Las obras del Parador San Marcos destapan detalles ocultos sobre su construcción

Obras en el Parador de San Marcos.3

Alba Mañanes

El avance de las obras del Parador San Marcos de León, que arrancaron el pasado mes de abril, ha dejado a luz un importante hallazgo arqueológico que hace que cambie la interpretación del edificio desde el punto de vista histórico, arquitectónico y artístico.

La arqueóloga Carmen Alonso ha explicado que fruto de estos trabajos que se están llevado a cabo y de la actuación previa en la fachada del parador se ha podido comprobar la evolución de las obras y dado a conocer importantes descubrimientos arqueológicos que arrojan luz sobre la historia del edificio y algunos datos inéditos para el conocimiento del edificio.

Entre ellos destaca la transformación de las ventanas del siglo XVI en balcones en el siglo XVIII, los situados en la fachada principal de la segunda planta, y el cierre en el siglo XIX de las ventanas de ladrillo en arco de medio punto construidas en el siglo XVIII, en la fachada abierta al río de la tercera planta.

“Cuando se construye la fachada en el siglo XVIII se construye haciendo una réplica más o menos exacta de la del siglo XVI, pero ahora vemos que esa réplica no fue tan exacta como se había pensado hasta este momento. Cuando se observa la fachada desde la calle vemos dos pisos: el de abajo estructurado en ventanas de medio punto y el de arriba en balcones. Antes se creía que los balcones formaban parte de la construcción del siglo XVI, pero en realidad e abrieron en el siglo XVIII”.

Derribo del interior y recuperación del patio central

En cuanto al avance de la rehabilitación, los trabajos se están desarrollando según los plazos previstos. Esta primera fase, cuyo presupuesto es de 13 millones de euros, se prolongará hasta finales del 2019 y será a principios del 2020 cuando se podría llevar a cabo la apertura al público del establecimiento que constará de 52 habitaciones.

La arquitecta de la obra, Mina Brigas, ha explicado que el derribo del edificio moderno ya está prácticamente finalizado y en estos momentos se está completando el vaciado del espacio central, cegado en la reforma acometida durante 1964, donde se ubicará el nuevo atrio.

En esta zona se han eliminado los forjados de los años 60 que se habían construido cuando el edificio se convirtió en parador y se podrá recuperar el patio interior que se asemejará en situación y dimensiones al original y que se convertirá en el corazón del edificio ya que en él transcurrirá toda la circulación interior.

Esta zona, que antes estaba ocupada por los núcleos de escaleras y ascensores, cocinas y salones de eventos, alojará tras la rehabilitación usos más públicos como cafetería, salón y una galería doble con una parte exterior que servirá para la circulación de las habitaciones superiores y otra interior que se convertirá en una galería de arte en la que expondrá la mayor parte de la obra artística del parador.

Esta actuación es especialmente significativa, ya que devuelve al Parador la volumetría original del siglo XVIII ofreciendo una percepción completamente nueva del inmueble. Además, la apertura de este espacio ha dejado a la vista los paramentos originales que configuran las crujías exteriores, con las huellas de las sucesivas intervenciones cuando el edificio se convirtió en parador.

Pasará de 26 a 52 habitaciones

Tras las obras de remodelación de esta primera fase y la reapertura, el número de habitaciones del edificio histórico del Parador pasará de 26 a 52, todas ellas diferentes, respetando la singularidad del edificio. Además, las reformas de esta fase afectarán también a la recepción, cocinas, restaurante, y a los grandes salones de la primera planta y los del sótano. Posteriormente en la segunda fase, se construirá el edificio de nueva planta para crear un nuevo espacio con 180 habitaciones y 12 salones para convenciones y un nuevo restaurante, spa y piscina.

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