El letrado del PP: “No sólo la matan sino que intentan seguir haciendo daño a su familia” con el acoso sexual

Ricardo Gavilanes.

C.J. Domínguez / M. Cuervo / A. Mañanes

El letrado que ejerce la acusación particular del Partido Popular, Ricardo Gavilanes, en sus conclusiones en el juicio por el asesinato de Carrasco cargó muy especialmente las tintas contra Triana Martínez, de quien destacó que “intenta manipular, es muy inteligente... pero para engañarles a ustedes”, dijo dirigiéndose a los miembros del jurado.

Todo a colación de la teoría destacada por la joven ingeniera del presunto acoso sexual a que, según ella, le sometió la presidenta de la Diputación en su propio domicilio. Un hecho que Gavilanes consideró una falacia y al que intentó darle la vuelta, indicando que esa versión refleja “una maldad sin límites, no solamente matan a Isabel Carrasco sino que después intentan seguir haciendo daño a su familia”.

El letrado, que hizo una intervención sin leer pero muy ordenada, irónica y emotiva, aseguró hablar “con el corazón, con el sentimiento y mis ideas, pero reforzadas por las pruebas” que han sido destacándose en el juicio, “convencido en lo más profundo de mi ser que son culpables las tres” por lo que se limitó a trasladar al jurado -al que en todo momento se dirigía, puesto en pie-: Sólo pido que se haga justicia“.

Madre e hija, “una única persona, una sola actuación”

Para él, la participación de Montserrat González es clara, porque asume los disparos mortales, que ejecuta “con frialdad y alevosía”, pero no menos “clara y diáfana” es la de su hija, quien según afirma “forma una única persona con su madre, una sola actuación”, acompañándola en las prácticas de tiro o haciendo los seguimientos a su víctima.

Pero una vez más, este abogado consumió la mayor parte de su tiempo en inculpar a Raquel Gago, de quien llegó a poner en duda la mayor parte de sus reacciones como parte de un plan premeditado de comportamiento, hasta el punto de que cuando asegura encontrar, 30 horas después, el arma homicida en su coche “hace el paripé y luego se pone a llorar, que es un buen recurso”.

Aseguró Gavilanes de la agente de policía que sus propias declaraciones y las de amigos, familia y compañeros policías contradicen sus argumentos de manera clara. “¿Que era una buena policía? ¿Y una buena policía no comenta a absolutamente nadie” que la tarde anterior hacía estado con Triana por dos ocasiones, una de ellas cuando aquella le entrega el bolso con el arma?. Raquel “tiene 30 horas para preparar su estrategia, porque sabe que es cuestión de horas que se sepa” de su participación, y es cuando le conviene la teoría del tan comentado bloqueo, que justificaría tan dilatado silencio por su parte. “Pero -al encontrar el arma- se desbloqueó, la iluminó el espíritu santo y se acordó de todo”, ironizó, algo parecido a cómo reaccionó cuando tras encontrarse con Triana vio el enorme despliegue policial junto a la parasela y no detuvo su coche ni se interesó por nada. “¿Cómo iba a parar, si estaba en el ajo y tenía el arma en el coche?”, se preguntó en voz alta el abogado.

“Isabel sería malísima o buenísima pero tenía derecho a vivir”

El final de su alegato fue directo al corazón. “Montserrat, Triana y Gago, siendo conscientes, sin arrependimiento, provocaron la muerte de Isabel Carrasco, que sería malísima o buenísima, alta o baja, guapa o fea, pero que era un ser humano y tenía todo el derecho del mundo a vivir. Por eso, si queremos que Loreto -su hija-, su pareja, sus múltiples amigos, que la sociedad en general haga justicia, tiene que considerarse que las tres son culpables”. Y poco faltó para que sonara algún aplauso.

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