La Guardia Civil denuncia a un hombre por cazar jilgueros en zona protegida en Babia
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Villablino identificó este pasado día 16 a una persona vecina de Villablino que se encontraba cazando jilgueros (Carduelis carduelis) en el paraje denominado “Los Entragos”, situado en la localidad de Quintanilla de Babia, municipio de Cabrillanes.
La patrulla en servicio fue avisada de que en el citado paraje se encontraba un varón cazando estas aves, por lo que se trasladaron hasta el lugar donde procedieron a su identificación y al decomiso de seis jilqueros machos, varios reclamos y una liga para su captura, estando estas artes y medios prohibidos en una zona protegida como esta.
Esta persona ha sido denunciada por la comisión de varias infracciones administrativas relativas a la caza ilegal y contra el patrimonio natural, al cazar en una zona en la que se prohíbe la captura de dichas aves, así como a la Ley 42/2007, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, agravándose estos hechos si son efectuados en zonas de especial protección como lo son Laciana, Babia y Luna en la provincia de León.
En noviembre del pasado año, en el marco de la Operación “Carduelis”, realizada por el Seprona de la Guardia Civil en las comarcas de Babia y Laciana, ya se denunció a tres personas por la caza y tenencia ilegal de pájaros. En esta actuación, además de las denuncias tramitadas, se realizaron 5 inspecciones en refugios y casetas de la zona aprehendiendo 88 jaulas de distintos tamaños y formas.
Por otro lado, el Seprona también investiga a un varón de 49 años de edad como presunto autor de un delito contra la flora, fauna y animales domésticos, hechos ocurridos en una localidad del término municipal de Borrenes (León).
El SEPRONA de la Guardia Civil de Ponferrada, tuvo conocimiento de que esta persona había enterrado un equino sin la “previa valoración de la causa y certificación de mortandad”, realizada por un veterinario, tal y como obliga la normativa vigente.
En el transcurso de las investigaciones practicadas, la Guardia Civil tiene indicios de que el animal habría fallecido a causa del maltrato físico al que fue sometido, pues horas antes de su muerte estuvo realizando labores agrícolas consistentes en tirar de un arado con el que no podía.
Las diligencias y el investigado fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia de los de Ponferrada.
