15M León, ¿qué fue de él?

15M segundo dia

Antonio Vega

El 15M fue un movimiento ciudadano de protesta inesperado, único y singular que comenzó una soleada tarde de domingo en plena campaña electoral de las Municipales de aquel año. Una protesta convocada en toda España y que en León comenzó a las 18 h. desde la plaza de Guzmán para finalizar en la Subdelegación del Gobierno.

Convocada por organizaciones como Democracia Real Ya o #nolesvotes la concentración de León marcó el inicio de un nuevo tiempo. A la acampada en la Plaza del Sol de Madrid le siguió la de León, iniciada el 18 de mayo y que duró hasta el 23 de junio. Un tiempo activo de reivindicaciones en la plaza de Botines de la capital reclamando unidad para cambiar las cosas con lemas como “No hay pan para tanto chorizo” o “vuestra crisis no la pagamos” y la búsqueda de una profunda reflexión del momento social y político que se vivía.

Cuatro año después conversamos con Alipio Muñíz y Beatriz Alija, dos de sus participantes y portavoces ocasionales en este movimiento sin líderes para que valoren el 15M en León y sus efectos políticos y sociales. Un 15M que en su cuarto aniversario no tiene una celebración oficial debido a que la dispersión del movimiento se ha convertido en múltiples movimientos, como reconocen ambos.

Valora Alija personalmente que “en mi vida hay un antes y después del 15M” y “que la semillá que brotó se ha expandido mucho” asegurando que cuando estaban en la plaza “sentíamos que podíamos”. Coinciden ambos en señalar la participación de miembros del 15M en movimientos sociales como Stop Desahucios o la Plataforma por una Gestión Eficaz y Transparente del CTR, Parada 13 o en políticos como León en Común, Podemos o León Despierta o Equo. Muñíz señala como muchos de los más activos en el 15M leonés han realizado una vuelta al campo como parte de un proceso de recuperar la sociedad, con él mismo como ejemplo.

Sobre si los objetivos del 15M se han cumplido o no en estos cuatro años coinciden en valorar aspectos positivos y cierta autocrítica. Para Alipio Muñíz asuntos como la visibilización de la corrupción o una mayor unidad social contra ella han sido éxitos aunque reconoce que hay objetivos que se han quedado lejos o han ido a peor con leyes como la llamada Ley Mordaza o el castigo a los bancos por sus prácticas. Entre lo positivo se queda también con la conviencia en la acampada leonesa y con la creación de redes de economía social y alternativas. Asegura también que en el 15M “hacíamos lo correcto tomando las calles, incluso por encima de la Ley, que era injusta, por lo que lo justo era desobedecerla”.

Alija valora por su parte que quizás el objetivo principal del 15M no se ha logrado aunque valora como positivo que se siga “enlazando el tejido social y que la lucha sigue de mil maneras y con miles de espacios pequeños”. Lamenta eso sí, que muchos de los mínimos sociales que se planetaban en las asambleas estén ahora peor que hace cuatro años, con el recorte a los derechos sociales. Pero insiste, “el 15M ha sido supernecesario y sigue siendo para construir y unir el tejido social”, reconociendo que no obstante “somos los que somos”.

Acampada o toma de un edificio público en desuso, acciones vinculada al 15M

Además de la acampada en Botines el 15M en León tuvo uno de sus grandes momentos con la ocupación de un edificio público recién cerrado, los antiguos laboratorios veterinarios de la Junta transformados en noviembre de 2011 en el Laboratorio Social. Una ocupación inédita por estos predios a la que la Junta puso fin reocupándolo en febrero de 2012, saltándose el procedimiento administrativo pero echando el candado a un proyecto de León que prendía con interés. Aunque lo curioso llegó a ser que el Laboratorio Social se desvinculó del 15M mediante un comunicado, aunque muchos de sus miembros fueran los mismos.

No faltaron tampoco en el 15M de León polémicas y divisiones producto de la convivencia diaria y la discusión de hacia dónde debía ir el Movimiento. Después de la acampada, la plaza de Botines de la capital siguió siendo durante bastante tiempo punto de encuentro informativo del 15M, así como punto de reunión en asambleas. Una acampada que finalizó un 23 de junio cuando el Ayuntamiento convenció a los indignados que necesitaba el espacio para las fiestas de San Juan. Les pidió la llave de la caseta que les había facilitado asegurando que volverían a dejarles el sitio pero nunca más se supo de ellos. Un final de acampada algo surrealista que las fiestas leonesas sólo hicieron que certificar.

No obstante, un grupo vinculado al 15M de León quiere mantener viva su llama en la plaza de Botines el próximo 23 de mayo, sumándose a una convocatoria nacional en pleno día de reflexión. Allí quieren volver a la plaza, a sentarse a hablar con libertad e intentar seguir cambiando el país.

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