La Diputación de León, el consejero Suárez-Quiñones y el alcalde de Valderrey se llevan los premios 'Atila' del 2020

De izda a dcha: Eduardo Morán (Diputación de León); Juan Carlos Suárez-Quiñones (Junta de Castilla y León); y Gaspar Cuervo (Ayto Valderrey)

Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra este viernes 5 de junio, Ecologistas en Acción de la provincia de León ha hecho pública la concesión del 'Premio Atila', que cada año se usa para “distinguir y denunciar a aquellas personas, entidades o proyectos que más hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente”.

El premio tiene dos categorías denominadas 'Atila' y 'Caballo de Atila', además de un accésit en esta competida edición 2020. Además se reconoce la mejor conducta ambiental con el premio “Ecologista”.

El premio 'Atila' del 2020 se lo ha llevado la Diputación de León “por promover la ampliación de la estación de esquí de Leitariegos para innivar, con nieve artificial, más del doble de la superficie actual, construyendo nuevas pistas y telesillas”. Para la organización el proyecto es “Una locura ambiental, climática y económica en la que, con cargo al erario público y sin estudio de viabilidad socioeconómica, la institución provincial pretende invertir más de 7 millones de euros”.

A la hora de otorgar este premio el jurado ha tenido en cuenta el impacto ambiental crítico que tendrá la ampliación de estas dotaciones deportivas deficitarias sobre espacios protegidos de la Red Natura 2000 en dos comunidades autónomas y sobre especies en peligro de extinción del Catálogo Español de Especies Amenazadas. Ecologistas en Acción considera que “esta iniciativa evidencia la falta de perspectiva de la Diputación provincial leonesa ante realidades acuciantes como la emergencia climática o la 6ª extinción masiva de especies”.

El áccesit al premio 'Atila' ha recaído este año en dos cargos políticos de la Junta de Castilla y León: el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suarez Quiñones, y Director General de Medio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz. El galardón se debe “por el lamentable estado de recuperación de los territorios afectados por los grandes incendios forestales que hemos tenido desde 2012, Castrocontrigo, Cepeda Alta, Ponferrada y Cabrera”, además del “permanente silencio y la falta de información sobre los planes de recuperación de esos lugares”.

Por su parte el premio 'Caballo de Atila' del 2020 ha recaído en el alcalde de Valderrey, Gaspar Cuervo, “por apoyar proyectos insostenibles como una explotación avícola intensiva, una macrogranja de porcino en la localidad de Bustos y un megaparque fotovoltaico de 800 hectáreas en los pueblos de 'La Sequeda'.

La organización señala que “Con estos proyectos el galardonado engaña a sus vecinos y traiciona el programa electoral que le llevó a la alcaldía, en el que prometía luchar contra la despoblación, apoyando actividades respetuosas con el medio ambiente que nada tienen que ver con el desarrollismo intensivo que ahora promueve: megaparques fotovoltaicos o granjas industriales mecanizadas que no crean puesto de trabajo y eliminan la posibilidad de que radiquen en su municipio actividades sostenibles (turismo rural y de naturaleza, teletrabajo, comercialización de alimentos en proximidad, etc.) que si fijan población”.

Premio Ecologista 2020

Por su parte el premio a la mejor labor medioambiental de León recae en el movimiento 'Fridays for Future - Juventud Por El Clima León', “como movimiento social, principalmente juvenil, apartidista, democrático, asambleario, horizontal, no-violento, antidiscriminatorio y ecologista profundo que lucha para concienciar a la sociedad y hacer presión política mediante las huelgas y reivindicaciones en las calles, para que la emergencia climática esté en el centro de la agenda y se trabaje para paliar los efectos de las crisis ecológica y climática desatadas por el ser humano”.

Ecologistas en Acción reconoce la labor del grupo de jóvenes “en favor de la justicia climática” y los definen como “una brisa fresca de entusiasmo y esperanza”.

La organización espera que los premios Atila de este año “ayuden a la reflexión sobre los efectos nocivos, ambientales, socioeconómicos y sanitarios que tienen las actividades humanas insostenibles, como la ganadería industrial o la práctica del esquí con nieve artificial”.

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