¡Socorro! Estamos atrapados en la inmediatez

Foto: pixabay.com

El miércoles 13 de marzo tendrá lugar en Cepteco una nueva charla-coloquio gratuita con el título ¡Socorro! Estamos atrapados en la inmediatez y la llevará a cabo el Dr.Javier Montero, médico de Familia / Atención Primaria del SACYL, a quien entrevistamos:

¿La inmediatez atrapa?

Así lo creo. Es un signo de los tiempos que corren. No hay más que mirar alrededor para comprobarlo. Y algo que en sí mismo resulta beneficioso, en tanto que nos permite disfrutar de lo que deseamos o necesitamos sin demora, se puede convertir en algo perjudicial cuando llega a condicionar nuestras conductas y nuestro modo de ser hasta el punto de exigir esa misma inmediatez para aquello que, sin embargo, demanda un ritmo diferente.

¿En qué nos beneficia la inmediatez?

Hoy en día se pide, y aún diría más, se exige, para muchos ámbitos de la vida cotidiana: todo aquello que está relacionado con la comunicación y la información, especialmente en el mundo digital, por lo demás tan dominante y tan relacionado con este tema; a nivel laboral, tanto a la hora de acceder a un trabajo como para desarrollar las diversas posibilidades del mismo; a nivel del mundo del ocio y tiempo libre, con un marco casi infinito de posibilidades que se ofrecen casi instantáneamente al potencial usuario; a nivel de los servicios públicos, para los que se demanda como criterio de eficiencia. En definitiva, prácticamente cualquier ámbito de la vida cotidiana. Deseamos tener algo, disfrutar de algo... y lo deseamos para ya. Y ciertamente, la inmediatez ha mejorado la vida de las personas. Pero parece que también está exigiendo su precio, modificando nuestras conductas, y no siempre para bien.

¿En qué sentido puede resultar perjudicial?

Nos aleja de la realidad, cuando nos acostumbramos a demandarla incluso para aquellas situaciones en la que no es factible ni recomendable. Nos impide tener la perspectiva necesaria para analizar asuntos que requieren análisis y sosiego llevándonos a cometer errores al evaluarlos. Nos hace impacientes, cuando las diferentes respuestas no se acomodan a este ritmo. Nos crea ansiedad, cuando nos hace estar casi permanentemente expectantes de nuevos estímulos.

Puede que esté empezando a alterar nuestra capacidad de disfrute de situaciones como la lectura de un libro, el visionado de una película, la contemplación de una obra pictórica o de un paisaje... Si todo empieza a pasar delante de nuestros ojos como en una pantalla de un teléfono inteligente, apenas nos deja tiempo de meditar acerca de cualquier asunto cuando el siguiente estímulo ya está presente. Posiblemente también, esta “sobreexposición” a estímulos nos esté conduciendo a cierto grado de insensibilidad. También a nivel de las relaciones entre personas, creo que tendrá consecuencias.

¿De qué tipo?

La inmediatez exige su precio: un adolescente absorto en su pantalla y que le demanda atención permanente y respuestas inmediatas, difícilmente va a responder de forma adecuada a una observación paterna sobre el tiempo de uso de la misma o la necesidad de hacer su tarea cotidiana. Unos padres enfrascados en la exigencia de la inmediatez, ya sea a nivel laboral o social, pueden llegar a desatender aspectos de comunicación imprescindibles entre ellos mismos y con sus hijos. Situaciones como familias “reunidas” en las que cada elemento individual está pendiente de su aparato tecnológico no son infrecuentes.

¿Qué puede hacerse entonces?

Al igual que en la pasada edición de charlas-coloquio, al hablar de las nuevas tecnologías y su impacto en la sociedad de hoy, la clave está en comprender que las bondades que la inmediatez nos ofrece no deben alejarnos de la necesidad de poner un punto de reposo en nuestras vidas, que por lo demás, será completamente necesario para la realización de un trabajo bien hecho, la adquisición de cualquier habilidad perdurable, la comprensión y la toma de decisiones sobre lo que a nuestro alrededor sucede, las habilidades comunicativas... Todo ello requiere tiempo y reflexión. Aprender a ubicar este enfoque en nuestra cotidianeidad será el objetivo principal del encuentro.

Puede reservarse plaza para acudir a dicha charla-coloquio llamando al teléfono de Cepteco a partir de esta semana.

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