El primer radar de tramo de Valladolid se sumará a los dos que multan a los leoneses
Los conductores leoneses, o que circulen por o hacia la provincia, son sin duda los más vigilados y susceptibles de ser multados si cometen algún tipo de exceso al volante. No es tan sólo una impresión sino que así lo certifican los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT). Y es que León aglutinará en cuestión de semanas o como mucho meses -antes de fin de año en todo caso- el mayor número de radares de tramo de todas las carreteras de Castilla y León.
Desde 2012 ya está operativo el radar que mide la media de velocidad delos conductores en el túnel de Los Barrios de Luna en la autopista AP-66 León-Asturias. El mismo año se puso en funcionamiento otro radar del mismo tipo en el Túnel de Guadarrama entre Segovia y Madrid, en la AP-6, que también afecta de manera directa a los conductores que viajan desde León a la capital de España, pero que técnicamente se ubica en la provincia de Segovia.
La cuestión es que los dos próximos casos afectan también de manera directa a León. Uno, entre San Miguel del Camino y Villadangos, en un conflictivo tramo de la carretera N-120 que une León con Astorga, que hace meses tráfico ha instalado ya con sendas cámaras para medir la velocidad media de los conductores pero que aún hoy no está operativo, aunque lo parezca por el hecho de que los plásticos que ocultaban los carteles anunciadores hayan sido destapados.
De hecho, los conductrores que circulan por la zona dan por hecho que este radar ya está multando, cuando fuentes de la DGT de León han confirmado a iLeon.com que no es así y que, de momento, no hay plazo que se pueda anunciar para su entrada real en funcionamiento.
Y ahora, entre León y Valladolid
El aviso del radar en la salida de San Martín del Camino, tras la habitual hilera de coches de esta carretera N-120.
A este segundo radar leonés se sumará el efecto que sobre los usuarios de la N-601 (León-Valladolid) causará el nuevo radar de tramo anunciado en Valladolid, el primero en esa provincia, y que en concreto se ha comenzado a instalar esta semana entre los puntos kilométricos 226,4 y 228,2 dentro del término municipal de Medina de Rioseco, en las conocidas como Curvas de Coruñeses.
A esta presión sobre las infracciones de los conductores leoneses hay que añadir todas las habituales ubicaciones de los radares móviles, es decir, los que se ubican en determinados emplazamientos de la red nacional de carreteras que depende del Ministerio de Fomento, y que suman casi medio centenar, según advierte de manera pública la propia web oficial de la Dirección General de Tráfico (DGT) y recojemos en el gráfico que acompaña a esta información.
A los usuarios de esta carretera les llama especialmente la atención que la instalación de este radar llegue cuando se acumulan más de diez años de retraso en los planes para ejecutar la totalidad de la autovía León-Valladolid, de la que tan sólo se han conseguido ejecutar los tramos inicial y final -entre León y Puente Villarente; y enre Valladolid y Villanubla- pero sigan aún pendientes los 92 kilómetros entre Villanubla y Santas Martas, pese a las promesas jamás cumplidas de acelerar uno de los proyectos de infraestructuras más antiguos.
La sobrecargada N-120 y la ruinosa autopista
Especial mención merece el inminente radar de tramo de la N-120, por la polémica que supone la sobrecarga para los conductores su presencia en un tramo muy castigado por decisiones como una línea contínua de casi tres kilómetros o el hecho de que la única alternativa es coger la ruinosa autopista León-Astorga (AP-77), con su elevado precio, uno de los más caros de España, y a su vez con uno de los ratios de uso más bajos mientras la carretera nacional permanece saturada y acumulando numerosos y gravísimos accidentes. Motivos todos ellos que ha originado una nueva ofensiva contra este peaje, exigiendo con casi 6.000 firmas al Gobierno que rescate esta conflictiva autopista.
