Centrales hidroeléctricas centenarias: modernización o cierre para las aguas que expandieron la luz en León

Central Hidroeléctrica de Lugán

Antonio Vega

En los últimos años en la provincia de León varias concesiones de producción hidroeléctrica han ido caducando al vencer los contratos que impulsaron de forma definitiva en las primeras década del S. XX la llegada de la electricidad a los rincones más remotos de la provincia.

Uno de lo casos más curiosos es el de la empresa lacianiega más longeva en funcionamiento, Hidroeléctrica La Prohida SA, una sociedad que lleva más de un siglo generando electricidad aunque el salto más antiguo que tenía, cuya concesión databa de 1916, caducó en el año 2018.

En la última semana otras dos (casi) centenarias concesiones hidroeléctricas han sido noticia vía Boletín Oficial de la Provincia, en un caso para comunicar su nueva explotación y en otra para poner fin, al menos de momento, a su existencia.

La compañía Naturgy Generación (antigua Gas Natural Fenosa) ha solicitado a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil el desmantelamiento del Salto de Fontoria, ubicado sobre el río Cúa en el municipio de Fabero en la comarca del Bierzo. Este salto databa de 1923 cuando fue autorizado a José González Flores como propietario de Hidroeléctrica de Fabero, como explica la investigación de Jorge Magaz sobre el paisaje eléctrico del medio y alto Sil.

Este salto llegó a proporcionar electricidad a las localidades de Fontoria, Fabero, Sésamo, Vega de Espinareda, El Espino, Finolledo, San Pedro, Ocero, San Juan, Cueto, Magaz, Arganza, Quilós, Cacabelos, Camponaraya, Fuentesnuevas y Ponferrada. La sociedad fue luego comprada por la histórica compañía Eléctricas Leonesas Sociedad Anónima (ELSA), auténtica impulsora de la electrificación en León, que se integró en 1972 en Unión Eléctrica (luego Unión Fenosa).

Naturgy ha presentado una “solicitud de autorización para el desmantelamiento del aprovechamiento hidroeléctrico en el río Cúa, en el término municipal de Fabero”, que ahora entra en fase administrativa para su autorización. Fuentes de Confederación han explicado que la caducidad de este salto se debe a que lleva tres años sin uso, por lo que procede la cancelación de la misma según la normativa. Como consecuencia de ello la eléctrica pide su desmantelamiento, aunque con su reversión al Estado éste podría, si se estima, volver a sacar a concurso público la concesión.

Nuevo concesionario para el salto hidroeléctrico de Lugán

Y la readjudicación de una histórica concesión hidroelectrica es lo que ha ocurrido en la otra punta de la provincia. El salto eléctrico ubicado en Lugán (Vegaquemada), que explota aguas del río Porma, volverá a funcionar después de su reversión al Estado y la resolución del concurso público que sacó la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para su nueva explotación. Esta concesión, que data de hace más de un siglo, llevaba inactiva desde 2015 cuando Iberdrola la cerró al caducar la misma y perder en los tribunales su intención de explotarla más años.

En el 2018 la Confederación convocó el concurso, adjudicado a la sociedad Operación y Mantenimiento de Minicentrales Hidráulicas SA, un operador independiente domiciliado en Madrid que gestiona 20 centrales hidroeléctricas en España y Portugal y factura más de 25 millones de euros anuales. Se impuso en el concurso ante una oferta de otras siete empresas, de las que se excluyeron 3 por distintos motivos en la fase previa a la apertura de sobres.

Durante los próximos 17 años la central hidroeléctrica de Lugán volverá a ser explotada por esta sociedad, momento en el que volverá a revertir al Estado. La vieja concesión se otorgó en 1912 a una empresa llamada León Industrial, aunque anteriormente ya la tuvo un hombre llamado Francisco Sanz, pero que nunca la llegó a explotar.

Confederación inició en el 2012, 100 años después de la autorización, el expediente de reversión de la concesión pero la eléctrica Iberdrola acudió a los tribunales, que dieron la razón al órgano que gestiona las aguas sobre la caducidad, 25 años más de los inicialmente 75 previstos.

El precio que deberá pagar la nueva concesionaria es un fijo anual de 25.500 euros más 8,25 euros por MWh producido. Teniendo en cuenta que la central produjo en 2014 un total de 4.884,467 MWh supondrá un desembolso adicional por producción anual en torno a los 40.000 euros.

Entre las medida que debe adoptar la nueva concesionaria están la construcción de un paso para peces en el azud de captación, la modernización del sistema de control de la central o la instalación de un sistema de alarma antirrobo.

Nuevos proyecto hidroeléctricos

El aprovechamiento de aguas para la generación de energía eléctrica tiene en los últimos años una nueva vertiente, que es generar electricidad a partir de las aguas de las antiguas explotaciones mineras, lo que se denomina 'Central depuradora reversible', ya que se supone que además de generar electricidad mejorarán la calidad de las aguas mineras antes de su vertido al río.

El último proyecto con autorización ambiental favorable es una 'Central depuradora reversible del Rio Cúa', que afecta a los municipios de Berlanga del Bierzo, Fabero y Vega de Espinaredo al aprovechar las aguas procedentes del drenaje de la depuración de las aguas de drenaje de las minas Alicia y Julia.

El otro proyecto en estudio aprovecha las aguas de la Mina Navaleo en el Bierzo Alto, mediante la “Construcción de una central hidroeléctrica reversible-depuradora y su línea de evacuación mediante el aprovechamiento hidroeléctrico de las aguas procedentes del drenaje de la mina Navaleo y su depuración aprovechando los fenómenos físicos que se dan en la central (agitación, oxigenación, aireación, precipitación y decantación en los depósitos)”. El presupuesto de este proyecto es, según sus promotores, de más de 300 millones de euro de inversión y está pendiente de autorización.

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