Una llamada al 112 de Mielgo -que él niega- podría ser acusación de falso testimonio por la defensa

Carlos S. Campillo / Ical. El policía nacional jubilado Pedro Mielgo Silván, que propició la detención de dos de las acusadas del crimen en mayo de 2014 de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, durante su declaración en el juicio por este asesinato que se celebra en la Audiencia Provincial.

M. Cuervo / C.J. Domínguez.

Pedro Mielgo, el policía jubilado testigo principal en el asesinato de Isabel Carrasco, ha aclarado en declaraciones a los periodistas a las puertas de la Audiencia Nacional la confusión que se ha creado en la sala de Vistas, cuando ha sostenido no reconocer la grabación que consta como prueba, una conversación teléfonica supuestamente entre él mismo y el Servicio de Emergencias Sanitarias 112, mantenida el mismo 12 de mayo de 2014, y que revelaba detalles de cómo sucedieron los hechos.

Mielgo ha sostenido que no se reconoce como el autor de esa llamada. Algo que ha alarmado en la sala de Vistas, principalmente al jurado popular, y que podría aprovecharse por la defensa de las acusadas pidiendo “falso testimonio”. En cualquier caso, este giro en el juicio que podría poner en entredicho el testimonio del que hasta ahora se consideraba el testigo clave de la investigación, deberá ser contrastada. La mujer del policía jubilado, Elena Morandeira, que ha escuchado la misma grabación, tampoco ha reconocido la voz de su marido en un primer momento, aunque luego se ha retractado en la sala de Vistas, asegurando que sí que era él, durante una segunda escucha en Vista. Ha dicho que se trataba de él, de su marido, “por la expresión 'un momentito', que él dice mucho”.

Pedro Mielgo ha declarado en la calle frente a la Audiencia que “esta segurísimo de que no es mía la llamada, yo sé cuando llamo y cuando no. Además la señora que estaba sentada delante de mi, rubia, ha dicho que esa es la llamada de su marido, o sea que no soy yo. Mi mujer se ha confundido porque normalmente la voz por teléfono es diferente a la voz normal, por lo tanto se puede uno equivocar”, ha declarado contundente.

La acusación no ha pedido que el testigo reconozca a las acusadas

En ningún momento la acusación particular, ni el fiscal, ha pedido al que hasta el momento se ha tenido en cuenta como testigo clave del caso, Pedro Mielgo, que reconozca a las acusadas.

Por otro lado, en declaraciones a los medios de comunicación a mantenido que “Montserrat no tiró el bolso en la calle Lucas de Tuy. Sé lo que veo”. A pesar de que el abogado de la defensa le ha intentado acorralar con el tema, Mielgo se ha mostrado inamovible en su declaración: “Ví perfectamente que no tiró el bolso, hasta que no la perdí de vista”. Cuando Mielgo dejó de verla, en teoría fue cuando se produjo el encuentro entre madre e hija, en la zona del pasadizo de Colón, supuestamente, que ellas niegan, pero que sería la única salida de Colón por donde ya saló el policía jubilado. “Ella iba sola y mirando hacia delante y paso ligera”.

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