El Ayuntamiento de León propone ahora un plan anticontaminación con información ciudadana y posibles cortes de tráfico

Estación de medición de contaminación en el barrio de Pinilla, en León capital.

Antonio Vega

Aunque el Ayuntamiento de León ha negado problemas de contaminación en la ciudad de León en las últimas semanas, achacándolo a un problema “puntual”, este martes la comisión de Urbanismo ha aprobado con los votos favorables de PSOE, PP y Ciudadanos y la abstención de Podemos e IU un 'Protocolo de actuación ante el aumento del nivel de ozono en la atmósfera'.

Se trata del primer documento, de apenas 9 páginas, en el que el consistorio leonés se toma en serio el asunto de la contaminación, pese a ser requerido en 2016 por el Defensor del Pueblo para que explicara las medidas que adoptaba ante la contaminación, sin que hubiera un protocolo conocido antes.

Este documento, que pasa ahora a exposición pública antes de su aprobación definitiva, contiene medidas “Cuando se superan los umbrales de información o alerta a la población en el municipio”, por los que “el Ayuntamiento de León difundirá en los medios de comunicación, lo antes posible, las medidas que debe adoptar la población para evitar efectos”.

Pero el protocolo se centra sólo en el ozono troposférico y no en los otros componentes de contaminación que se miden en las dos estaciones de control ubicadas en el Coto Escolar y barrio del Crucero, cuyos datos se pueden consultar aquí, como el dióxido de nitrógeno (NO2) o las partículas en suspensión (PM10 y PM25). Precisamente estos dos componentes son los que se usan en otras ciudades como Madrid o Valladolid como parte de sus protocolos de actuación por contaminación, pero en el caso de León se quedan fuera.

Las concentraciones de ozono troposférico (O3) se han convertido en un problema en Castilla y León, hasta el punto que la ausencia de planes de actuación costó una condena al Gobierno autonómico tras una denuncia de Ecologistas en Acción.

El texto propuesto por el Ayuntamiento de León recoge medidas como avisos a la población para que los colectivos especialmente vulnerables puedan tomar medidas, incluyendo información a la gente que practica deporte en parques del aviso por alta concentración de ozono. Si se superaran los niveles de alerta a la población incluye restricciones de tráfico aunque sin detalles específicos de cómo ni donde se haría, “Se valorará por parte de las autoridades municipales, la conveniencia de reducir el tráfico de vehículos”.

En lo que llevamos de año el problema de contaminación en la ciudad de León ha sido por culpa de otro contaminante no previsto en este protocolo, como son las partículas en suspensión PM10. Hasta en 4 días se han superado los límites recomendados este año de PM10 debido a la coincidencia de varios días de alta estabilidad atmosférica, aunque el Ayuntamiento ni informó ni tomó ninguna medida como si hicieron otros sitios como Valladolid. Claro está que no había ningún protocolo específico más allá de las normativas generales, que en todo caso si podrían aplicarse.

Las mediciones de la ciudad de León en contaminación están en entredicho desde hace años debido a las ubicaciones de las dos estaciones, una en el Coto Escolar y otra cercana a la Glorieta de Pinilla, movida hace unos años unos metros para ajustar sus parámetros.

Este martes se ha conocido precisamente un informe científico que aegura que la contaminación ambiental causa 800.000 muertes al año en Europa, el doble de lo considerado hasta el momento y con un índice de mortalidad por encima del tabaco.

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