Unas 20.000 hectáreas de barbecho corren peligro de ser declaradas improductivas por la PAC

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ICAL

Alrededor de 20.000 hectáreas de parcelas o tierras en Castilla y León se encuentran en riesgo de ser declaradas improductivas por el Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (Sigpac), y por lo tanto no serían susceptibles de percibir ayudas de la Política Agraria Común (PAC), en el caso de haber permanecido cinco años o más en situación de barbecho.

Esta es una de las novedades que recoge el documento de la PAC para este año, según la cual esos terrenos se declararán estériles salvo que su propietario presente las pertinentes alegaciones para demostrar que se está desarrollando en ellas una actividad agrícola.

La Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, correspondiente al año pasado, cifra en 9,4 millones las hectáreas disponibles en Castilla y León -de los 50,5 millones a nivel nacional-, de las que un total de 622.083 son barbechos, tanto de secano como de regadío.

Según el Real Decreto de 29 de diciembre de 2014 sobre la aplicación a partir de 2015 de los pagos directos a la agricultura y a la ganadería y otros regímenes de ayuda, serán hectáreas admisibles, a efectos de la asignación y activación de los derechos de pago básico, las superficies agrarias de la explotación, incluidas las superficies plantadas de plantas forestales de rotación corta, en las que se realice una actividad agraria o cuando la superficie se use igualmente para actividades no agrarias.

Al entender que constituye una situación de “elevado” riesgo de abandono, no se considerarán admisibles superficies de las parcelas o recintos de tierras de cultivo que se hayan declarado, de manera reiterada, durante más de cinco años consecutivos en barbecho, a no ser que el solicitante pueda demostrar que está realizando una actividad agraria sobre esas parcelas, presentando la correspondiente alegación al Sigpac.

Con el objetivo de comprobar si se trata de superficies abandonadas, se considerará como situación de “riesgo” a efectos de control cuando determinadas superficies de las parcelas o recintos de tierras de cultivo se hayan declarado, de forma reiterada, durante tres años consecutivos o más, en barbecho o que en los recintos de pasto arbolado y arbustivo se haya declarado durante ese mismo periodo una actividad “exclusivamente basada en el mantenimiento en estado adecuado”.

Alegaciones

El Real Decreto advierte de que el agricultor que declara los recintos por los que solicita las ayudas es “el responsable último” de que la información, tanto gráfica como alfanumérica, registrada en el Sigpac sea “verídica y coincidente con la realidad”. En concreto, el solicitante tendrá que comprobar que la delimitación gráfica y el uso del recinto se corresponde con el terreno y que no contiene elementos no elegibles, como caminos, edificaciones u otros elementos improductivos de carácter permanente.

Si la información recogida en el Sigpac no coincide con la realidad de su explotación, el solicitante tendrá que presentar las alegaciones o solicitudes de modificación que sean pertinentes sobre el uso, la delimitación o cualquier otra información del contenido del sistema de información de parcelas agrícolas.

Alegato a la profesionalidad

Desde las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAS) se llamó a la profesionalidad del sector para evitar situaciones de este tipo y que las tierras lleguen a ser declaradas improductivas. El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, reconoció que “en esas cosas se nota” el asesoramiento en el momento de tramitar la PAC, e incidió en que “las cosas las deben hacer los verdaderos profesionales” porque “no es lo mismo hacer la tramitación en una organización agraria que saben las normas, perjuicios y beneficios, que en entidades que están a hacer el expediente”, declaró a Ical.

En el caso de los agricultores que se encuentren en esa situación, y que dispongan de asesoramiento técnico, Dujo consideró que habrán optado por sembrarlas “de algún cultivo” o por hacer “una buena labor de barbecho”, a no ser que al propio agricultor no le interese dar continuidad a ese terreno, en cuyo caso “no hay nada que hacer”, aunque apostilló que los profesionales y bien asesorados “no van a correr riesgo”, auguró.

En la misma línea se expresó el coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, quien además recordó que suelen ser tierras “muy marginales y poco productivas” que se aprovechan para dejar en situación de barbecho. Además de que “no afectan a una gran extensión en superficie”, Palacín explicó que desde la organización agraria se avisa a los afiliados “para que la siembre algún año” y así no corra el riesgo de que sea declarada improductiva, porque “el profesional se intenta poner las pilas” en estos aspectos.

Por su parte, desde la Alianza UPA-COAG se estimó que cuando una parcela lleva varios años sin sembrarse “suele ser por algo” a no ser que se haya producido “un cambio” como una concentración parcelaria o una modernización de regadío que son aspectos “muy particulares de cada uno”. A juicio del secretario de COAG, Aurelio Pérez, consideró que estos cambios provocan en las explotaciones “una distorsión” porque el agricultor que tiene “acomodados” sus derechos a esas hectáreas tiene que hacer “determinados cambios” para no perder las ayudas.

Para la Alianza se trata de una medida que “no soluciona nada” y que, por el contrario, puede suponer “un pequeño recorte” en la PAC de muchos agricultores. “A veces da la impresión de que fuera una persecución, como si hubiera un fraude porque hay unas hectáreas que por un motivo o por otro estaban declaradas como tierra de cultivo y se han dejado de sembrar por el motivo que haya sido”, concluyó.

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