadas por los expedientes de regulación de empleo, los impagos de nóminas, las huelgas, la negociación de nuevas condiciones laborales y despidos a la espera de que llegarán unas ayudas a la producción que se hacían de rogar, ante un Ministerio de Industria que se mantuvo impasible a las reivindicaciones.

Uminsa, CMC, Alto Bierzo y Carbones Arlanza son las compañías con cupo en Compostilla -unos 1,7 millones de toneladas para este año-y han estado prácticamente paralizadas y sin actividad durante todo el año. No en vano, pasaron unos siete meses sin que el carbón extraído en el Bierzo y Laciana cruzara las puertas de la central térmica de Cubillos del Sil. La resolución se publicó el 18 de febrero y hasta principios de agosto no entraron las primeras 200 toneladas suministradas por Carbones Arlanza -de un cupo total de 20.000 toneladas, incluido el almacén estratégico temporal de carbón-.

Así, de las cerca de 15.000 toneladas diarias de mineral nacional que necesitan estas instalaciones para funcionar a buen rendimiento con sus cuatro grupos, en estos últimos doce meses han entrado en torno a las 2.500 toneladas. La paralización del sector minero se refleja en la central, que prácticamente ha estado funcionando todo el año con un sólo grupo. “Se van alternando, funcionaron todos, los que más los grupos cuatro y cinco, aunque pocas veces al mismo tiempo, y hay que recordar que a partir del 2015 se acaba la vida útil del grupo dos”, explica el presidente del comité de empresa, Ignacio Álvarez.

En abril o mayo

Una situación que inquieta a los trabajadores, ya que la plantilla está dimensionada para el funcionamiento de una central con cuatro grupos. “Las consecuencias de la crisis minera las estamos sintiendo todavía”, reconoce Álvarez, que apunta a que desde Endesa les han notificado que su funcionamiento se estabilizará a partir de abril o mayo. “Esperamos que con el comienzo del año se cambie el escenario y empiece a arrancar”, añadió.

De momento están tranquilos, el convenio estatal firmado este año con la eléctrica recoge el compromiso de mantener el nivel de empleo hasta el año 2018. Así, ellos también están pendientes de cómo se resuelvan finalmente los cupos para meter carbón en térmica para este 2014 y, aunque de momento sólo se conoce el borrador – publicado “por error” por Industria el 31 de diciembre- que asigna dos millones de toneladas para Compostilla, el presidente del comité cree que son insuficientes y que les “gustaría que fuera más”.

Y las auxiliares

Los trabajadores de empresas auxiliares como la de mantenimiento Maessa, Moncusil, Eléctricas Reunidas y la de limpieza Senax también miran con inquietud el anexo de la resolución por garantía de suministro. La reducción de actividad en la central de Endesa se ha traducido, entre otros, en un expediente de regulación de empleo rotatorio para los 71 trabajadores en plantilla de Maessa, que arrancó el pasado 20 de diciembre y que se prolongará durante seis meses.

La normalidad a Compostilla empezará a llegar cuando se publique y se cumpla lo que establece la resolución que fija cantidades y precios y se paguen también las ayudas “al cierre”, para que las empresas puedan trabajar y suministrar mineral. Así, igual que el resto del sector minero en la térmica están pendientes de que Industria publique el texto “correcto” con la inclusión de las alegaciones para que CMC y Alto Bierzo puedan ampliar los cupos y sobrevivir, para seguir metiendo su carbón en estas instalaciones, que Endesa puso en marcha en 1972 para la generación eléctrica.

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