Pequeños 'patrulleros' contra la basura

César Sánchez / ICAL Patrulleros de limpieza en el colegio la V Angustia de Cacabelos (León)

D. Álvarez / Ical

El colegio de Educación Infantil y Primaria Virgen de la V Angustia, situado en el municipio berciano de Cacabelos, desarrolla desde hace un lustro el proyecto de respeto al medio ambiente 'Patrullas verdes', con el que los niños se hacen cargo de mantener limpio el patio a la hora del recreo. Este año, la iniciativa se presenta al concurso 'Ecólatras', organizado por la entidad Ecovidrio, que promueve la difusión de buenas prácticas medioambientales. “Los niños lo ven como algo natural y sabemos que les gusta, porque quieren ser patrulleros”, explica la directora del centro, Anuska López.

La iniciativa implica a los niños a partir del tercer curso de Infantil y durante los dos siguientes, con el objetivo de fomentar responsabilidades individuales en el cuidado de las instalaciones que son de todos. “A los niños les gusta mucho, aunque los de sexto ya se ven más mayores y no quieren hacerlo”, comenta López. A través de una tabla de horarios elaborada en colaboración con los tutores de cada clase, los responsables del proyecto designan cada día a dos alumnos que se encargarán de mantener limpia el área de juego del colegio. “A los niños también les gusta jugar en el recreo”, recuerda la directora del colegio y actual responsable del proyecto, que justifica así que la responsabilidad varíe de manera diaria.

Para ello, el profesorado encargado les entrega unos chalecos distintivos que los identifican como patrulleros y unos guantes de látex que utilizan para recoger los residuos que ensucian el patio, como papeles y restos de envoltorios y comida. Una vez equipados y bajo la supervisión de los profesores, los dos patrulleros sacan a la zona de juegos un cubo grande de basura, ya que otra de sus funciones es advertir a los compañeros que no pueden tirar cosas al suelo y pedirles que las recojan y las depositen en las distintas papeleras. “No son basureros”, recalca la directora.

Todo el esfuerzo y trabajo de los pequeños tiene su reconocimiento en forma de diploma, que semanalmente recoge los nombres de los niños considerados como los mejores patrulleros y que puede verse en la entrada principal del centro. “Los pequeños patrullan con orgullo, se lo toman muy en serio”, valora López, que explica que, además de promover comportamientos sostenibles, la iniciativa también pretende mejorar la convivencia entre iguales en el centro.

A lo largo de estos cinco años, más de 2.000 alumnos han podido tomar conciencia de la importancia del respeto al medio ambiente gracias a este proyecto que se une a otras iniciativas en materia de reciclaje que se llevan a cabo desde el centro. “Nosotros, desde el colegio, intentamos inculcar el reciclaje pero si esto no se continúa en casa, se echa por suelo el trabajo que hacemos aquí”, lamenta la directora.

En ese sentido, López remarca que el centro dispone de un envase para el reciclaje de papel en cada aula, así como de contenedores para pilas. Además, cuando se realizan actividades manuales en las aulas, los profesores piden a los niños materiales de rechazo con los que elaboran nuevos objetos a los que se les da un segundo uso, lo que da continuidad a las jornadas culturales que celebró el centro el curso pasado bajo el lema 'Ahora, el Planeta'. “Creo que los niños cada vez están más sensibilizados con este tema, es algo que están viendo todos los días y espero que algo se les quede en la cabeza”, asegura la directora.

'Ecólatras'

El proyecto de las 'patrullas verdes' presentado por el colegio de Cacabelos será uno de los representantes de la provincia de León en el concurso 'Ecólatras', que organiza la entidad sin ánimo de lucro Ecovidrio, tras recibir la invitación de la Dirección Provincial de Educación para participar en este certamen que reconoce las iniciativas colectivas para fomentar el comportamiento ecológico y el respeto al medio ambiente.

En la comarca, centros de municipios como Bembibre, Cubillos del Sil, Vega de Espinareda y Carracedelo también competirán en este certamen, junto a otros centros de la provincia leonesa de localidades como la capital provincial, La Bañeza, Valverde de la Vírgen, Hospital de Órbigo y San Andrés del Rabanedo. El proyecto que reúna más apoyos en el portal digital del concurso será premiado con una excursión para 50 niños a un espacio natural de la provincia y el más votado en toda Castilla y León recibirá 2.000 euros para financiar actividades ambientales.

López muestra su desacuerdo con las normas del concurso. “Me parecen un poco injustas, porque el que más amigos tiene es el que va a ganar, no tiene que ver exclusivamente con el proyecto presentado”, afirma. Además, lamenta que el proceso de registro exigido por la web que alberga el concurso dificulte el voto de las personas menos acostumbradas a moverse en entornos digitales, así como el hecho de que el número de habitantes de la localidad en la que se sitúe el centro pueda influir en el resultado. “Puede que un proyecto no reciba votos porque el colegio es de un pueblo pequeño”, explica.

'Bienvenido al planeta de Míster Iglú'

Otra de las iniciativas de respeto al medio ambiente en la que el colegio de Cacabelos tomó parte tuvo lugar esta misma semana en el recinto ferial de la villa y consistió en una jornada didáctica sobre el reciclaje de residuos a la que asistieron cerca de 80 alumnos de segundo y tercero de primaria. El acto forma parte de la campaña itinerante 'Bienvenido al planeta de Míster Iglú', que también organiza la entidad Ecovidrio y que en los meses de abril y mayo recorre 20 municipios de la provincia de León.

Durante el desarrollo de la actividad, los pequeños participaron en diversas actividades guiadas por dos monitores, que se iniciaron con una parte teórica y continuaron con varios juegos relacionados con el reciclaje, con los que los alumnos aprenden a separar los residuos en sus correspondientes contenedores.

En ese sentido, la iniciativa, que contó con la colaboración y el apoyo del Ayuntamiento de Cacabelos, tenía como objetivo concienciar a los niños de las ventajas económicas, ambientales y sociales del reciclaje y fomentar en ellos valores como el cuidado del entorno, el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de los vecinos. “Salieron muy contentos porque son actividades cortas y sencillas, que les sirven para aprender cosas de una manera diferente, con nuevos monitores y nuevo material”, valora la directora.

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