PCE e IU exigen la dimisión de la consejera de Sanidad y urgen medios para Oncología del Hospital El Bierzo

César Sánchez/ICAL. Hospital del Bierzo en época de coronavirus Covid-19

“La política sanitaria de la Junta es un cáncer”. Con esta rotundidad se han pronunciado las líderes de Izquierda Unida y el Partido Comunista del Bierzo, Agure Bilbao e Isabel Maroto, respectivamente, para exigir la dimisión de la consejera de Sanidad del Gobierno autonómico, Verónica Casado, a la vez que apremian “la vuelta del personal de Oncología y demás especialidades” e instan a la sociedad berciana a realizar una “iniciativa conjunta” de protesta.

IU y PCE se pronuncian de esta forma tras noticias como la de que hasta medio millar de pacientes de Oncología son atendidos en el Hospital El Bierzo por personal 'prestado' del Hospital de León tres tardes por semana. Paralelamente, se ha iniciado una recogida de firmas ante el Procurador del Común adhiriéndose a la queja formulada por una particular, Lucía Bodelón Juanes, al respecto de las “deficiencias de medios técnicos y humanos” del servicio de Oncología.

Así las cosas, reclaman que Verónica Casado “asuma la responsabilidad sobre el grave deterioro de la sanidad pública” en el Área del Bierzo haciendo hincapié sobre la situación de Oncología. “Como bien apunta el personal sanitario”, señala Maroto, “no es una cuestión de que no haya personal sino de una mala distribución del mismo, que se concentra en otros hospitales”.

A juicio de IU y PCE, la Consejería de Sanidad trata la situación de Oncología como un “asunto de menor importancia” cuando “la incidencia y la letalidad son muy altas” máxime teniendo en cuenta que “el diagnóstico precoz es fundamental en la detección del cáncer”. IU y PCE afean también la “dejadez y sumisión” de los representantes del PP de la Comarca en las Cortes de Castilla y León ante lo que consideran como “un ataque continuado a la Sanidad pública, que abarca todas las especialidades y territorios”.

Para las formaciones de izquierdas, las políticas se orientan a una privatización encubierta, “mediante la degradación de la sanidad pública, desde las infraestructuras a las condiciones del personal, y derivando pacientes a la privada”. Agure Bilbao señala: “Llegaremos a un punto en el que sólo quienes tengan dinero puedan acceder a la sanidad”.

En este sentido, censuran que la política del PP comarcal: “Su actividad se limita a la crítica despiadada hacia otras instituciones, pero avalan con su silencio la destrucción de la sanidad pública y por tanto el padecimiento de enfermedades curables”.

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