La Diputación aprueba que el Gobierno 'pase' del Parlamento para no dañar al carbón de León

Pleno de la Diputación de León.

C.J. Domínguez

Pocas veces se ha visto algo así: hoy la Diputación de León ha aprobado una moción, con apoyo provincial de PP, PSOE, Unión del Pueblo Leonés (UPL) y Coalición por el Bierzo (CB), en la que abiertamente pide al Gobierno de Mariano Rajoy que no haga el más mínimo caso a una iniciativa que afecta de lleno al carbón leonés y que ya se había aprobado en el Congreso de los Diputados, respecto a la posición de España en la negociación de las directivas europeas de emisiones que condicionaría la continuidad de las centrales térmicas, tres de ellas en la provincia leonesa.

En aquella moción del Parlamento nacional, presentada por Podemos el 24 de octubre de 2017 y que obtuvo un respaldo muy mayoritario de 201 diputados, incluidos los votos del PSOE nacional, Ciudadanos, Unidos Podemos, Esquerra Republicana, PDeCAT, Compromis, UPN, Bildu y Nueva Canarias, se pedía en el polémico artículo 8 que se aceptara el umbral de 550 gramos de emisión de CO2 por kilowatio hora generado, algo que ahora una mayoría de partidos en León -incluido el propio PSOE- considera que “pone en peligro la continuidad de las centrales térmicas existentes en Castilla y León y asesta un golpe definitivo a la permanencia del carbón autóctono en el mix energético nacional”.

En ese sentido, los grupos firmantes ahora en la Diputación leonesa apuestan por una moratoria de diez años, en lugar de los cinco inicialmente establecidos, para acceder a los mecanismos de ayuda establecidos.

En la misma línea, la moción solicita que las negociaciones tengan en cuenta, junto con la garantía y la seguridad de suministro, “la utilización de un porcentaje de carbón autóctono” en las instalaciones de producción de energía ante “las importantes consecuencias socio económicas, que se derivan del cierre de las instalaciones, a las que se tendrán que enfrentar, los municipios de las cuencas mineras de la provincia afectados directa e indirectamente”.

El socialista José Pellitero justificó que en León cambie el voto del PSOE nacional porque “desde Diputación defendemos los intereses de nuestra provincia” y “no podemos dejar a la gente tirada”, mientras el presidente, el popular Juan Martínez Majo, resaltó que era muy relevante enmendar la plana al Parlamento porque “el ministro -por el de Energía, Álvaro Nadal- lo está esperando” para defender su postura favorable a una transición del sector más suave, por lo que dio órdenes de que, esta moción sí, llegara a Madrid cuanto antes.

Un “posado para la prensa”

En Común (Izquierda Unida) se mantuvo en su 'no' ante la moción leonesa, que tildó de “postureo”, de “demagogia” y “posado para la prensa”, porque, recordó, “la manipulación de los dirigentes de PP y PSOE nos ha llevado a esta situación, y aparecen como salvadores para amortizar políticamente este drama” del cierre de las minas. Y también se negó a suscribirla el diputado de Ciudadanos, Juan Carlos Fernández, porque “Ciudadanos vota lo mismo en cualquier sitio, somos consecuentes con nuestras posturas”; lo que les valió el rapapolvo del bercianista Pedro Muñoz, que censuró su “hipocresía” frente a la “valentía” del PSOE por cambiar el sentido del voto nacional. Eso sí, admitiendo que con esta 'contramoción' leonesa “defendemos que se incumpla la Ley” al querer enmendar un acuerdo parlamentario mayoritario y firme.

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