Rogelio Blanco presenta en San Isidoro su libro sobre las Cortes de León de 1188

Rogelio Blanco Martínez en una conferencia en León.

León homenajea hoy al principal artífice de que la Unesco convirtiera a León en la que ahora se conoce como Cuna del Parlamentarismo. Rogelio Blanco Martínez, que fuera director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, presenta hoy su libro sobre Las Cortes Leonesas de 1188 a partir de las 19 horas en la Colegiata de San Isidoro, el mismo lugar donde hace 832 años se celebró el hito del voto estamental del pueblo llano por primera vez en la Historia.

Blanco comentará su trabajo sobre el hito llevado a cabo por Alfonso IX de León este 23 de enero en la Sala San Isidoro de la Colegiata del mismo nombre acompañado por el alcalde de León, José Antonio Diez, el abad de la Real Colegiata, Francisco Rodríguez Llamazares, y José María Hidalgo. La entrada a la sala de conferencias se realizará por la entrada de la plaza de Santo Martino.

Da la casualidad, o la intención que se elige justo un día después del aniversario de la muerte de Fernando II de León, que dejó al adolescente Alfonso en una situación tan precaria que su Curia le aconsejó recordar a los romanos y abrir la capacidad de decisión a los ciudadanos de las ciudades, que ya acudían con voz a las Curias como la del Fuero de León en 1017, para que pudieran tener derecho a voto. Es decir, que León terminó adelantándose al Renacimiento y siendo el primer lugar en Europa en que el pueblo llano pudo ponerse a nivel de eclesiásticos y aristócratas. Cosa que fue copiada por todos los reinos cristianos en el siguiente siglo y medio.

El libro también tiene la leyenda 'Pro utilitate regni mei', que se refiere a que el propio Alfonso IX consideraba los Decreta de 1188 “de gran utilidad para mi reino”. En el acto, además, se hará entrega a la directora del Archivo Histórico Provincial, Eva Merino, de documentación original del Catastro de Ensenada relativa a San Andrés de Montejos.

El verdadero artífice de 'León, Cuna del Parlametarismo'

Rogelio Blanco fue el verdadero artífice de que los Decreta de las Cortes de 1188 fueran calificadas como Cuna del Parlamentarismo. Él, y no otro, recopiló la documentación precisa para que los Decreta de Alfonso IX lograran el reconocimiento de Memoria de la Humanidad de la Unesco. Fue después de conseguirse cuando la mayoría de los políticos leoneses se sumaron al reconocimiento, aunque aún costó en los españoles, como demostró Mariano Rajoy al dar todavía primacía a las Cortes Inglesas en un viaje de Estado al Reino Unido en diciembre de 2017, por lo que tuvo que pedir perdón.

Un complicado proceso que sólo su tenaz disposición consiguió llevarse a cabo, rompiendo todas las convenciones que lo ortorgaban a las anglosajonas Cortes de Westminster y a la Carta Magna de Juan sin Tierra (que en realidad eran una Curia Regia, como las que se llevaban haciendo en el reino asturleonés desde el siglo IX y no muy diferente de la de los Fueros de León de 1017, con la presencia sólo de nobles y eclesiásticos con derecho a voto. Mucho antes de lo que también defienden erróneamente los separatistas catalanes con Puigdemont al frente diciendo que sus cortes son las más antiguas de europa.

Blanco defiende también que León tendría grandes posibilidades de albergar un Observatorio europeo de estudios y análisis sobre la importancia de la democracia y la manera de luchar contra el nacionalismo, la xenofobia y los populismos. Además de defender que León aún tiene varios documentos únicos que pueden obtener el título de Memoria de la Humanidad de la Unesco, como los propios Fueros Milenarios de 1017 que completarían el camino hacia la creación de las Cortes del Antiguo Régimen mediante voto estamental por Estados.

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