Otoño, el tiempo de exquisitas setas y de negocios turbios

Setas en Castilla y León

Manuel Bernardo Álvarez

El comienzo del otoño marca el inicio de la temporada por excelencia de las deliciosas setas. Pero, por desgracia, también coincide con una época de “negocios turbios”. La Junta de Castilla y León ha elaborado un borrador de Decreto Micológico, compuesto por un preámbulo y 27 artículos, cuya redacción es confusa e ineficaz.

El Decreto sí deja claro que privatiza el mundo de las setas silvestres. Y es que sólo le falta denominar como “Sociedad Privada” a lo que ahora llaman “Parques Micológicos” que, con una superficie de 10.000 hectáreas, son un auténtico revés para los amantes del mundo de los hongos. Esta normativa supondrá que todos deberemos “pagarle religiosamente” a dicha entidad únicamente por salir a buscar setas.

¿Cuál es el problema? El Decreto no beneficiará a los aficionados. Tampoco a las Asociaciones Micológicas, como es el caso de Cantharellus en El Bierzo, que tanto han hecho en pro de la Micología. Ni siquiera beneficiará a los consumidores. El dinero que se obtenga no revertirá en los pueblos, ni en los vecinos. Ellos también tendrán que pagar por recoger “sus” setas. Y, para colmo, no se contempla que ese dinero sirva para mejorar los montes y los bosques de Castilla y León.

La Junta presentó el borrador del Decreto Micológico en el mes de agosto, una fecha que podríamos calificar de “nocturnidad vacacional”. Entre los aspectos más graves, la propuesta de la Junta falsea los datos económicos, ya que aporta cifras sobre las setas –incluyendo las trufas- que no son ciertas ni reales. Por ejemplo, menciona una producción de 65 millones de euros que es, sin duda, irrisoria. Todos sabemos que el dinero de las setas es “en negro”. También lo sabe el autor u autores del borrador. Son, simplemente, datos falsos.

Otra de las cuestiones que deja de lado el borrador del Decreto Micológico es el consumidor privado, es decir, el aficionado de la cesta y la navaja. Las personas que consuman las setas silvestres en su domicilio quedan completamente abandonadas a su suerte o, entre otras palabras, a sus conocimientos. Desde la Asociación Micológica Cantharellus pensamos que debería crearse un Servicio Oficial de Identificación. Este organismo, que tendría que contar con personal facultativo que posea formación micológica acreditada, sería el encargado de asegurar plenamente el consumo de setas entre la población. Nada de eso menciona la propuesta de la Junta de Castilla y León.

El borrador, sin embargo, cita la legislación anterior, pero lo hace de forma anárquica, sin orden ni concierto. Por ejemplo, no habla del Código Civil, que define “los frutos espontáneos y su propiedad”. Consideramos que el preámbulo es muy extenso –ocupa siete folios- y se dedica a enumerar alabanzas en forma de “autobombo” al anterior Decreto 30/1999 de 17 de junio. Lo califica de “pionero y precoz” en la legislación micológica de España. La realidad demuestra que ese Decreto no sirvió para nada. Sólo ocupó un folio y medio, extensión suficiente, según los autores del borrador, para regular perfectamente el reino de los hongos, que cuenta con más de 2.000 especies de setas descritas. También creen que fue capaz de establecer una normativa adecuada en relación a los aspectos ecológicos, sanitarios, económicos y turísticos, además de las infracciones y sanciones. Todo en apenas un folio y medio. Es la “prueba clínica” de que los gobernantes políticos de la Junta de Castilla y León no han hecho nada por las setas en diecisiete años.

El borrador que se presenta es, además ecológicamente nulo. ¿Por qué esto es tan grave? En primer lugar, no protege a las setas silvestres como debería. Tampoco menciona las micorrizaciones que deberían hacerse al reforestar (es decir, poner planta + hongo) con un mínimo del 5% al menos, y que servirían para potenciar los recursos micológicos. En segundo lugar, no crea un catálogo de especies de setas amenazadas o en peligro de extinción. En tercer lugar, no define correctamente los tamaños mínimos de cada especie recolectada.

El Bierzo tiene 318.000 hectáreas y casi ochenta Montes de Utilidad Pública, que constituyen el 25% del total de su superficie. ¿Acaso se van a dar a una entidad privada para que haga negocio? Desde la Asociación Micológica Berciana Cantharellus proponemos que en la Comarca del Bierzo, legalmente constituida, se establezca un único Parque Micológico. Además pensamos que debe ser gestionado por una entidad pública, el Consejo Comarcal del Bierzo, al que se debe dotar de personal y de medios materiales y económicos para su ejecución. Con estos objetivos hemos presentado las alegaciones correspondientes en plazo y forma. Esperamos que se nos haga caso.

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