La defensa del detective condenado por el asesinato de Larralde pide su absolución

Vista de los recursos a la sentencia del caso Larralde. / Ricardo Ordóñez / ICAL

L. Sierra / ICAL

La defensa de Froilán Álvarez, condenado a 15 años de prisión por haber cooperado con Julio López en el asesinato de Roberto Larralde, solicitó hoy la absolución del detective leonés al considerar que “no tomó parte” en el asesinato del boxeador. En concreto, determinó que “no existía una amistad íntima” entre el autor intelectual de la muerte de Larralde y Froilán, y sostuvo que su cliente no participó en el asesinato.

El Palacio de Justicia de Burgos acogió hoy en Burgos la defensa de los recursos de apelación de los acusados por el caso Larralde. La defensa de los principales acusados de haber cometido el crimen del boxeador Roberto Larralde -la viuda del asesinado (Miriam Caballero), el amante de ésta (Julio López) y el detective Froilán Álvarez- mostraron hoy en Burgos “que no existen pruebas incriminatorias” que puedan determinar que los tres acusados tomaron parte en la muerte de Larralde, en 2014 y que el crimen fuera un crimen pasional.

La defensa de Larralde solicitó el aumento de pena de 20 años de prisión para los tres condenador por el asesinato de su defendido al entender que ambos tomaron parte en su muerte. En concreto, demandó el incremento de 17 a 20 años de pena para la viuda de Larralde, Miriam Caballero por “el agravante de parentesco”.

Asimismo, pidió el aumento de pena para Froilán Álvarez “por ser cómplice” y participar en las labores de asesoramiento del considerado autor intelectual de los hechos, Julio López, amante de la mujer de Larralde para que la pareja no pudiera ser condenada'.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, atendió a la petición de incremento de penas solicitado por la defensa del fallecido que entiende que “la pena para el detective debe ser la misma que la impuesta para Julio López y José Ramón Vega”.

Llamadas y desconocimiento

Por su parte la defensa de la viuda de Larralde y de su presunto amante, Julio López, ajustaron la defensa de los recursos de sus defendidos en una idea: que el crimen no fue pasional sino un ajuste de cuentas, lo que desvincularía tanto la mujer de Larralde y al amante de esta de escenario del crimen.

En concreto, y tal y como expusieron en su momento, la defensa de Miriam Caballero solicitó que se recurra la sentencia basándose en la idea e que se ha vulnerado el derecho de inocencia de la entonces mujer del boxeador. Así, estimó que “no hay indicios suficientes” que permiten afirmar que ésta tomara parte en la planificación y acuerdo del asesinato de Larralde, muerto a consecuencia de un disparo ejecutado por José Ramón Vega, al tiempo que indicó que las acusaciones vertidas por una de las testigos, Mari Mar, “son falsas”.

En cuanto a las llamadas efectuadas por su defendida y el autor material de los hechos después del crimen, el letrado destacó que “estas llamadas eran habituales” y se venían realizando los meses anteriores, por lo que no debieran de haberse aceptado como indicios condenatorios. “Mi defendida utilizaba de igual forma para comunicarse con Julio el móvil de seguridad como el privado, por lo que no puede probarse que el uso del móvil privado tras la muerte fuera algo inusual”, recalcó.

Con todo, basó el recurso en el desconocimiento que la viuda de Larralde tenía de “cualquier intención” por parte de su amante. “Miriam no era consciente de que Julio quisiera matar a Roberto. No hay ni un solo dato”, subrayó el letrado, que lamenta que se considere a Miriam “como la mayor beneficiara del crimen”.

Ajuste de cuentas

Por su parte, la defensa de Julio López basó su recurso en las primeras horas tras la desaparición de Larralde “cuando la familia del fallecido ya apuntó a que se tratara de un ajuste de cuentas” por los asuntos en los que el boxeador se encontraba metido desde hace años, y que le implicaban en “trabajos y ajustes” con uno de sus socios, José Ramón Vega. “Nos dijeron que parecía que ambos habían quedado para ver una mercancía el día 13”, aseveró la letrada.

En una extensa exposición de los hechos, la abogada de López insistió en el papel jugado por la familia, “que ya apuntó al momento en el que Larralde desconectó su móvil”, y al “grotesco” trabajo llevado a cabo por la policía que se hizo cargo de la investigación “y que obvió que hubiera una segunda excavadora y no examinó las larvas que aparecieron junto al cadáver, así como la trayectoria de la vaina del disparo hasta 41 días después de aparecer el cuerpo de Larralde”.

En este sentido, basó su argumentación en la “relación creada desde la cárcel” de Larralde y Vega y negó la posible recompensa económica que su cliente pudiera haber dado a Vega por matar al marido de su amante. “Julio no dio ninguna orden porque entre Roberto y José Ramón existía una relación delincuencial” que les llevaba a “dar palos de chocolate”.

En cuanto al viaje a Madrid con el que presuntamente Miriam y Julio intentaron despistar a los agentes, la defensa de López indicó que “no existe contenido de coartada” y que la mejor prueba de tal hecho es que “ambos negaron haber estado juntos una vez que regresaron de su viaje a Madrid”.

El papel de Froilán Álvarez

La defensa de Froilán Álvarez afirmó que las deducciones obtenidas por el jurado y magistrado “son contradictorias y absurdas”. De este modo, determinó que no hay cargo de prueba válida para que se pueda afirmar que el detective tuviera una intervención decisiva planificando dicha muerte junto a Julio y José Ramón.

“Se dice que está presente en todos los actos pero no se determina”, aseveró el letrado de Álvarez, que coloca fuera de las ideas de geolocalizacion de los móviles a su acusado porque “aunque queda acreditado que era amigo de Julio pero no amigo intimo, y mucho menos tan amigo como para llevar a cabo actividades delictivas y planificar un crimen.

El Ministerio Fiscal desestimó los recursos presentados y destacó que las penas deben mantenerse “porque no hay fundamentos” que permitan estimar que hayan sido mal aplicados.

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