Los ‘haters’ de la Navidad

Grinch

Marta Cuervo

Villancicos, turrón, luces, sonrisas y felicitaciones... La atmósfera navideña que invade las ciudades, los negocios y muchos hogares durante estas fiestas contagia también a las personas de una alegría y amabilidad a veces algo desmesurada. ¿A todas las personas? A todas no, ya que incluso para algunos la Navidad es sólo una temporada de falsedad entre comidas, cenas y otros compromisos a los que 'obliga' la sociedad.

Hay incluso quienes la odian, y lo admiten sin tapujos. Pero, ¿existe alguna razón racional para hacerlo? Para tratar de resolver esta tendencia de rechazo a las fiestas navideñas y a todo lo que las rodea, hablamos con los psicólogos expertos de Cepteco –Centro Psicológico de Terapia de Conducta- David Cueto y Miguel Ángel Cueto.

Para Miguel Ángel sí que se podría decir que existen motivos para detestarla. “Los planes pueden no salir como habíamos previsto, emergen los problemas latentes con la familia y las comidas de compromiso, sobre todo aquellas que menos apetecen, también pueden suponer una fuente de tensiones. Sin olvidarnos de la tristeza que puede producir el pensar en las personas que faltan o la soledad que se puede sentir a pesar de estar en compañía”, declara.

¿Cuáles son los principales motivos para odiar estas fechas?

Según los expertos, los principales motivos para sentir este rechazo hacia la Navidad pasan por el estado de tristeza que presentan ciertas personas en esta época tendiendo a estados depresivos. “No les gusta esta festividad por la comparación de momentos pasados (su niñez, la pérdida de seres queridos que no están con ellos...). Ello es debido además a la lógica tristeza de no tener a su lado a quienes aman o amaron y a ciertos errores cognitivos que les generan una peor adaptación. Dichos errores pueden consistir en pensar que las cosas no 'deberían cambiar', o compararse con tiempos pretéritos cuando eran niños y esperaban los Reyes Magos, o el no saber adaptarse al lógico devenir del paso del tiempo, la necesidad de ser querido por alguien a quien aprecian...”, explican David Cueto y Miguel Ángel Cueto.

“Otras personas pueden presentar un estado de enfado debido a la frustración personal que supone, al igual que en la tristeza, no poder tener lo que desean”, añaden los psicólogos.

En cuanto al tipo de gente que siente repulsa hacia esta época, ambos coinciden en que no hay un perfil determinado. “Nadie está libre de, en un momento determinado, vivir una situación difícil que nos haga rechazar estos días. Además, están los temas de familia. Pueden aflorar conflictos familiares que están latentes durante el resto del año (envidias, celos, rivalidad, episodios desagradables del pasado...) y que nos producen un cierto grado de estrés y rechazo a estas fechas”, determinan.

Olvidar cuando no podemos cambiar el pasado es la mejor forma de evitar amargarse la vida pero es conveniente aprender de dichas circunstancias pasadas para no repetirlas

Pero los profesionales de Cepteco destacan que “en función de la edad de la persona la experiencia personal es diferente”. “La ilusión de la espera de los Reyes Magos que tienen los niños no es comparable a la que pueda tener una persona mayor desencantada. No obstante, siempre es bueno tener ilusión”, puntualizan.

Olvidar cuando no podemos cambiar el pasado

En ocasiones, cuando hemos vivido situaciones de estrés en tiempos pasados tendemos a mimetizar las mismas respuestas emocionales ya que nuestro cuerpo tiene memoria. Además, el ser rechazo por algún miembro de la familia no tiene que ser óbice para sentirnos mal con nosotros mismos ni es tampoco conveniente guardar rencor con relación a lo que otros nos hicieron.

David Cueto y Miguel Ángel Cueto aconsejan “olvidar cuando no podemos cambiar el pasado”, ya que “es la mejor forma de evitar amargarse la vida pero es conveniente aprender de dichas circunstancias pasadas para no repetirlas”.

Sobre los consejos para no sentirnos mal, ni de mal humor, durante la Navidad, Miguel Ángel Cueto (Psicólogo Clínico) y David Cueto (Psicólogo Sanitario) destacan la importancia de “ajustar las expectativas a la realidad”. “Rebatir los pensamientos negativos asociados a esta situación y hacer un trabajo de preparación intentando evitar las conversaciones que sabe pueden acabar en conflicto”, detallan.

“Además, sería razonable buscar apoyo hablando de la ansiedad que le produce la situación con amigos y familiares y conviene negociar con la pareja dónde toca pasar la Navidad”, añaden.

¿Del odio al amor? Una puerta abierta hacia un cambio de sentimiento

¿Se puede llegar a cambiar un sentimiento de odio por la Navidad en uno positivo? Los psicólogos de Cepteco aseguran que aceptar las frustraciones y modificar lo que no nos gusta y esté en nuestra mano sería una buena estrategia para superar esta emoción. “Intentar no ver esta época como un lastre, no anclarse en el pasado e intentar disfrutar del momento, en el aquí y ahora, sin que esto suponga un derroche económico, revisar objetivos personales haciéndolos más realistas y razonables, comunicarnos más y mejor con las personas que queremos y que nos quieren sería una buena forma de disfrutar de la Navidad en nuestra cultura”, concluyen.

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