Casado explica que el Hospital de Valladolid “bebe” de médicos de otras provincias porque es “referencia”

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, hoy en rueda de prensa telemática para informar de la situación en la Comunidad en relación a la Covid-19. / Leticia Pérez / ICAL

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, quiso cerrar hoy el debate con el que se ha abierto el Hospital Rondilla, antiguo Río Hortega, con médicos de otras provincias, como publicó iLeon.com. Para ello, explicó que se trata de un centro “de referencia” para toda la Comunidad para atender pandemias y por eso bebe de profesionales de otras provincias, una decisión que va en la línea “de colaboración” de la primera ola de Covid, y que ahora se mantiene. “Siguiendo el principio de solidaridad y colaboración es como nace”.

En este sentido, explicó que la decisión de trasladar a un internistas del Hospital Clínico de Salamanca, al que se le preguntó si quería trabajar en el “hospital de referencia”, se tomó teniendo en cuenta razones como la cercanía y que las cargas y ratios de estos profesionales son similares en todos los centros de Castilla y León.

Por otro lado, precisó que el centro recibió hoy a sus tres primeros pacientes, dos procedentes del Hospital Universitario Río Hortega y un tercero del Clínico Universitario de Valladolid. El Edificio Rondilla está coordinado por el jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario, José María Prieto de Paula, cuenta con 48 camas y está atendido por 98 profesionales.

La plantilla está formada por seis médicos internistas o geriatras, además de un jefe de Unidad de Enfermería, 24 enfermeras para hospitalización, una enfermera para consulta, una enfermera para valoración nutricional, un licenciado especialista en farmacia hospitalaria, un fisioterapeuta, seis técnicos superiores en diagnóstico por imagen, 19 TCAE, cinco auxiliares administrativos, 25 celadores, un técnico especialista en informática y siete operarios de servicios.

Las instalaciones cuentan con dos circuitos de entrada totalmente diferenciados. Por la entrada principal, la de la calle Cardenal Torquemada, entrarán los ciudadanos que acudan al centro por patologías no Covid; y se reservará para los pacientes de coronavirus la entrada de la calle Rondilla de Santa Teresa.

Los ingresos por COVID-19 llegarán hasta el área de hospitalización por un ascensor especialmente reservado para ellos. Y los trabajadores tienen un sistema de vestuario y puertas dobles que garantiza que sus accesos son también completamente seguros.

La planta está, asimismo, equipada con sistemas especiales de ventilaciones, circuitos separados de material limpio y sucio, puertas automáticas con apertura por tarjeta, salidas de emergencia, trituradoras y contenedores de residuos adaptados, cerrajería nueva y medios telemáticos de comunicación con las habitaciones.

Presupuesto de 3,7 millones

Las obras de adaptación de las instalaciones para estas nuevas necesidades sanitarias se han realizado con un presupuesto de algo más de 3,7 millones de euros. En él se incluyen la obra civil; el mobiliario; el equipamiento asistencial, la construcción de baños, adecuación de los sistemas de calefacción, construcción de los vestuarios; puesta en marcha de las medidas de control epidemiológico tales como ascensores, esclusas de separación de los circuitos de limpio y sucio; protección del paciente; modernización de sistemas de agua y bajantes; adaptación informática y otras instalaciones; entre otras.

Casado reiteró hoy que las “bolsas está agotadas” y que el sistema necesita“ de ”mucha reorganización“ y ”utilizar toda la fuerza laboral“ con que cuenta para combatir la pandemia”. “No podemos contratar más médicos”, dijo, de ahí la decisión de trabajar en Mesa Sectorial con los sindicatos para encontrar la fórmula para reorganizar el sistema. En principio, podría pasar, dentro del estado de alarma, por la movilidad geográfica de los profesionales, así como entre especialidades para hacer frente a la crisis sanitaria.

Casado explicó que se trabaja para encontrar las “mejores medidas” y defendió que el sistema tiene mucha “plasticidad”. “En esta fase, tal y como vamos, no va a haber un colapso ni graves problemas, más allá de los son crónicos”, en alusión a las especialidades deficitarias.

La consejera explicó que la solución es a medio plazo, porque un especialista “no se crea de la nada”, si bien volvió a confiar en una “convocatoria extraordinaria y muy bien planificada” MIR y EIR que, como muy tarde, llegue en febrero.

Por último agradeció a todos los profesionales su trabajo, en especial a aquellos que están al 150 y al 200 por cien“, a los que hay que dar ”cierta tranquilidad“ con la reorganización de las plantillas.

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