La sequía de la provincia de León espera las lluvias de otoño para evitar restricciones de consumo

Arriba, el pantano de Luna en 4 de abril de 2016 y abajo su situación actual este mes de agosto. / D. Morán

Antonio Vega

Pese a las lluvias caídas en las últimas horas en la provincia de León, a veces en formato de violenta tormenta, la situación hidrológica en toda su geografía es en 'prealerta de sequía', según las tres confederaciones que tienen competencias sobre el agua en la provincia, Duero, Miño-Sil y Cantábrico.

Fuentes de las tres confederaciones señalan que mantienen la vigilancia sobre la situación e incluso la de Miño-Sil se reunirá esta semana para analizar si declara la fase siguiente, la de 'alerta por sequía', una circunstancia que impondría acciones para regular el consumo de agua, aunque garantizan el consumo humano en todo caso. Los bajos niveles de agua han provocado este año incluso la suspensión de populares fiestas como 'la del agua' de Molinaseca.

Fue en enero de este año cuando ya la Confederación Miño-Sil, que regula el agua en las zonas del Bierzo y Laciana, declaró la 'prealerta por sequía' ante los bajos caudales y el nivel muy inferior a lo normal de los pantanos. En el mes de abril la Confederación Hidrográfica del Duero, que regula el resto de la provincia, también lanzó la 'prealerta por sequía' pero los agotamientos de los recursos para regadíos han generado una controversia sobre la gestión del agua en este ejercicio. Duero se ha defendido alegando que ya desde el inicio del año avisó de la escasez de recursos de cara a los cultivos de la primavera y criticando a comunidades de regantes por lo que consideran gestión 'ineficiente' del agua. La Confederación del Cantábrico, que en la provincia de León sólo tiene competencias en parte de los Picos de Europa, hizo el mismo aviso en el mes de junio.

La 'prealerta por sequía' consiste en enviar a los organismos competentes en materia de agua, fundamentalmente ayuntamientos, una serie de recomendaciones para que contribuyan a rebajar el consumo de agua evitando baldeos, riego de jardines, reducción de presión nocturna e incremento de controles de calidad del agua. Pero las tres Confederaciones coinciden en señalar que se trata de 'recomendaciones', por lo que descargan la responsabilidad del uso público final del agua en los consistorios, sin poder ofrecer datos de cumplimiento de las mismas.

Las impactantes imágenes de la situación del embalse de los Barrios de Luna, popularizadas en resde sociales por Calleja, parecen advertir una inmediata crisis de consumo humano ya que de allí se toma parte del agua que llega a León capital y alfoz. Confederación Hidrográfica del Duero reconoce que el pantano quedará en “registros nunca conocidos” desde su construcción, actualmente está en torno al 7%, pero rechazan que se vayan a producir a corto plazo restricciones de consumo. Este embalse es uno de los que más agua destina a riego agrícola y en estos días se terminan las campañas en las zonas a las que les queda agua por usar y ya se mantienen los recursos para el caudal ecológico del río y garantizar el agua para consumo urbano.

La situación actual viene provocada por un año hidrológico 2016/17, que se inicia en octubre, anormalmente seco. Según los datos de Miño-Sil la precipitación media acumulada a 20 de agosto era un 52% por debajo de la media histórica entre los años 1980/81 y 2011/12. En el año hidrológico 2015/16 llovió en cambio un 5% por encima de la media histórica y más del doble de la del actual año.

Aunque se vigilan caudales de varios ríos en la provincia por estar anormalmente bajos desde las confederaciones no se han comunicado captaciones temporales para garantizar agua en los ayuntamientos. Sí se está asesorando para mejorar algunas de las actuales en prevención de que situaciones como las de este año se puedan repetir en el futuro.

Las tres confederaciones insisten en lo necesario que los ayuntamientos, principales consumidores de agua junto a los regadíos aunque a notable distancia de éstos, cumplan las recomendaciones de la 'prealerta por sequía' para que no se tengan que producir restricciones si el otoño e invierno vienen como el del año pasado, con lluvias muy inferiores a lo normal y escasa caída de nieve.

A octubre, inicio del nuevo año hidrológico, miran precisamente los organismos encargados de la gestión del agua para ver si las previsiones ayudan a mejorar la situación hidográfica de la provincia de León, y del noroeste en general. Del comportamiento meteorológico dependerá que se mantengan las medidas actuales o éstas se

Agua para los pueblos

No obstante a los datos de las confederaciones, la Diputación de León sí ha tenido que facilitar agua a una decena de pueblos en los meses de julio y agosto, bien por falta de caudal suficiente o bien porque se ha tenido que restingrir temporalmente por algún análisis no suficientemente bueno. En julio fue la localidad de Valtuille de Abajo la que necesitó 60.000 litros de agua potable, al igual que Santa Catalina de Somoza (municipio de Astorga) que entre ese mes y agosto ha necesitado 280.000 litros. A mediados de julio también se tuvieron que llevar 4.320 litros de agua envasada para consumo a Crémenes.

La otra localidad con más necesidades de agua ha sido Ranedo de Curueño (municipio de Valdepiélago) con un aporte de 118.000 litros por parte de los camiones de la Diputación. Castro del Castillo (Quintana del Castillo) ha necesitado hasta tres veces aportes de agua en agosto, 30.000 litros, para mantener el curso de su red de abastecimiento de agua.

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