Despedir a un minero fallecido mientras estaba en coma, 'un error administrativo'

El empresario minero y presidente de la Cámara de Comercio de León, Manuel Lamelas Viloria / Peio García ICAL

Antonio Vega

En un juzgado de lo Social de Ponferrada ha tenido lugar este miércoles la vista que juzga la responsabilidad empresarial en el accidente y posterior fallecimiento de Luis Ramos Riesco en su primer día de trabajo en la mina. Las empresas acusadas son la subcontrata Montajes y Obras Bierzo y la minera Alto Bierzo, propiedad del presidente de la Cámara de Comercio de León Manuel Lamelas Viloria, y las aseguradoras de la mina.

En el transcurso del juicio el abogado de las empresas, único para ambas, justificó el despido de Luis Ramos Riesco estando en coma, unos días antes de fallecer en el Hospital del Bierzo, en un 'error administrativo'. Se trata de la primera explicación pública dada por las mineras tras haber entregado en mano a la familia el despido en noviembre de 2011, que ahora achacan a que fue un 'error administrativo'. Fuentes de la defensa consideran poco creíble esa explicación dada ante la jueza del caso para justificar ese hecho, así como la negación del accidente laboral por escrito a la Junta. Apuntan a que un error administrativo no justifica la elaboración del despido, imprimirlo y entregarlo a la familia.

En la vista además de verse los informes del caso elaborados por el Servicio Territorial de Industria en El Bierzo acudió de testigo un minero que se encontraba junto a Luis el día del accidente, un ingeniero de minas del Grupo Lamelas Viloria, aunque no el encargada en ese día de la seguridad en la mina y el médico forense encargado de la autopsia.

El minero testigo reconoció ante la jueza, según fuentes de la defensa, que no es lo mismo trabajar en la planta 11 a varios cientos de metros bajo tierra que en plantas superiores. Este es uno de los argumentos esgrimidos por la acusación, que entiende que no se veló correctamente por la seguridad de Luis Ramos Riesco al bajarle a un pozo tan profundo en su primer día de trabajo y sin más formación previa que unos folletos entregados dos días antes.

El médico forense explicó que el fallecimiento de Luis Ramos Riesco se debió a un golpe de calor y que el desconocer el tiempo en que Luis no fue atendido pudo influir en el resultado fatal del accidente.

El ingeniero de la empresa defendió por su parte que Luis estaba lo suficientemente cerca de sus compañeros, a unos 50 metros según los informes técnicos, para haber podido avisar de que su estado empeoraba. La defensa sostiene que se incumplió la normativa ya que Luis permaneció un tiempo indeterminado solo, algo prohibido en las primeras bajadas a la mina, y que a los primeros síntomas de que se encontraba mal debería haber sido evacuado.

Ahora se espera la resolución de la jueza del caso sobre si ha existido responsabilidad en la muerte de Luis Ramos Riesco por parte de las empresas y tienen por ello que indemnizar a la familia. La vía penal ya fue cerrada en su momento por otro juzgado de Ponferrada tras sólo analizar los informes técnicos de la Junta. Gracias a este juicio la familia ya tiene la excusa de las empresas para el despido de Luis estando en coma, 'un error administrativo'.

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