La Catedral de León cuenta con sistemas de control de humo y una brigada que revisa el edificio diariamente

Catedral de León.

M.B./ ICAL

Más de medio siglo después del incendio que sufrió la Catedral de León, la 'joya' leonesa cuenta hoy con medidas materiales, “como controles anti humo que se revisan en todo momento y cámaras de seguridad”, pero también con medios personales, ya que “hay una brigadilla que revista constantemente el edificio cada día”.

Así lo aseguró hoy a Ical, el deán presidente del Cabildo de la Catedral de León, Antonio Trobajo, que prefirió ceder la palabra al administrador de la misma, Mario González, para que profundizase en los medios técnicos.

Mario explicó que el edificio cuenta con medidas anti humo, así como otras para detectar robos y cámaras de seguridad, todo ello conectado constantemente a una central de alarmas, que ante el mínimo aviso llaman para informar. “Hay veces que cuando están planchando las ropas en la sala de planchado han llamado desde Madrid para alertar de la presencia de humo”, apunta.

Sin embargo, ante la existencia de un incendio, el administrador aseguró que la cubierta de la Pulchra Leonina es metálica, mientras que la estructura es de piedra, por lo que “se verían afectados solamente el coro, el retablo y los bancos”, que son de madera.

Por su parte, el responsable de servicio de los Bomberos de León, Alberto García, aseguró que en estos momentos no existe un plan de emergencia como tal para actuar ante un nuevo incendio en la Catedral de León, pero es la experiencia previa la que les hace “perros viejos”, de manera que nunca olvidarán que “está construida con una piedra de origen volcánico que tiene la particularidad de pesar poco y ser muy resistente al calor y al fuego, mientras que la desventaja es que si se le echa mucha agua, esa piedra es porosa y lo que hace es cargarse de agua, con riesgo de poder llegar a derrumbar las bóvedas”.

“Ayer, cuando veíamos en la televisión lo que estaba pasando en la catedral de Notre Dame de París, sabíamos que las bóvedas se derrumbarían y todo se caería, porque si calientas piedra y la enfrías de repente, depende de sus propiedades, pero lo más probable es que se raje”, puntualizó el bombero.

Para García “es necesario elaborar un plan general para que todo el mundo pueda saber cómo hacer frente a sucesos en edificios de estas características”, aunque “bien es cierto que en España se prepara para este tipo de situaciones, especialmente a la hora de evacuación de obras de arte”, de manera que “en el caso de que se produzca una emergencia, se pueda sacar todo lo que haya de valor”, mientras que “en la Catedral de León, hace 53 años, fueron los seminaristas quienes sacaron todos los códices y libros del archivo y todas las piezas de valor y las trasladaron al Obispado”.

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