Recuperar la ilusión perdida en las urnas

Carlos S. Campillo / ICAL El usuario del Centro Ocupacional de Asprona en Quintana de Raneros, Ignacio López, participa en un simulacro de votación organizado por el centro

J. Benito Iglesias/ Ical

Para Ignacio López, de 48 años y residente en un piso tutelado de León, el próximo 28 de abril no será un día cualquiera. En uno de los simulacros previos en un escenario que recrea un colegio electoral, repite cada uno de los pasos necesarios para poder volver a ejercer su derecho a votar. El lugar elegido es una sala de la sede del centro Asprona en la localidad leonesa de Quintana de Raneros, donde unas 200 personas con discapacidad intelectual que trabajan en talleres ocupacionales ensayan todo lo preciso hasta depositar las papeletas elegidas en la urna.

“Estoy muy ilusionado por volver a la cabina a coger las papeletas y el sobre correspondiente y me he fijado en todo lo necesario para depositar mi voto. Nos viene bien que nos enseñen y den explicaciones de todo tipo. Me gusta hacerlo para aprender como lo hago en el trabajo”, señala a Ical ante la atenta mirada de los monitores que comprueban que conoce el proceso perfectamente, al tiempo que recuerda que no se le permitió votar en los últimos ocho años, aunque previamente sí pudo hacerlo en dos ocasiones cuando residía en Villamanín, “en las escuelas que había allí”, dice.

Ahora recuperará ese derecho junto a otras 10.000 personas con discapacidad intelectual o problemas de salud mental en Castilla y León. En las próximas elecciones del 28 de abril devolverán a las urnas personas de este colectivo aunque tengan modificada su capacidad jurídica. La reforma de la Ley Orgánica de del Régimen Electoral General (Loreg) de diciembre de 2018 permite recuperar el sufragio a quienes, aún contando con capacidad cognitiva, estuvieron sometidas a un procedimiento de incapacidad y se les otorgaba un tutor al no poder administrar sus bienes u otros motivos una vez que fallecen sus tutores legales, que son los padres por la patria potestad.

Ignacio indica asimismo que cuando pudo votar con anterioridad por primera vez en unas elecciones no tuvo grandes problemas para hacerlo. “En el colegio electoral me atendieron bastante bien en cuanto la información que necesitaba”, resume, y matiza que pudo optar por el partido político o el candidato que quiso. “Nadie me dijo a quién tenía que votar en ningún momento y fui yo el que tomó la decisión”, señala con vehemencia.

Información más clara

Respecto al proceso que se debe seguir aún lo considera “un poco difícil” y solicita que la explicación de todo los pasos que se deben dar “sea todavía más clara”. También pide que se pueda tener información de los partidos políticos y sus programas a través de la denominada 'lectura fácil', con textos sencillos y comprensibles para las personas con discapacidad intelectual, tal y como ocurre en los temas para las oposiciones públicas que se convocan para el colectivo.

Ignacio López sostiene que le parece “injusto” que se limitara por mandato judicial su derecho al voto cuando ya lo había ejercido antes, y concreta que tiene “muchas ganas” de poder volver a las urnas. “Soy una persona activa, nada aburrida y me gusta hacer cosas en la vida”, asegura, y significa que su deseo es que la opción política por la que finalmente se decante “se preocupe un poco más de las personas con discapacidad”.

Al respecto, concreta que se informa todo lo que puede para poder tener claro a qué partido votar en las próximas elecciones: “Lo hago viendo la televisión especialmente y en el rato que paso en el bar con amigos, aunque de política no es de lo que más hablamos en nuestras conversaciones”.

Principales reivindicaciones

En la campaña reivindicativa 'Mi voto cuenta. La política también puede ser fácil' del colectivo Plena Inclusión s dan una serie de sencillas recomendaciones a las personas con discapacidad intelectual y se recuerda que si tienen alguna duda pueden preguntar a los miembros de las mesas o a los policías que están en el colegio electoral, quienes le indicarán lo que tiene que hacer. También solicitan una señalización adecuada en los colegios y a los partidos políticos se les pide el uso de la herramienta de 'lectura fácil' para hacer sus documentos más fáciles de entender y accesibles.

Otros colectivos como la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (Predif) recuerdan que el derecho a la participación política está reconocido en diferentes tratados y fundamentalmente en la Constitución Española, en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad y como legislación de desarrollo en el Real Decreto 422/2011, de 25 de marzo, por el que “se aprueba el Reglamento sobre las condiciones básicas para la participación de las personas con discapacidad en la vida política y en los procesos electorales”.

En ese sentido desde Predif apuntan que si una persona con discapacidad es elegida para participar en la mesa electoral debe saber que, si puede acudir a realizar esta función pública, tiene derecho a que se realicen los ajustes razonables que sean necesarios para garantizar y hacer efectiva su participación.

También explican que los ayuntamientos son quienes deben velar para que los locales electorales sean accesibles y que todas las personas puedan ejercer su derecho al voto en condiciones de igualdad. Así, como mínimo se deberá garantizar el 'voto braille' al ser solicitado por las personas con discapacidad visual y que los itinerarios sean accesibles y con adecuada señalización de las secciones y mesas electorales. Igualmente, se debe asegurar que el entorno urbano donde se encuentren los locales también sea accesible y si el local electoral designado no lo fuera se puede reclamar previamente ante el ayuntamiento o ante la Junta Electoral Provincial.

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