Torenillo pierde la chimenea inclinada en la casina de su plaza
La chimenea inclinada de Torenillo (Toreno) ya es historia. Las lluvias de hace unos días acabaron por derribar este curioso elemento, que ya amenazaba ruina desde hace tiempo por el desprendimiento de las losas del tejado de la pequeña construcción sobre la que se asentaba en la plaza de este barrio de Toreno.
La curiosa estampa de una chimenea que rivalizaba en tamaño con su casa era recurrente objetivo de fotógrafos y curiosos de paso. La construcción, abandonada desde hace tiempo, estuvo en su día habitada. Durante años fue la fragua del herrero vasco y patriarca de toda una saga, Valeriano Gaztelumendi Lecuona. Su último uso, fechado hace alrededor de 20 años, fue para 'curar' la matanza.
Su curiosa inclinación era natural, cuentan en Toreno, que perdió hace días de madrugada este identificativo elemento patrimonial antes incluso del temporal de nieve del pasado fin de semana.
