El PSOE de Asturias cree “surrealista” el apeadero del AVE en León y teme la condena del tramo a La Robla

El PSOE de Asturias, por boca de su diputado nacional Antonio Trevín, no sale de su asombro por la decisión del Gobierno y el Ministerio de Fomento de apostar por un apeadero apartado de la capital leonesa para que los trenes de AVE con dirección al principado no tengan que perder tiempo entrando en la actual estación provisional, el llamado 'fondo de saco'.

Trevín habla de “ocurrencia” y de “un nivel de surrealismo que pocas veces se ha visto” porque “lo que propone el PP es una solución provisional a la solución provisional”. Algo que a su juicio proviene del hecho de que “la ministra está sobrepasada y ha tirado la toalla” después de que “haya estado de vacaciones presupuestarias durante tres años y, como los malos estudiantes, quiere recuperarlo todo en una noche”.

El parlamentario asturiano admitió que “nosotros ya hemos pedido disculpas porque claramente nos equivocamos en nuestras previsiones y ejecución” de la llegada de la Alta Velocidad, pero “quien lleva tres años en el Gobierno tiene la obligación de dar una alternativa”, como bien pudiera ser una ejecución por fases del soterramiento inicialmente previsto en León y San Andrés, y no “una ocurrencia que no resuelve el problema de Asturias ni de los usuarios del tren en León”, y menos teniendo en cuenta que a León el AVE llegará con una sola vía.

Si es que llega. Porque Trevín responsabiliza a Ana Pastor de “incumplir el primer plazo de la llegada del AVE, obligar a Rajoy a incumplir una segunda hecha en sede parlamentaria de que llegaría este año y que se vaya a incumplir que llegue en 2015”.

Pero Antonio Trevín tiene una preocupación tan elevada o más que la del apeadero, porque “no hay nada de nada sobre el tramo León-La Robla”, lo que hace temer a los socialistas que “quizá pretendan no incorporar la línea a la red de Alta Velocidad, es decir, dejarlo como vía única, con ancho europeo y algunos pequeños retoques”. Y esto sería grave porque significaría “quedar al margen de los fondos europeos” y condenar en los años sucesivos esta línea y el pleno acceso del AVE al Principado.