El PSOE expulsa al sindicalista asturiano investigado por ocultar dinero al fisco

Carlos S. Campillo / ICAL. José Ángel Fernández Villa en la fiesta minera de Rodiezmo en 2011.

Ángel Fernández/Asturias24.es

José Ángel Fernández Villa acumuló cargos y honores en la Federación Socialista Asturiana (FSA) durante más de tres décadas y los ha perdido de la noche a la mañana. La revelación difundida, desde última hora del martes por el diario El País, de que la Fiscalía Anticorrupción investiga el origen de 1,4 millones de euros que el exsindicalista hizo aflorar en 2012 tras acogerse a la amnistía fiscal del Ministerio de Hacienda se ha convertido en pocas horas en un torpedo que los socialistas veían dirigirse en línea recta hacia el partido. La organización no ha dudado en dejar caer a Villa apenas doce horas después de trascender las primeras informaciones. El secretario general y presidente del Principado, Javier Fernández, ha anunciado pasadas las 11.30 que propondrá la expulsión inmediata de quien ha sido diputado autonómico, senador y dirigente destacado de la FSA y de la ejecutiva Federal del PSOE, además de símbolo del movimiento obrero durante su largo mandato -35 años- al frente del sindicato minero SOMA-UGT.

Toda esa hoja de servicios, a juicio de Javier Fernández, constituye un agravante. “Hace un enorme daño simbólico tanto al partido como al sindicato”, ha admitido al comparecer ante la prensa para anunciar su decisión. Fernández ha llegado incluso más allá del comunicado escrito difundido por el partido, que solo daba por hecha la inmediata suspensión cautelar de la militancia de Villa, y ha prometido su expulsión. “Es una enorme sorpresa y una profunda decepción”, han sido sus primeras palabras. En su carrera política, siempre se ha visto al secretario general como una persona cercana a Villa. Por eso, señala, está más dolido. “No le he llamado, ni voy a hablar con él. Será él el que tenga que dar explicaciones inmediatas”, ha indicado. Aunque no ha querido entrar en detalles sobre su intimidad con el sindicalista, sí ha asegurado que sus relaciones personales “quedan irreparablemente dañadas, como siempre en estos casos”.

“Grave por lo simbólico”

El presidente del Principado no ha buscado eufemismos y ha admitido abiertamente la gravedad del caso. Por la cercanía personal, por afectar a Asturias y por el calado simbólico de la figura de Villa, ha asegurado, este episodio le parece “más grave” que otros con los que comparte titulares en la información nacional, como el uso de tarjetas negras en la antigua Caja Madrid o el presunto fraude fiscal de la familia Pujol. “Ni el SOMA, quizá la organización que mejor simboliza la lucha del movimiento obrero en España y por la que tanta gente se ha sacrificado durante cien años, ni los mineros, ni los asturianos, ni la FSA se merecen esto”, ha lamentado. Fernández ha señalado que –presunción de inocencia aparte— los datos ya conocidos justifican que el partido se aparte en esta ocasión de su línea tradicional de expulsar a sus cargos y militantes solo si un juez llega a imputarlos. “También lo hicimos con un exconsejero de Educación”, ha señalado para aludir a la relación de José Luis Iglesias Riopedre con el caso Renedo, aunque no ha mencionado expresamente ninguno de esos dos nombres.

La Fiscalía Anticorrupción investiga el origen de la fortuna, ya que oficialmente solo consta que Fernández Villa, de 71 años y retirado de la vida pública desde el año pasado, tuviese ingresos por su actividad como sindicalista y como político, en sus cargos como diputado regional y senador del PSOE por Asturias. Anticorrupción dilucida si pudo cometer algún delito para amasar esa fortuna. Así queda reflejado en una información publicada en El País, en la que tanto el exlíder del SOMA como sus dos hijos niegan los hechos.

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