La DGT rebajará el 2 de enero por Ley a 90 Km/h la velocidad en la N-120 León-Astorga, entre otras

La carretera N-120 que une León con Astorga a su paso por San Martín del Camino.

El 2 de enero de 2019, es decir, dentro de apenas dos meses, es la fecha elegida por la Dirección General de Tráfico (DGT) para que los leoneses, como el resto de los españoles, vayamos pensando en levantar un poco más el pie del acelerador. Porque a partir de esa fecha está previsto que entre en vigor un Real Decreto que modificará el Reglamento General de Circulación en cuanto a los límites de velocidad en las carreteras convencionales -es decir, aquellas de un único carril por sentido y sin desdoblar-, con el que la DGT pretende que España se equipare a muchos de los países de la UE y se consigan reducir el número de víctimas mortales en las carreteras secundarias.

En la provincia de León, la nueva medida significará en la práctica que por aquellas carreteras, sobre todo nacionales, por las que ahora se puede transitar con un límite máximo de 100 kilómetros por hora, como por ejemplo muchas de las carreteras nacionales, los conductores tendrán que pasar a hacerlo por debajo de 90 Km/h.

El nuevo texto permitirá que desde el año que viene se igualarán los límites de velocidad en todas las carreteras convencionales a 90 km/h tanto para coches como para motos, y también habrá rebaja para autobuses, camiones y furgonetas, que de los 90 km/h actuales tendrán que pasar a no superar los 80 km/h. Sólo en el caso de que haya separación física de los dos sentidos de la circulación, es decir, una mediana, podrá fijarse un límite máximo de 100 km/h para turismos y motocicletas en estas vías.

En la actualidad, esos límites varían, hasta el punto de que hay límite de 100 km/h para turismos y motocicletas, 90 km/h para autobuses y furgonetas, y 80 km/h para camiones en las carreteras convencionales con al menos 1,5 metros de anchura de arcén o con más de un carril para alguno de los sentidos de circulación; mientras que esa limitación es de 90 km/h para coches y motos, 80 km/h para autobuses y furgonetas y 70 km/h para camiones en el resto de las vías secundarias con un arcén más pequeño.

En la práctica, esta medida tendrá un amplio impacto en la provincia leonesa, donde por ejemplo se tendrá que reducir la velocidad esos diez kilómetros en carreteras como la N-120, la que une León capital con Astorga. Una carretera nacional que ya se encuentra seriamente penalizada con uno de los pocos radares de tramo que existen en funcionamiento en la Comunidad autónoma, en la que se siguen atravesando numerosas localidades y en la que el Ministerio de Fomento amplió a más de 3 kilómetros una vía contínua prácticamente desde León.

Además, en esta carretera, para superar estos obstáculos, los conductores tienen que afrontar uno de los peajes más caros de España en la alternativa de la AP-71, la autopista León-Astorga. En esta autopista aún se siguen esperando noticias de la entrada en vigor del acuerdo entre el Gobierno y la Junta de Castilla y León para bonificar la misma para el transito vehículos pesados, que pasaría a ser obligatorio. Una medida que al tiempo que aligeraría el tráfico por la N-120 e hipotéticamente reduciría la alta siniestralidad de esta carretera, provoca quejas en las empresas de transporte, a las que se forzaría a pasar por el peaje incluso aunque éste sea más reducido.

Otras carreteras nacionales leonesas con las características para que les afecte la rebaja de la limitación de velocidad son la N-630, es decir, la carretera nacional que llega desde Benavente hasta León capital o que desde la ciudad continúa hasta Asturias hacia el Puerto de Pajares; o la antigua N-VI desde el sur de la provincia y camino de Galicia, atravesando la comarca del Bierzo. En ambos casos existe al menos la alternativa de una autovía (la A-66 en el primer caso y la A-6 en el segundo).

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