León se mantiene como el principal nicho del negocio de la biomasa en la Comunidad

Eduardo Margareto/Ical

Ical

El negocio de la biomasa sigue en auge en Castilla y León, con una tendencia que en general se mantiene en todas las provincias de la Comunidad. Los mayores desarrollos en el último año se dieron en el caso de las provincias de Valladolid y Palencia, que crecieron por encima del 25 por ciento para generar un volumen de negocio de 18,6 y 14,1 millones de euros respectivamente. De esta forma, se acercan al liderato que en volumen de negocio mantienen León y Burgos, con más de 23 millones de euros, a pesar de que el sector cayó en esta última provincia en casi un 17 por ciento en el último año.

Al igual que en Burgos, el negocio de la biomasa también decreció en el último año en la provincia de Soria, en un 8,4 por ciento, hasta generar un volumen de negocio de 13,7 millones. En el resto de las provincias la tendencia fue positiva, de forma más llamativa en Valladolid y Palencia, seguidos de León, con un 13,6 por ciento (23,3 millones de euros), o un 12 por ciento en Segovia (15,4 millones). Crecimientos más modestos se registraron en Zamora, con un siete por ciento (9,9 millones), 5,7 por ciento en Ávila (11,3 millones) y un 3,2 por ciento en Salamanca (16 millones).

Esta mayor apuesta por la biomasa también se refleja en el empleo que el sector genera en la Comunidad, donde creció en 165 empleos hasta los 1.694, pero también en cada una de las provincias. Aunque la mejoría fue generalizada, fue más destacado en el caso de León, donde el año pasado se generaron 32 puestos de trabajo relacionados con el sector, hasta llegar a los 271; en Valladolid creó 26 empleos, hasta alcanzar los 206; y en Palencia el crecimiento fue de 20 empleos, hasta los 164.

Burgos se mantiene como la segunda provincia con mayor empleo relacionado con la biomasa, con 252 empleos (13 más que un año antes), seguida de Salamanca, con 184 (17 más en 2018); 172 en Segovia (18 más), 168 en Soria (once más); 147 en Ávila y 130 en Zamora, en ambos casos con 14 empleos nuevos en el último año.

Así lo pone de manifiesto el Informe Anual del Observatorio de la Biomasa elaborado por la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) y recogido por Ical. Según este informe, Castilla y León alcanzó el año pasado un volumen de negocio de 145,4 millones de euros, un cinco por ciento más que en 2017, y creció 1.694 puestos de trabajo, de los 9.606 que tiene el sector en todo el territorio nacional.

Castilla y León se posiciona en el segundo lugar más relevante a nivel nacional en lo que al negocio de la biomasa se refiere, tan solo por detrás de Andalucía, que el año pasado experimentó el mayor crecimiento nacional, de un 21,4 por ciento, hasta alcanzar una cifra de negocio de 177 millones de euros. En este caso, la Comunidad andaluza también lideró el número de puestos de trabajo acumulados durante el año, con un total de 1.945.

En total, el número de equipos de biomasa en funcionamiento en Castilla y León el año pasado fue de 44.755, lo que supuso un crecimiento de casi el 21 por ciento, el mismo aumento que se ha registrado en casi todos los territorios provinciales. El mayor número de equipos se encuentra en León, con 7.605, y a mucha distancia se encuentran las provincias de Valladolid (5.333), Salamanca (5.300) y Palencia (5.279). Les siguen Burgos (4.830), Segovia (4.610), Zamora (4.255), Ávila (4.208) y Soria (3.335).

Estos equipos generaron una potencia nominal de 1.529,7 megavatios, un 10,4 por ciento más que el año antes. Burgos y León lideraron esta generación eléctrica, con 220,7 megavatios cada una, mientras que Valladolid generó 202,7 megavatios y Salamanca 178,2. Por detrás estuvieron Segovia, con 169; Palencia, con 153 megavatios; Soria, con 147,1; Ávila, con 119,8 y Zamora, con 118,5.

Por último, el empleo de biomasa permitió la reducción de 870.615 toneladas de CO2, el equivalente a la circulación de 580.410 vehículos. Por provincias, las emisiones reducidas fueron casi 156.000 en León (103.962 vehículos); 130.076 en Burgos (86.717 vehículos); 105.947 en Valladolid (70.632); y 104.165 en Soria (69.443 vehículos). La reducción de emisiones fue de 89.088 toneladas en Salamanca (59.392 vehículos); 87.661 en Segovia (58.440); 71.406 toneladas en Ávila (47.604); 71.376 en en Palencia (47.584) y 54.953 toneladas en Zamora (36.635).

Buenos datos

El presidente de Avebiom, Javier Díaz, calificó como “muy buenos” los datos registrados, tanto a nivel autonómico como en las provincias, y evidenció el “potencial” con el que cuenta la Comunidad en la materia, algo que se ve acompañado por la climatología benévola y por la abundancia de biomasa, además de unas instalaciones “punteras” a nivel nacional. Aunque el avance de todas las provincias es evidente, Díaz resaltó los datos de León, Soria o Burgos, que son aquellas que tienen mayor potencialidad y se han erigido como “las más potentes”.

Aunque podría avanzarse “más deprisa” en materia de biomasa, Castilla y León sigue en las posiciones de cabeza a nivel nacional, también en materia de empleo, algo relevante no solo por el número de puestos de trabajo que genera, sino especialmente porque estos son “estables y de calidad”.

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