Una jornada para descubrir los misterios de los templarios en la comarca del Bierzo

El puente de entrada al Castillo de los Templarios de Ponferrada. // César Sánchez / ICAL

La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón fue una prestigiosa organización religioso-militar que existió durante casi dos siglos, entre 1129 y 1312. Aunque su ámbito de actuación fue principalmente Tierra Santa, tuvo una fuerte implantación en Europa y en el Reino de León.

Es más, desde incluso antes de ser creada la Orden del Temple tuvo presencia en León ya que antes de antes de su aprobación definitiva, la condesa Teresa de Portugal les cedió un castillo en 1119 con el beneplácito de Alfonso VII el Emperador, el de Soure, cuando el condado portucalense era aún del Reino de León.

Los templarios tardaron en llegar al Bierzo, pero en 1180 el rey leonés Fernando II les concedió la villa de Ponferrada, que es a día de hoy el lugar donde mejor se puede contemplar la herencia templaria en España, al haberse conservado por completo su magnífico castillo que tiene una estampa de cuento.

¿Pero por qué construir una fortaleza de esas impresionantes dimensiones como la ponferradina? Muchos misterios hay en torno de los templarios, pero la cercanía a la capital del Reino, León, y el descubrimiento de que el Cáliz de Doña Urraca pudiera ser el Calix Domini –el cáliz de Jesucristo, que en la literatura fantástica se identifica con el llamado 'santo Grial'– pudiera explicar su presencia. Aunque la verdadera protección del castillo fuera, precisamente, para evitar que lo convirtieran en un estadio de fútbol.

En todo caso lo que sí se puede ver hoy en día es una impresionante fortaleza que ha sido restaurada para convertirla en el centro de las actividades culturales, educativas y de ocio de la ciudad. Así que se ha invertido mucho dinero para reconstruir el palacio que alberga biblioteca, centro de documentación y sala de conferencias, además de restaurante y cafetería. Es visita obligada, por lo imponente de la plaza fuerte y este es su horario de apertura.

No sólo eso, sino que además se pueden visitar muchas más fortalezas en la comarca, que está repleta de ellos y hacerse una Ruta de los Castillos.

La fortaleza de Ulver: el túnel al castillo de Cornatel

Una estancia que ha dejado, además, muchas más leyendas y mitos sobre la orden templaria, como que algunas personas creen que en el castillo de Cornatel (antes llamado Ulver) pudiera estar enterrada el Arca de la Alianza. O en un subterráneo de Ponferrada, ya que el saber popular habla de un túnel secreto que comunicaba las dos fortalezas.

Cornatel se alza sobre un elevado risco de Priaranza del Bierzo, los templarios lo refortificaron en el siglo XIII, con lo que no disfrutaron mucho de él, ya que en 1308 fueron descabezados por el rey de Francia en un injusto proceso para quitarles todas las riquezas. Aunque en la península ibérica los miembros del Temple no fueran masacrados y sí exonerados de todos los delitos en el proceso de Salamanca de 1310, se tuvo que cumplir la bula papal que los disolvía y éstos se integraron en diversas órdenes militares. Sin embargo, merece muchísimo la pena subir hasta el castillo (aquí el horario de apertura) para disfrutar de las vistas.

Los primeros miembros de esta orden que llegaron a Ponferrada dicen que fueron el maestre Guido de Garda y como el primer comendador Fray Helías en 1178. De ellos destaca el mito de que hallaron en el siglo XIII la imagen de la Virgen de la Encina, patrona de la comarca del Bierzo, en el hueco de una encina. Todos sus misterios han hecho que el Bierzo se considere heredero de los caballeros templarios e incluso en Ponferrada celebran una gran fiesta llamada la Noche Templaria a primeros de julio.

Tampoco hay que olvidar que en el Bierzo se encuentra uno de los patrimonios de la humanidad más espectaculares de toda España. Las minas de oro de Las Médulas, las más productivas del mineral áureo del Imperio Romano. Otra de las razones por las que visitar la comarca berciana, además de su vino, del botillo y de los productos de su huerta: castañas, peras, pimientos, cerezas y manzanas. Lo que le confiere una gastronomía espectacular, incluso de estrella michelín.

¿Serás tú el que encuentre alguno de los tesoros de los templarios en el Bierzo? Al menos la excursión al Bierzo seguro que te merecerá la pena.

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