León, creer para vencer

Concentración por la autonomía de León. Foto: Carlos S. Campillo / ICAL

David Díez Llamas

Diríamos que son muchos los campos en los que se aplica el principio que da título a este artículo. Uno de ellos es en la medicina en la que los profesionales sanitarios se esfuerzan en trasmitir a los enfermos la confianza suficiente para que pongan los recursos anímicos que ayuden a superar sus padecimientos. Es también el entrenador deportivo que estimula a sus pupilos para que salten al campo de juego en la confianza de que pueden vencer. Podríamos seguir con ejemplos que se extenderían al campo de la empresa, de la cultura... en general de la vida.

Todos hemos sido testigos de que personas que teniendo importantes carencias físicas eran capaces de logros insospechados. Hemos visto, por ejemplo, personas que podían circular con una bicicleta aunque eran ciegos o les faltaba una pierna. También aquí podríamos contar muchos casos en distintas disciplinas, pero seguro que el lector los conoce y no vale la pena insistir en ellos. Todo ello son demostraciones de que la fuerza mental es capaz de superar las limitaciones físicas. Lo complicado será alcanzar ese nivel de fuerza mental, ese convencimiento en las propias posibilidades y ese deseo de alcanzar la meta que te has propuesto.

Habrá en cada caso un punto de partida que puede ser mejor o peor según cada circunstancia, pero que no es determinante en lo que puede ser el final, el objetivo que se pretende alcanzar. Será fundamental entonces fijarnos en la meta y en los medios para poder alcanzarla, antes que resaltar nuestros males y en nuestras carencias.

¿Son aplicables estos principios también al plano social? Yo pienso que sí. Una sociedad que cree en sus posibilidades está en muchas mejores condiciones de afrontar su futuro.

¿Y en la Región Leonesa? Pues creo que no es una excepción. Frente a aquellos que nos dibujan escenarios de resignación en una situación no deseada, otros apostamos por la ilusión como motor y en “creer para vencer”.

El escenario social leonés efectivamente nos puede dibujar una sociedad envejecida, en declive económico y demográfico, que no cuenta con suficientes recursos de poder...

Este es el punto de partida, que desde luego no es bueno.

Sin embargo desde situaciones complicadas hay ejemplos de personas, empresas o medios sociales que han sabido superarse, que han creído en ellas mismas y en las metas que se han fijado. Nos han dado lecciones de vida de que lo imposible no es más que una barrera mental que ellos han sido capaces de superar. ¿Cuántas veces hemos podido escuchar frente a las aspiraciones leonesistas el “no se puede”?. No hay debate sobre si una opción es mejor que otra, la propia evolución de la Región Leonesa en este marco autonómico hace muy complicado que alguien sostenga que la inclusión en Castilla y León ha sido beneficiosa. Entonces el debate se establece entre la resignación con esa situación o la aspiración de alcanzar la meta que suponga contar con un marco autonómico propio.

Creer en las posibilidades es esencial para vencer, para conseguir los objetivos. Lo es en cualquier campo y también en el social. La capacidad para superar las dificultades estará en buena medida asociada a la fuerza de voluntad y a la ilusión por lograr un determinado objetivo.

Perseverar es una condición indispensable. Nadie alcanza una meta personal o social sin un esfuerzo continuado en el tiempo. Tampoco es posible alcanzarlo esperando que sean otros los que trabajen para lograr ese objetivo mientras “se miran los toros desde la barrera”.

El camino hacia la victoria no se alcanza a través de la senda de los lamentos. Los triunfos (en cualquier campo) generan más adhesiones que las derrotas, algo que se puede ejemplificar perfectamente en el ámbito deportivo. Los logros, aunque sean pequeños, estimulan las esperanzas para intentar seguir avanzando. A veces pienso que nos gusta excesivamente regodearnos en nuestros problemas y estimulamos en exceso el estigma del derrotado.

Hay que hacer conscientes de que la solución a las situaciones, también dependerá de nuestra actitud. No podemos ser sujetos pasivos de nuestro destino, sino motores que impulsen un devenir mejor. Es un hecho demostrado que el esfuerzo ya sea en el campo sanitario o en el deporte es un componente esencial para tener posibilidades de superar las dificultades y alcanzar la meta que cada cual se propone. A la vez hay que considerar que ese esfuerzo se estimula desde la esperanza y la ilusión por lograr un determinado objetivo.

La recompensa es el factor necesario para estimular determinadas conductas en el campo animal y ello se hace extensivo a los seres humanos.

Los hechos nos demuestran que muy pocas cosas son irreversibles y que la superación depende en buena medida de la fuerza de voluntad y la disposición para alcanzar las metas propuestas. Hace falta generar la ilusión suficiente, para desde ella, creer para vencer.

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