La Universidad Complutense buscará en septiembre recintos campamentales romanos en Trobajo del Camino

En la foto aérea se puede ver el resto de un vallum campamental en Trobajo. Imagen: UCM.

¿Casi veinte campamentos romanos en Trobajo del Camino? ¿Y un montón de ellos uno sobre otro y en una zona en la que no nunca se determinó que hubiera un asedio? Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, y del CSIC, han documentado un gran complejo militar de época romana en el municipio de San Andrés del Rabanedo, allí donde nadie los esperaría encontrar tan cerca del campamento romano que fue León capital... y no tienen claro qué es, por lo que en septiembre realizarán una campaña de excavaciones para intentar darle expliación.

Los primeros indicios del complejo militar de San Andrés de Rabanedo fueron descubiertos en 2019, a través del estudio de la fotografía aérea, indica la Universidad Complutense en una publicación en su propia página web. Entre los investigadores se encuentra un buen conocedor de la arqueología de Castra Legio, el profesor Ángel Morillo Cerdán.

“En los últimos meses, los investigadores han podido ahondar en el conocimiento del conjunto arqueológico a través de un análisis intensivo con medios de teledetección: fotografía aérea de diferentes fechas, desde los años 1950 hasta la actualidad, y al escáner laser con LiDAR aerotransportado. Esta tecnología permite detectar con gran precisión las más pequeñas alteraciones en la topografía, incluso en zonas de espesa vegetación. La fotografía aérea, permite, además, observar estructuras soterradas gracias a cambios en la cobertura vegetal que son muy difíciles de apreciar desde el terreno”, explica la nota de la Complutense.

El conjunto campamental se sitúa a unos cuatro kilómetros del casco histórico de la ciudad de León, la antigua Castra Legio, que desde el final del siglo I antes de Cristo y se cree que más o menos hasta el siglo V de nuestra era albergó sucesivamente los campamentos de las legiones VI Victrix y VII Gemina. Los restos de los recintos militares de Trobajo del Camino se sitúan justo junto a la vía romana que antiguamente comunicaba Legio y Asturica Augusta (Astorga). A partir de las guerras contra cántabros y astures, en el último cuarto del siglo primero antes de Cristo, el ejército permaneció en el noroeste peninsular hasta el final del Imperio, abordando tareas relacionadas con el control y la organización del territorio conquistado, incluyendo las abundantes explotaciones de oro.

¿Otro recinto fortificado en Villaquilambre?

En 2013 otra arqueóloga creyó encontrar gracias a métodos como el LiDAR una estructura campamental romana en Villaquilambre, pero de la que no se ha podido confirmar nada al no haberse producido excavaciones allí. Puede estar relacionada con todos estos si no fueron realmente campamentos sino estructuras de entrenamiento para saber construirlos a toda velocidad.

De hecho, la descubridora de esta estructura al norte del campamento de las legiones VI y VII –que ocuparía la cuarta parte del campamento de la Legio VII que dio origen a León y con idéntica forma rectangular– , Mónica Castro de Lera, aseguró que no había localizado con esta tecnología por satélite otras estructuras similares alrededor del de verdad. Esto puede indicar que son estructuras de poca duración sin más uso que saber ejecutarlas; y, por tanto, difíciles de localizar aún con la tecnología actual.

¿Un campo de entrenamiento para aprender a construir campamentos?

“Los autores del hallazgo creen que los restos hallados en San Andrés de Rabanedo corresponden a un complejo relacionado con el entrenamiento de las tropas. No sería un espacio empleado para la instalación de unidades militares y tampoco parece relacionado con ningún episodio bélico o asedio”, explica la Complutense.

“Fueron probablemente utilizados como campo de maniobras por las tropas acantonadas en León, la antigua Legio, un gran recinto militar cuyo nombre deriva de este carácter castrense y que llegó a convertirse en la capital militar del noroeste hispano. Los investigadores han documentado varios recintos que aparentemente quedaron inconclusos, algo propio de estas estructuras relacionadas con prácticas de castrametación”, continúa la web de la Complutense.

Autores antiguos como Polibio, Apiano o Séneca y tratados como el de Vegecio o el de Pseudo Higinio, refieren que era habitual que los ejércitos de Roma llevasen a cabo prácticas de construcción de recintos militares. Como cuenta Séneca en sus Epístolas: “El soldado en plena paz se ejercita, sin enemigo enfrente, levanta la empalizada y se fatiga en trabajos superfluos para poder bastarse en los necesarios. A quien no quisieres ver temblando en plena acción, ejercítalo antes de la acción.”

Trabajos en septiembre

Los primeros resultados del estudio se darán a conocer a través de una revista especializada y los investigadores preparan ahora el trabajo de campo que permita ampliar la documentación y contrastar las hipótesis planteadas. Para ello, cuentan ya con el permiso de la Dirección de Patrimonio de la Junta de Castilla y León y prevén poder empezar los trabajos en el mes de septiembre.

En una primera fase se llevará a cabo una prospección superficial, que contará con un georradar 3D que permite detectar las estructuras del subsuelo sin necesidad de llevar a cabo una excavación arqueológica. Esta labor será llevará a cabo por el CAI de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. Los investigadores esperan además poder ampliar el estudio con la obtención de imágenes áreas de mayor resolución.

Los autores del hallazgo son Ángel Morillo (catedrático de Arqueología de la UCM), Almudena Orejas (Profesora de Investigación del CSIC), Brais Currás (investigador postdoctoral del CSIC) y Agostino Nobilini (investigador predoctoral de la UCM).

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