La apuesta por una enseñanza niño a niño que no deje a nadie atrás

Niños, alumnos, clase.

M.C.

Conocemos la opinión de los padres de niños con altas capacidades y necesidades especiales pero, ¿qué opinan los directores de colegios y psicólogos expertos en este ámbito? Como apunte, alrededor de 700 niños que cursan Educación Infantil y Primaria en la provincia de León tiene algún tipo de discapacidad, según datos del sindicato Stele.

En el otro lado de la moneda, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, correspondientes al curso 2015-2016, un total de 108 niños están diagnosticados con altas capacidades.

Estas cifras, según la Asociación Leonesa de Altas Capacidades se encuentran muy por debajo de la realidad, ya que el porcentaje de estudiantes con altas capacidades en la provincia leonesa alcanza un 0'17%, pero de un total del que sólo se han identificado un 2%.

Sobre esto, la psicóloga experta en conducta infantil consultada, Raquel Fernández, subraya que “cuando el alumno con alta capacidad dispone de motivación por el aprendizaje, una alta capacidad de trabajo y unos buenos repertorios atencionales probablemente es fácil que continúe evolucionando académicamente hablando, a pesar de no tener un diagnóstico, siempre que su entorno sea estimulante y sensible a sus necesidades. Pero si dentro de su perfil no destaca en competencia social o emocional puede que tenga problemas de adaptación y siempre convivirá con la sensación de ser diferente, y en muchos casos, incluso rechazado”.

Raquel Fernández: Es triste dejar que un niño con altas capacidades fracase en sus estudios y desperdicie su talento

Vacío latente en la Administración

Además, los padres de estos grupos de estudiantes con necesidades diferentes denuncian un vacío en la Administración, argumento que desmienten los directores de algunos colegios públicos del centro de León: “Existe normativa que regula la forma de actuar para el alumnado de atención a la diversidad, entre los que se incluyen los alumnos de altas capacidades. Y la forma de actuar es la misma para todos: detección, diagnóstico y atención educativa”.

Sobre este mismo aspecto, Raquel Fernández, apunta que los profesores disponen de recursos reducidos para atender al alumnado con necesidades educativas especiales derivadas de discapacidad o trastornos graves de la conducta y ACNEAE (Alumnos con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo, entre los que se encuentran aquellos con dificultades de aprendizaje, TDAH y altas capacidades) y lamentan que hasta ahora no disponen de protocolos de actuación para detectar las altas capacidades. A esto, la profesional añade la larga lista de espera de los alumnos pendientes de evaluar.

Con las limitaciones que sufre la Enseñanza Pública en España, la dirección de otro colegio asegura que la integración de los niños de altas capacidades y del resto de niños debe hacerse siempre con los recursos que se cuente, pues los docentes están obligados a ello. “La personalización de la enseñanza es uno de los índices que marca la calidad educativa en los centros y debemos saber adaptar nuestra metodología para que el rendimiento del alumnado sea óptimo en función de las capacidades individuales. Las carencias de los centros siempre vienen determinadas por la escasez de recursos que aportan las diferentes administraciones implicadas en educación: económicos, materiales y personales para seguir avanzando por la senda correcta”.

Principal hándicap: la falta de medios en los Centros Educativos

Muchos colectivos han puesto en evidencia la falta de medios en los colegios para atender las necesidades de estos niños, tanto de los diagnosticados con discapacidad como los que presentan altas capacidades, especialmente debido a los recortes en Educación, que han afectado al conjunto del alumnado, algo que reconocen, con restricciones, desde la dirección de uno de los colegios públicos consultados: “La Educación Pública como servicio público esencial debería contar con mayores recursos, tanto económicos como personales, algo que se ha visto reducido con el periodo de crisis económica. A pesar de todo, nuestro sistema educativo continúa avanzando por la senda de la innovación con los recursos existentes”. En su respuesta, el mismo director también considera que “en todos los centros de Educación Primaria existe una persona del Equipo de Orientación (psicóloga o pedagoga), quien realiza los diagnósticos, y especialistas de Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje y Compensatoria, quienes atienden a los centros en función de las necesidades y número de alumnado diagnosticado. La normativa fija el número de días y/o horas de cada especialista en función del número de alumnos diagnosticados”, reconociendo que “se necesitaría mayor dotación para la atención adecuada de todos los casos diagnosticados”.

Los recortes en Educación han afectado al conjunto del alumnado

Para la psicóloga clínica, en realidad existe falta de medios para atender a toda la diversidad de alumnos. “Los recortes por la crisis y las políticas educativas van en detrimento de la calidad de la atención a la diversidad de los alumnos. No hay suficientes profesores de apoyo especializado para todos los alumnos que lo precisan. Los alumnos con discapacidad o trastornos graves de la conducta, tienen un profesor de apoyo especializado pero generalmente no ocurre lo mismo con el resto de los alumnos con dificultades específicas de aprendizaje y TDAH (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad). También se echa de menos el disponer de profesores bien formados e informados sobre altas capacidades”.

Acciones desde las aulas, ¿suficientes?

Según Fernández, no es habitual que el profesor detecte casos de alta capacitación intelectual, pero cuando lo hace es el tutor quien debe citar a los padres, mantener una entrevista con ellos y solicitar su conformidad para derivar al alumno al equipo de orientación educativa y psicopedagógica o al departamento de orientación que corresponda. “Serán ellos quienes deben detectar esas necesidades específicas de apoyo educativo y dejar constancia de ello en un informe de evaluación psicopedagógica”, explica la experta. “Si son los padres los que sospechan que su hijo puede tener altas capacidades, deberán comunicárselo al tutor para que gestione la demanda y estudien la conveniencia o no de la evaluación psicopedagógica”, añade.

Por su parte, los centros educativos sostienen que cuando se detecta un caso con posibles altas capacidades, primero se pasan unos cuestionarios de observación al docente tutor y a los padres. Después se recogen los datos y son analizados por la especialista del equipo de orientación para, en función de los mismos, llevar a cabo el diagnóstico. Una vez realizado el diagnóstico, se elaboran las orientaciones para los docentes (plan de actuación) y para las familias. “Cada vez es más habitual la existencia de alumnado con altas capacidades intelectuales. A veces los padres aportan informes externos sobre las altas capacidades de sus hijos, pero no son definitivos, pues el diagnóstico debe hacerlo la persona del equipo de orientación”, sentencian.

Raquel Fernández: Cada vez es más habitual la existencia de alumnado con altas capacidades intelectuales

Este punto es importante, ya que es una de las quejas de algunos de los padres con niños de altas capacidades, que ante las espera del informe oficial de la Junta elaboran otros privados. ¿Qué diferencias existen entre las valoraciones psicopedagógicas privadas con las que se realizan a nivel público?

“La valoración, tanto a nivel privado como público, ha de hacerla un psicólogo con formación específica para el uso de los test de inteligencia, y esto no siempre es así. Los equipos de orientación educativa y psicopedagógica (EOEP) y departamentos de orientación (DO) no tienen el perfil para aplicar pruebas psicológicas”, declara Raquel Fernández. “A partir de la Ley Orgánica de Profesiones Sanitarias para hacer una evaluación psicológica y realizar un diagnóstico se requiere una titulación de Psicología Clínica y/o Sanitaria y, sin embargo, en la valoración pública no se exige tal titulación”, añade la profesional especialista en Psicología Clínica.

El trabajo de diferentes necesidades en un mismo espacio

En líneas generales, tanto la psicología como la dirección de la enseñanza coinciden en que los profesores deben aceptar las diferencias individuales y estimular todo el potencial de todos sus alumnos, para que éstos manifiesten su creatividad y talento. “En el caso particular de los alumnos con altas capacidades la ley contempla el agrupamiento flexible, el enriquecimiento y/o ampliación de los objetivos y contenidos; y la flexibilización del periodo de escolarización a través de la anticipación del comienzo de la escolaridad obligatoria o la reducción de la duración de un nivel educativo”, argumenta la psicóloga.

Psicóloga: Los mejores métodos para trabajar con niños con altas capacidades son aquellos que les enseñan a pensar, a experimentar, a resolver problemas de forma creativa y a investigar.

¿Cómo se detecta un caso de alta capacidad dentro del ámbito familiar?

La experta en psicología Clínica advierte que los padres han de estar atentos y observar si su hijo/a adquiere habilidades antes de lo esperado para su edad. “Si la familia observa una gran capacidad de aprendizaje y rendimiento académico, creatividad, madurez social y emocional y también una gran motivación e implicación en la tarea es probable que se encuentren ante un caso de altas capacidades. Pero también es posible que su hijo/a se trate de un talento simple o múltiple (para las relaciones interpersonales, para la música, el dibujo, los deportes...) y que pase desapercibido, pues no tiene por qué sacar buenas notas ni estar atento y motivado por aprender”.

Raquel Fernández: ¡Erróneamente se confunden altas capacidades con alto rendimiento, sobre todo en el caso de los talentos complejos o superdotados!

Otras pistas para la familia: problemas de adaptación, el perfeccionismo, el exagerado sentido de la justicia, la alta sensibilidad, la emotividad, y una capacidad sensorial exacerbada.

Además, Raquel Fernández insiste en que “la detección es importante si queremos sacar todo su potencial, orientarle hacia aquello en lo que destaca y que en un futuro podría ser su modo de vida”.

Para finalizar, la psicóloga recuerda que el Ministerio de Educación dispone de becas y ayudas para alumnos con altas capacidades. “Para acceder a ellas ha de acreditarse la necesidad específica de apoyo educativo con un informe psicopedagógico de Altas Capacidades, además de reunir los requisitos económicos, que dependen de los ingresos familiares. Esas becas servirán para atención psicológica o psicopedagógica especializada fuera del Centro Escolar. La cuantía de la beca dependerá de las horas semanales, y el coste de dicho servicio”.

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