La deforestación no excusa la extinción del urogallo

Foto: Más que Pájaros

El hábitat del urogallo cantábrico está fragmentado tanto por los usos históricos del territorio como por la reciente destrucción de hábitats. Pero un estudio de la Universidad de Oviedo asegura que no hay evidencias de que se haya producido una subdivisión genética entre las diferentes poblaciones de urogallo, ya que los distintos grupos siguen cruzándose entre sí a pesar de la fragmentación de los bosques.

El estudio, que ha visto la luz en la revista European Journal of Wildlife Research, pretendía comprobar si la fragmentación de los espacios habitables se estaba traduciendo en una pérdida de conectividad entre sectores de la población de urogallos y si la fragmentación podría ser una causa directa del declive de la población, al comprometerse el flujo genético.

Las conclusiones de este trabajo apuntan a que es obvio que el urogallo ha perdido hábitat, aunque no el suficiente para explicar por sí solo el actual declive de la población.

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