Decenas de vehículos atraviesan a diario la emblemática Plaza del Grano de León

C.J.D.

C.J. Domínguez

La Plaza del Grano de León, uno de los espacios públicos más auténticos y tradicionales de la capital, soporta cada día y a cualquier hora el tránsito de vehículos de motor a pesar de las supuestas restricciones de acceso que deberían impedirlo.

Esto es posible por la ausencia de los bolardos tanto en la zona de la calle de las Carbajalas como en el acceso a la calle Juan Segundo, el primero de los cuales lleva mucho tiempo desaparecido. El segundo de ellos permanece arrancado y tirado a escasos metros, dejando paso franco a turismos y también a camiones.

El principal de los problemas que provoca esta situación estriba en el mal estado en el que se encuentra buena parte del empedrado rústico de la plaza, con visibles 'calvas' y numerosos cantos levantados.

Dos paseantes observan atónitos la impunidad de los vehículos que cruzan de lado a lado este valioso espacio público / C.J.D.

Y eso que se trata no sólo de un elemento original y único sino que además el propio PP municipal ha reconocido su alto valor patrimonial como “uno de los espacios públicos de la ciudad antigua de mayor relevancia” al tomar la decisión el pasado mes de febrero de solicitar la declaración de la Plaza del Grano (en realidad denominada Plaza Santa María del Camino) de impulsar para ella la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) ante la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León.

La protección que el BIC se antoja a todas luces incompatible con la situación actual de tránsito de vehículos. En realidad, el equipo de gobierno del Ayuntamiento justifica esta petición en el estado actual de este espacio público y como refuerzo a su anunciado proyecto de reforma. Un proyecto de reforma que, en su primera fase, además de la mejora integral del empedrado, prevé la ejecución de una perimetración peatonal para permitir hacer este espacio accesible a personas con movilidad reducida, vecinos con carros de la compra o sillas de bebé, según ha justificado en todo momento la concejala de Urbanismo, Belén Martín-Granizo.

Pero más allá de las promesas municipales de respetar la traza y encanto originales de la Plaza del Grano y acometer la mejora integral del empedrado, manteniendo las supuestas restricciones de acceso al tráfico rodado en vigor, lo cierto es que no se vigila en absoluto que camiones y coches no atraviesen este espacio de lado a lado.

Cualquiera que permanezca algunos minutos a cualquier hora en las varias terrazas de establecimientos hosteleros de esta tranquila plaza leonesa, como hacen muchos leoneses pero también infinidad de turistas que acuden a este símbolo de la ciudad, puede comprobar por sí mismo que los vehículos 'atajan' por el medio de la Plaza del Grano de manera permanente.

De hecho, incluso lo hacen cada día los pesados camiones de basura del propio Ayuntamiento, como habían denunciado en su día los colectivos que se oponen al proyecto de reforma municipal y ha podido confirmar iLeon.com en otras ocasiones.

También ocurre con algunos de los camiones y furgonetas de carga y descarga, así como con algunos pocos turismos de vecinos de la zona, los cuales se mantienen aparcados durante un tiempo fuera de la zona habilitada para ello y protegida por una hilera de bolardos. Una hilera a la que, precisamente, le falta alguno, lo que permite que se acceda al corazón de la plaza, algo que se supone prohibido. Las fotografías que acompañan esta información y demuestran la situación han sido tomadas en la última semana de manera aleatoria, tanto por la mañana como por la tarde.

No es la primera vez que se denuncia esta situación pero el Ayuntamiento lo ha negado y atribuido algunas imágenes que lo demuestran a instantáneas muy puntuales y esporádicas. Lo mejor, juzgar por uno mismo.

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