Unicaja remata la absorción con EspañaDuero y finiquita un siglo de historia bancaria local

Oficina de Caja España en Ordoño II, León.

Antonio Vega

La historia bancaria de las antiguas Caja España y Caja Duero ya es historia, al aprobarse este viernes en la Junta de Accionistas de Unicaja Banco la fusión por absorción de su filial Banco Ceiss (Banco de Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria, S.A.), entidad que recogía la actividad bancaria de las antiguas cajas leonesa y salmantina.

En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores Unicaja Banco informa de la aprobación de la fusión en su Junta de Accionistas, que además ha aprobado las cuentas anuales del 2017 con un beneficio neto de 134,8 millones de euros y los nombramientos de su consejo de administración. El principal accionista de Unicaja Banco es la Fundación Bancaria Unicaja, fórmula en la que se reconvirtió la antigua caja malagueña Unicaja.

Con el trámite de hoy se pone fin en la práctica a la existencia de la historia bancaria de las antiguas cajas de León y Salamanca, que continuará, al menos de momento, en forma de marca bancaria como EspañaDuero. La historia financiera de estas entidades se remonta a 1841 con la antigua Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valladolid, que se integró junto otras cajas y CajaLeón, fundada en 1900, en Caja España en 1991.

En el año 2010, en plena crisis financiera, Caja España se fusionó con su rival Caja Duero con una inyección de dinero público a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Ante la imposibilidad de poder devolver los 525 millones incialmente aportados la entidad fue nacionalizada en 2013 con la toma de las acciones por el FROB por el impago, considerado irrecuperable, y posteriormente Unicaja adquirió en 2014 esas acciones para ser su nuevo principal accionista.

La obligada salida a Bolsa de Unicaja, una condición por la compra de EspañaDuero para dar liquidez a sus bonistas, supuso finalmente la integración de ambas compañías tras una dura reestructuración del antiguo banco leonés, que incluyó más fondos públicos y un recorte de plantilla de 850 personas, además del cierre de oficinas y reducción del negocio no rentable.

Unicaja devolvió a finales del 2017 los últimos préstamos públicos recibidos por la compra de EspañaDuero, cumpliendo así otra condición impuesta para la operación corporativa, además de recomprar la participación que el FROB tenía en la antigua caja leonesa. Y terminando con una operación que ha bailado desde una 'fusión fría' en el 2011 a la absorción total que se ha ejecutado finalmente. Unicaja es gracias a esta operación la entidad financiera líder en la provincia de León, con una cuota de mercado superior al 20%.

Para el remate total de la operación faltan autorizaciones finales del Banco de España de la reforma de los estatutos sociales del banco y la inscripción registral de la fusión por absorción, que tendrán lugar en las próximas semanas.

Más presencia femenina en su nuevo consejo

El banco de raíces andaluzas ha destacado de su reunión de hoy, además de la fusión y balance del 2017, la renovación de su consejo de administración, que alcanza una representación femenina del 40% y un buen número de independientes.

Durante su intervención, el Presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, señaló el ejercicio 2017 como “un año trascendental para nuestra sociedad. En él hemos afrontado importantes retos que hemos logrado superar de manera satisfactoria y se han sentado las bases para el cumplimiento de nuestros fines estratégicos”.

También se ha referido a la intención de la entidad de continuar avanzando en la dirección marcada por el Plan de Negocio 2017-2020 para el Grupo, de crecimiento y creación de valor, “manteniendo como sello distintivo el compromiso de las entidadesoriginarias con sus territorios históricos”, entre los que destacan Andalucía y Castilla y León, en cuyos mercados la posición es de liderazgo, y con las zonas de actuación tradicionales como Castilla-La Mancha, Extremadura o Madrid.

Por su parte, el Consejero Delegado de Unicaja Banco, Enrique Sánchez del Villar, ha destacado cómo la entidad, en un contexto económico caracterizado por unos tipos de interés reducidos, ha logrado, en el ejercicio 2017, significativos avances en términos de rentabilidad, eficiencia, solvencia y activación de la actividad comercial.

Con relación a la propuesta de aplicación del resultado correspondiente alejercicio de 2017, la Junta General de Accionistas ha aprobado el reparto de dividendos del Grupo Unicaja Banco, que ascenderá a 34,60 millones de euros, un importe equivalente al 25% del resultado neto y que constituye la distribución del dividendo más alta de su historia.

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