La planta embotelladora de agua de Folgoso de la Ribera sale a subasta desde 600.000 euros

Embotelladora de Folgoso de la Ribera.

Antonio Vega

La quiebra de la planta embotelladora de Folgoso de la Ribera, que cerró en 2019 tras la implicación de sus dueños en el caso 'Apolonia' de la quiebra de la empresa iDental, tiene un nuevo capítulo. El juzgado de lo mercantil de León que lleva la liquidación de la antigua empresa gestora -Agua Vitaminada N1, SL- ha dictado un auto por el que saca a subasta la unidad productiva, es decir, la fábrica y los elementos necesarios para producir nuevamente agua embotellada.

En octubre de 2018 se producía la detención de varios directivos vinculados al supuesto fondo Weston Hill Asset Management en una operación contra un presunto fraude en la cadena iDental. Fueron enviados a prisión sin fianza Luis Sans, Jaime Carlos Bagur y Enrique Gumiel. Bagur era el administrador único de la sociedad Agua Vitaminada N1, SL desde mayo de 2018, y su entrada en prisión llevó al caos la gestión de la sociedad. Los trabajadores de la planta, 16, acabaron despedidos en noviembre de 2018 tras meses de impagos y mala gestión de la fábrica.

Fue en el año 2016 cuando el fondo de inversión Weston Hill Asset Management anunciaba una inversión millonaria en la provincia de León con la compra del manantial y fábrica de Folgoso de la Ribera al Grupo Pascual, propietario desde 2003 de la planta que explota el manantial de Los Barrancos. A la compra anunciaban una inversión para montar una fábrica de hielo y una línea de producción de agua vitaminada, proyectos que nunca se ejecutaron. Además el fondo compró la patatera Centro AGM de Manipulados de Alimentos en Riego de la Vega al empresario luego imputado en la trama 'Enredadera' Ángel Luis García', que tuvo pleitos con el fondo por impago de las cantidades acordadas.

En octubre de 2019 la Audiencia Nacional nombraba administrador judicial de la sociedad a la firma Deloitte, presentando en junio del 2020 la empresa la declaración voluntaria del concurso de acreedores. El informe de liquidación societario se aprobó en octubre del 2020 y ahora llega la fase de la venta del principal activo de la empresa, la unidad productiva.

La subasta de la fábrica tendrá lugar el próximo 27 de mayo en el Juzgado de lo Mercantil de León. El precio de salida, 600.000 euros que se subirán en pujas de 5.000 euros adicionales de viva voz. Para presentar ofertas hay que consignar 60.000 euros y además aportar documentación de solvencia económica y técnica.

Juicio por organización criminal por un sistema de fraude

La Audiencia Nacional dictó en enero de 2020 auto de procesamiento para 35 personas en la llamada pieza económica del caso iDental, que desvelaba un entramado financiero que logró 54 millones de euros de Bankia para financiar compras empresariales que acabaron quebrando para defraudar el dinero, entre ellas dos en la provincia leonesa.

Todo este entramado criminal, como textualmente lo llama la Audiencia Nacional, fue montado en el año 2015 por los ejecutivos Luis Sans y los hermanos José María y Juan Garrido López, que configuraron una “una organización criminal con el objetivo de obtener multimillonarios beneficios ilícitos mediante actividades falsa”. Entre sus colaboradores estaba el ejecutivo Jaime Bagur y antiguo alto directivo de Bankia, que era el adminsitrador de la empresa embotelladora berciana.

El fondo Weston Hill nació en 2013 y se definía como ·una gestora de vehículos de inversión en activos financieros de alta rentabilidad·, asegurando que eran expertos “en el mercado de reestructuraciones empresariales y gestión de deuda distressed”. La operación 'Apolonia' se desató a partir de las denuncias de miles de clientes a los que iDental dejó sin sus tratamientos al cerrar varias de sus clínicas. Entonces la Policía investigó la creación de un supuesto entramado para desviar los fondos de la compañía, descubriendo luego los movimientos en el resto de sociedades que adquirían.

La operativa, según la Audiencia Nacional era montar una empresa “con la clara finalidad de que los verdaderos artífices y beneficiarios de estas no aparecieran como administradores de estas mercantiles”. Una vez montada la empresa “se elaboraba un documento bancario ficticio mediante el cual se certificaba la existencia de un capital millonario de la sociedad recientemente creada/adquirida en una cuenta bancaria del USB Bank de Zúrich (Suiza). Naturalmente, el documento era falso y el capital inexistente”. Seguidamente realizaban una ampliación de capital de la sociedad mercantil siempre mediante un supuesto desembolso de fondos (también inexistente) por parte otra sociedad pantalla.

Entonces era cuando acudían a Bankia para la obtención de créditos hipotecarios por valor superior a la inversión que se pretendía. Ese dinero servía para comprar las empresas y, a la vez, para “disponer del resto de los fondos otorgados y no utilizados en la compra, para desviarlos a su propio patrimonio a través de sociedades interpuestas mediante transferencias bancarias”.

En el caso de las empresas leonesas afectadas la operativa del fraude era el siguiente. En 2015 crearon la sociedad Agua Vitaminada N+1 para comprar la embotelladora de Folgoso de la Ribera. Para ello ampliaron ficticiamente el capital social de la mercantil en 6 millones euros mediante su supuesto depósito en una cuenta de la sucursal del USB de Zúrich, lo que les permitió solicitar y obtener un crédito hipotecario de 7,5 millone euros de Bankia.

En el caso de la patatera usaron la sociedad Kinlan Business en 2015 para comprar las participaciones de la patatera AGM, a la que luego le cambiaron el nombre por Patatas Naturales Seleccionadas, ampliado el capital por 5 millones de euros, gracias a lo que Bankia les concedio 6,5 milones de euros.

Para conseguir estos fondo la organización criminal lograba que el directivo de Bankia compinchado aceptada valoraciones hinchadas de las empresas. Así la patatera supuestamente valía 4,3 milones y la embotelladora berciana 11,5 cuando según valoraciones independientes en realidad eran 2,7 y 1,4 millones respectivamente.

De los 7,5 millones de euros de la empresa de la embotelladora de Folgoso de la Ribera pagaron 2,75 millones a la Corporación Pascual y otros casi 3 millones de euros fueron pagos a una sociedad inexistente que el juez cree que eran a testaferros de los hermanos Garrido López y Luis Sans. En la empresa usada para comprar la patatera de los 6,5 millones recibidos se pagaron 3,5 a la empresa AGM titular de la explotación patatera, y otros 2,5 y 1,5 millones a empresas y directivos de la trama imputados por el fraude.

En un chat de Whastapp que figura en la operación 'Apolonia' los directivos imputados idearon llevar a las sociedades Agua Vitaminada y Patatas Naturales a concurso de acreedores, “asegurándose no aparecer como responsables y gestionado desde fuera por una sociedad no vinculada a ellos”. Todo ello a que consideraban en las conversaciones de Whatsapp que esas quiebras iban a conllevar numerosas demandas civiles de las que no querían ser responsables.

Ahora la embotelladora de agua de Folgoso de la Ribera espera un nuevo dueño que reactive la actividad de la planta y el empleo asociado tras el turbulento pasado del fondo Weston Hill y su gestión, que acabará juzgada en la Audiencia Nacional.

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