Cacabelos creará un fondo de emergencia social para damnificados por la crisis del coronavirus

Albergue del Camino de Santiago en Cacabelos.

ICAL

El Ayuntamiento de Cacabelos creará un fondo de emergencia social para hacer frente a las consecuencias económicas que deja tras de sí la crisis causada por la Covid-19. Una comisión de coordinación, con presencia de personal del Centro de Acción Social (Ceas) y representantes de las asociaciones, se encargará de gestionar este fondo, que se financiará con el remanente de tesorería del ejercicio 2019, así como con dinero procedente del capítulo de gastos de contingencia y de las partidas presupuestarias de gastos.

En ese sentido, el Consistorio mantendrá la partida existente de emergencia social reflejada en los presupuestos de 2019 y prorrogada en 2020. Además, los responsables municipales prevén entregar a Cáritas y a la asociación Flavium alimentos por un valor global de 6.000 euros para que puedan seguir desempeñando sus habituales labores de ayuda y para poder atender a nuevas familias que puedan necesitarlo.

Además, el fondo de emergencia social también se dedicará a la contratación de personal cualificado, por un periodo de un año, para poner en marcha una “potente campaña de promoción” de apoyo al turismo rural y al comercio local, bajo la dirección del técnico informático del Ayuntamiento. Una de las principales apuestas en ese sentido es la digitalización del sector servicios del municipio, a través de la creación de una página web que funcione como un “Amazon de Cacabelos”, explicaron los representantes municipales.

Siguiendo los pasos dados en el cercano municipio de Fabero, los ciudadanos podrán, con este servicio, comprar sus productos a través de internet a las empresas locales de manera directa y desde sus casas. Además, el Consistorio creará un mapa de recursos públicos y privados del municipio, en el que todos los establecimientos informen de sus horarios, productos y servicios.

Exención de tasas

Por otro lado, el último pleno celebrado en la villa del Cúa aprobó otra serie de medidas para paliar los efectos económicos de la pandemia en el tejido empresarial del municipio. Así, el Consistorio bonificará un 50 por ciento las licencias de nueva apertura hasta el 31 de diciembre. Por su parte, los locales de hostelería estarán exentos de pagar la tasa por terrazas para todo el año 2020 y aquellos que ya la hayan pagado recibirán una devolución.

De la misma manera, estarán exentos de tasas los que gestionen los bares de los centros cívicos, los propietarios de puestos de la plaza de abastos que hayan estado cerrados durante el estado de alarma hasta un mes después de su finalización y los ocupantes de paradas en mercados y ferias.

De cara al ciudadano, se condonará o devolverá el pago de las tasas de las escuelas deportivas y culturales, incluyendo la escuela de música, desde el 1 de marzo hasta el 30 de junio, y se ofrecerán entradas gratuitas hasta final de año en el Museo Arqueológico (Marca). Además, se agilizará la emisión de certificados de empadronamiento tanto para solicitantes de moratoria hipotecaria como para quienes tramiten ayudas al alquiler y se expedirán de manera gratuita. “Se hizo durante el estado de alarma y volveremos a hacerlo desde el 1 de agosto hasta el 31 de diciembre”, subrayaron los responsables municipales.

Albergue cerrado y fiestas suspendidas

La situación causada por la pandemia provoca que el actual no sea un verano como todos los demás. En vista de los rebrotes aparecidos en las últimas fechas en varios municipios del entorno, los representantes del Ayuntamiento decidieron suspender de manera definitiva las celebraciones de la Pascua y de las ferias de Mayo, del Vino y de San Miguel, que debían llevarse a cabo en los próximos meses tras posponerse en su momento.

Al respecto, los responsables del Consistorio anunciaron que la previsión es celebrar un acto o gala una vez la situación esté totalmente superada. El objetivo de este evento es agradecer el esfuerzo de “todas las personas que han participado de una manera u otra aportando su granito de arena durante todo este tiempo”, señalaron.

Otro de los signos de la llamada nueva normalidad puede sentirse en el albergue municipal, que permanecerá cerrado en lo que resta de año, con el fin de que los peregrinos puedan alojarse en los establecimientos del pueblo y de esa manera ayudar a los empresarios que se dedican a dar estos servicios. Otra de las razones de peso, señalaron fuentes del Ayuntamiento, son las duras medidas impuestas para la apertura de los albergues tras la pandemia.

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