La Junta claudica y retira el 'decretazo' de ofrecer productos Tierra de Sabor en los restaurantes

'Bodegón' promocional de Tierra de Sabor. / Tierradesabor.es

C.J. Domínguez

La marca de calidad alimentaria de la Junta de Castilla y León 'Tierra de Sabor' no será en absoluto obligatoria para los restaurantes de León, vía 'decretazo'. Algo que parece más que razonable generó hace más de un año una polémica muy subida de tono en la provincia leonesa cuando se conocieron los planes de la Consejería de Cultura y Turismo para obligar por decreto como desarrollo de la Ley de Turismo de 2010 la imposición de un 35% de la carta de platos tuviera que ser de productos 'Tierra de Sabor' en los restaurantes de 4 y 5 tenedores y aquellos que se especializaran como asadores, mesones y restaurantes-bodega -por ejemplo, los tradicionales establecimientos de Valdevimbre en la provincia de León-, o también los bares que pasen a ser denominados gastrobares.

Juan Vicente Herrera santificó en León el nacimiento de la marca “Queso Castellano”. La leyenda que se lee detrás trajo más que polémica. / Juan Lázaro ICAL

Todo ello aparecía consignado en el artículo 14 del Capítulo III del mencionado Decreto, pero ahora, por fin, ha desaparecido. Pero para ello, se tuvo que provocar una importante revuelta social con airadas críticas de hosteleros leoneses y asociaciones de empresarios, colectivos gastronómicos, partidos políticos y hasta importantes representantes del mundo de la cultura, como los escritores José María Merino, Juan Pedro Aparicio o Elena Santiago, historiadores, profesores universitarios o investigadores.

Otra modificación importante, que levantó no menos ampollas y que también desaparecerá ahora tras la tormenta, es la obligatoriedad de que todos aquellos establecimientos hosteleros contaran con al menos 4 vinos con Denominación de Origen de la Comunidad autónoma.

La polémica saltó exactamente en enero del pasado año 2015, según publicó entonces iLeon.com. Y además de incendiar las redes sociales, provocó un aluvión hasta entonces desconocido de alegaciones por la vía del Gobierno Abierto, un sistema por el que cualquier persona o colectivo puede realizar sugerencias a la normativa de la Junta de Castilla y León. Hasta entonces, ningún decreto había suscitado tanta participación indignada. Se sumaron 34 alegaciones, más otra que fue rechazada, la práctica totalidad de ellas procedentes de León y muchas de ellas con un tono de indignación más que subido. (Aquí se pueden leer todas).

“Política de chantaje más propia de economías intervenidas” y otras perlas críticas

Algunas perlas fueron las siguientes: “Estamos hartos de las actuaciones caciquiles de la Junta”; “Un chorizo de León está hecho en León, no en Burgos o en Castilla”; “Esto de la tierra de sabor me parece una tomadura de pelo y acción completamente dictatorial indudablemente para beneficiar a los amigos”; “Hay mejores maneras de fomentar el turismo que atentando contra la libertad de las personas”; “No creo que se deba obligar a nadie a hacer publicidad de un engendro, que además pretende terminar con la identidad de un pueblo y de sus productos”; “Esta política resulta rayana con el chantaje y más propia de economías intervenidas que de espacios económicos europeos de libre mercado (Academia Gastronómica Región Leonesa para el Buen Yantar)”; o “Que cada territorio cree su propia marca: Tierra de Sabor los castellanos y Productos de León los leoneses. Harto de que nos queráis meter con calzador vuestro regionalismo patético”, que fue el más comentado.

Hay que decir que la Junta de Castilla y León respondió entonces a todas y cada una de las aportaciones. Y allí ya dejaba entrever que la Consejería estaba dispuesta a recular, admitiendo que “a la vista de las sugerencias, se modificará la redacción del proyecto para precisar la redacción y evitar interpretaciones erróneas; Así, se eliminará las referencias a marcas específicas, como la marca Tierra de Sabor, y se hará una redacción más genérica en relación con los productos a la gastronomía tradicional de la Comunidad de Castilla y León, en beneficio de la oferta del turismo de calidad, y como reflejo de la identidad gastronómica propia de nuestra Comunidad”. Ese paso atrás se ha formalizado en el nuevo borrador dado a conocer hoy por El Mundo de Castilla y león, aunque ha tenido que pasar un año y dos meses.

La Junta mantuvo el decreto pero negó que fuera obligatorio

Desde que saltó esta polémica, la Junta se afanó en negar injerencias, asegurando que el decreto que pretendía imponer Tierra de Sabor en los restaurantes de toda la Comunidad no era, ni mucho menos, obligatorio. El director general de Turismo, Javier Ramírez, aseguraba que con el nuevo decreto, cualquier restaurante, bar o cafetería tendrá la posibilidad de quedarse como está o de optar a las diferentes especializaciones. Esto es, que no tendrán que cumplir los polémicos números de productos de Tierra de Sabor que incluyen nuevos formatos. Aunque si querían ser un nuevo formato, sí deberán cumplirse en la forma en que quede definido el decreto. La Junta siempre justificó la medida en normativas similares en otras comunidades autónomas, defendiendo este cambio en aras a una mejor calidad de la restauración.

La tortolla

Todo este asunto hizo especial mella en una provincia que siempre vio con ojos recelosos la campaña de Tierra de Sabor, la tortolla, como muchos la bautizaron. Sobre todo desde que en 2014 se formalizara un contestado acuerdo entre la Junta de Castilla y León y la Diputación de León, firmado en vida de Isabel Carrasco y publicado en exclusiva por iLeon.com, en virtud del cual la marca de Productos de León quedaba incluida, vinculada y hay quien denuncia que totalmente diluida en Tierra de Sabor. Un acuerdo que continúa en vigor.

El caso es que con la marcha atrás del Gobierno autonómico, se pone punto y final a la tensión generada en el sector hostelero, especialmente en el leonés.

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