El Ayuntamiento de León encarga más obras por temor a que se caiga del todo el cubo de Conde Rebolledo

El cubo rectangular de la muralla romana y medieval de la calle Conde Rebolledo, con su esquina oeste derrumbada.

Jesús María López de Uribe

La Concejalía de Obras ha puesto “en fase de adjudicación” un proyecto de consolidación y restauración del cubo rectangular de la muralla romana en la confluencia de las calles Conde Rebolledo con Cascalería una de cuyas esquinas se derrumbó el pasado 23 de marzo tras la demolición de dos casas en ruina que lo estaban 'sujetando'.

Así lo ha afirmado hoy el arqueólogo municipal, Victorino García Marcos, en la presentación de los actos de la fiesta romana del Natalicio de las Águilas, reconociendo que el bastión está tan endeble que “se puede caer en cualquier momento”, para matizar seguidamente: “Aunque creo que no, ya que si no han propuesto ninguna medida los técnicos municipales para sujetarlo será que no”.

El arqueólogo municipal, que depende de la Concejalía de Patrimonio, explicó que tenía conocimiento de este expediente de obra de restauración y consolidación por la Concejalía de Urbanismo, dirigida por Ana Franco, “ya que es la encargada de llevar adelante este tipo de trabajos”. Fue el área de Ana Franco, que también es responsable de las polémicas obras de la plaza del Grano, la que se encargó de licitar las obras de demolición de los inmuebles que los rodeaban, que se saldó con un fuerte derrumbe que dañó gran parte de la esquina oeste del torreón. Esta aparente falta de previsión causó gran polémica en la capital leonesa.

Victorino García Marcos, interpelado en la presentación del Natalicio del Águila de este fin de semana, sí reconoció que “desde Patrimonio era previsible que pudiera haber derrumbes de ese cubo en las obras de demolición”. Sin embargo, esto no se comunicó a la ciudadanía desde Urbanismo ni desde la Alcaldía, ya que Antonio Silván 'vendía' el día de la demolición que se recuperaba “un importante vestigio de la historia romana de León”. La concejal Ana Franco intentaba desviar la atención después del desplome indicando que no se podía “hablar de derrumbe, sino de caída de materiales”.

El funcionario de Patrimonio explicó además que el paramento del bastión (las piedras de la 'fachada') no es de época romana, sino medieval y “posiblemente del siglo XIV”. Esta fortificación se sitúa en una de las esquinas de la segunda muralla de piedra del campamento de la Legio VII (la suroeste) y se asemejaría en un principio a la Torre de los Ponce (en la esquina sureste y que se sitúa en la entrada a la plaza Mayor actualmente). “Sin embargo está reconstruido, posiblemente varias veces. Un dato que indica que era un lugar con problemas de estabilidad es que en siglo XIV se le llamaba la 'torre derruida', lo que indica que es probable que hubiera diferentes derrumbes”.

Investigación estratigráfica para datar la muralla tardorromana

Las obras que la Concejalía de Urbanismo, según las fuentes de la de Patrimonio, están licitando permitirían —además de los trabajos de restauración y consolidación— “investigar estratigráficamente el interior del cubo, que sí es romano, para datar con más precisión el año de construcción de esta muralla de tipo tardorromano”, comunicó García Marcos. “En realidad lo que pudiera parecer una desgracia urbanística es una oportunidad para los arqueólogos, pero es que en estos casos hay que aprovechar todo lo que se pueda porque no se dan fácilmente”, explicó.

“Sabemos que el cubo original rectangular romano era más grande que el que se ve en la actualidad, y que en 1935 se tuvo que desmochar la construcción medieval que lo sustituyó por riesgo de desplome sobre las casas que se han derruido”, precisó. El experto en patrimonio arqueológico romano reconoció también que “el paramento medieval, pero no menos importante que el romano ya que data de siete siglos, puede que tenga que ser reconstruido entero en el peor de los casos; pero la restauración estaría asegurada”.

El terreno sobre el que se construyó la torre esquinera de la muralla romana era muy inestable en tiempos del Bajo Imperio Romano, tanto que en los restos del anfiteatro campamental frente a ella —visitables en una de las criptas de la calle Cascalería— se puede ver un muro completamente agrietado por los movimientos de tierra y los restos de dos contrafuertes de emergencia. Incluso hoy da algún que otro problema a las casas más antiguas de la misma calle.

“Las excavaciones en el patio del Obispado deberían haberse afrontado de forma integral”

Por otra parte, preguntado sobre los trabajos arqueológicos del patio del Obispado de León, Victorino García Marcos manifestó que le hubiera preferido “que se hubieran afrontado de otra forma, de manera integral para evitar los parones que estamos viendo”.

La Comisión de Patrimonio viene ampliando las obras de excavación en el futuro Museo de Semana Santa por 'fases', lo que está enlenteciendo el avance del proyecto. En esta ocasión se indicó que debía ahondarse un sondeo a niveles romanos, aunque los expertos afirman que lo más importante detectado hasta ahora es una estancia con importantes muros de fábrica medieval bien conservados.

“En León tenemos una experiencia ya de treinta años en las prospecciones arqueológicas y algo sabremos de cómo se ha de excavar para no perjudicar innecesariamente las obras”, terminó García Marcos.

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