Castilla y León sólo logra retener a 23 de 240 médicos de Familia que acabaron la residencia del MIR este año

El consultorio médico local de Cabornera de Gordón.

Jesús María López de Uribe

El plan para retener médicos de Atención Primaria de la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, que ofreció 240 contratos de máximo tres años a los residentes que terminaban el MIR de la especialidad de Médico de Familia y Comunitaria, ha terminado en un monumental fiasco. Sólo 23 han aceptado firmarlo y, además, sólo para quedarse en dos provincias: Valladolid y León.

Un problema serio para la Atención Primaria del sistema público de la comunidad autónoma, ya que según datos del Colegio de Médicos de Castilla y León, la tasa de reposición de facultativos es inferior a uno; con lo que cada vez es más difícil completar las plantillas y mantenerlas en funcionamiento para sustituir incluso las bajas temporales, lo que se agrava en caso de las zonas rurales.

Precisamente por eso el plan de la consejera de Sanidad era ofertar a los residentes que terminaban sus cuatro años de prácticas contratos de Eventual de Área –de dos años con posibilidad de ampliar a un tercero– para cubrir esa demanda.

Pero la realidad es que menos del diez por ciento lo han aceptado. Y, además, han elegido sólo dos provincias para quedarse: Valladolid, que retiene 17, y León, en la que permanecerán seis. Es decir, que en el resto de las provincias no ha querido firmar ese contrato ningún residente de Famlilia de los que terminaban la Residencia MIR este año.

Lo que no se ha podido precisar desde fuentes de Sacyl es cuántos de ellos que no han querido empleo por dos mas un año han aceptado los contratos de 12 meses de 'Médico de Área' que también tenían a su disposición para firmar. Pero vaticinan que “siendo un contrato de menor calidad, no serán tampoco muchos”.

Buenas condiciones de los contratos

Los contratos estaban 'blindados' por la Gerencia autonómica de Salud durante los tres años de duración por lo que los concursos de traslados no afectarían esas plazas, que tampoco se verían incluidas en comisiones de servicio; además, los médicos que lo firmaran pordrían compaginar estos puestos con la preparación de oposiciones de las ofertas de empleo público que se convoquen.

En concreto, de las 240 plazas de Medicina de Familia y Comunitaria ofertadas por la Junta de Castilla y León cincuenta le hubieran tocado a la provincia de Burgos (la que más y a la que nadie ha escogido ir), seguida de 35 para la provincia de Valladolid –23 para el Área de Salud Este y 14 para la Oeste–, que ha cubierto casi la mitad. León ofertaba 36, 21 para el área de Salud de León y 17 para la de Ponferrada. Seguidas de 31 en Zamora; Ávila, con 27; Salamanca 18; Segovia, 16; Palencia, 15 y Soria, 13.

Los contratos debían haberse formalizado el 1 de junio, para cubrir así los huecos dejados por las vacaciones en la época estival, sobre todo en las zonas rurales. Aparte de no conseguir atraer facultativos a menos del cincuenta por ciento de las plazas ofertadas en Valladolid y la sexta parte en León, el resultado es que, salvo incorporaciones de última hora, en siete provincias ningún residente saliente ha querido quedarse.

Castilla y León, con la mayoría de renuncias de los nuevos MIR

Por otra parte, según un recuento elaborado por 'La Mirilla de Familia', de las 178 plazas ofertadas en centros de salud de Castilla y León para las residencias nuevas de Familia y Medicina Comunitaria en 2021, 12 han sido rechazadas a última hora, el 6,74%; superando en porcentaje a Cataluña, con un 5,75% (aunque sean más plazas abandonadas en número, 21 de 365).

Otras comunidades autónomas tienen 7 renuncias (Andalucía), 5 (Valencia), 4 (Castilla-La Mancha y Extremadura), 2 (Galicia) y 1 (Aragón, Asturias, Baleares, Madrid y Murcia). En el resto (Canarias, Cantabria, País Vasco, La Rioja y Navarra) no las ha habido. En total, en España se han producido 60, un 2,41% de 2.313 plazas.

Un problema muy importante de cara al futuro

Para el presidente del Colegio de Médicos de Castilla y León, José Luis Díaz Villarig, “esto es un problema muy importante porque así no se va a poder recuperar nunca la plantilla de Atención Primaria”.

Para él, el problema de la falta de médicos de Atención Primaria “es muy grave, porque si faltan médicos de familia sufren las urgencias de los hospitales al colapsarse porque la gente no puede ir de forma preventiva a consulta, y también terminan dándose casos más graves impactando en la ocupación de camas”.

Además, destaca que “sobre todo se nota la falta de plantilla en las zonas de difícil cobertura sanitaria, que son las rurales donde además hay una población extremadamente envejecida y se produce una sobrecarga de bajas que provoca que cada ves haya menos facultativos”.

“No es por los sueldos, pero se necesitan otros beneficios específicos para plazas rurales”

Preguntado por qué razón no se quieren quedar los médicos de familia que ya han terminado su rotación en León y en Castilla, y si era por los sueldos, el presidente del Colegio de Médicos autonómico asegura que no es así: “Le puedo confirmar que son de los mejores sueldos de España”. El problema fundamental, según él, estriba en que la mayoría de los que realizan las residencias en los centros sanitarios de Castilla y León “son de fuera, ya que hay menos porcentaje de estudiantes de medicina de Castilla y León que de otras comunidades autónomas. Con lo que al no haber problema para encontrar trabajo ahora mismo, la mayoría se vuelven a su lugar de origen porque tienen asegurada plaza en casi todos los sitios. Es normal, si el trabajo estable lo tienen garantizado en casa con sus padres, su familia y sus amigos... ¿Por qué se van a quedar aquí?”.

Indica Villarig que también se suma a que “las condiciones socioeconómicas de algunas de esas plazas en las zonas rurales no son las mejores, comparadas con las de las ciudades”. “Hay que viajar mucho a consultorios de pueblo con dos o tres pacientes, se tienen que gestionar muchas cartillas sanitarias y el mundo rural no tiene las comodidades y el prestigio profesional que se puede conseguir en una ciudad; y eso se nota también a la hora de no querer asumir esas plazas. Quizás hay que plantearse dotarlas de beneficios específicos para hacerlas más atractivas”, destacó.

“Lo que sí es evidente, vistos estos datos y cómo se va desgastando la plantilla de Atención Primaria, con cada vez más jubilaciones que no se reponen, es que la Sanidad de Castilla y León necesita una reorganización seria, y lo vamos a proponer en septiembre a la Administración autonómica. Es urgente porque nos jugamos el futuro del sistema sanitario y eso es muy gordo, porque perjudica a la salud de todos”, terminó advirtiendo José Luis Díaz Villarig.

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