¿Son seguras las obras de las -polémicas- rotondas de la Ronda Este en León?
La Ronda Este es la principal arteria de tráfico a modo de variante exterior a la capital leonesa. Ejecutada hace décadas, y sin continuidad por el Norte, tan sólo hasta ahora había mejorado con la ejecución de un paso subterráneo en el problemático cruce con Villaobispo de las Requeras y hace menos tiempo con la construcción de la gran rotonda en el cruce de Carrefour.
Pero en su recorrido, la denominada LE-20 mantenía dos puntos negros aún: el cruce de La Granja y el del Hospital de León, seguramente el más utilizado para acceder a las instalaciones sanitarias provinciales. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero había previsto sendos pasos subterráneos como solución idéntica a la de Villaobispo, pero los recortes hicieron que el de su sucesor, Mariano Rajoy, redimensionara ambos proyectos para solucionar los cruces con idénticas glorietas en superficie a la de Carrefour.
Sendos proyectos se dilataron enormemente en el tiempo y, de hecho, desde su adjudicación por 1,4 millones de euros respecto a un precio inicial de salida de 2,1 millones, pasaron casi ocho meses hasta el inicio de las esperadas obras, que arrancaron el pasado mes de abril. En ese momento, sorprendió el dilatado plazo de ejecución, cifrado en casi dos años, en concreto 22 meses.
Sin embargo, pronto se comenzaron a ver los primeros avances en los trabajos en ambos puntos, que consistieron primero en ubicar toda la señalización horizontal y vertical de las obras y posteriormente los primeros movimientos de tierra. Y es que tanto en el cruce de La Granja como en el de Hospitales se obligaría a desviar el tráfico rodado -muy intenso en determinados momentos del día- por nuevos viales provisionales para poder trabajar dara dar forma a las glorietas. Fuertes retenciones fueron la dinámica de las primeras semanas.
A día de hoy, la traza de las rotondas ya es visible. Y operativos los desvíos de los cuatro carriles a traves de sendas calzadas provisionales de hormigón, en vez de asfalto. Pero la muerte esta madrugada de un motorista en uno de los puntos, el cruce de Hospitales, ha reabierto el debate sobre la seguridad de las obras, los desvíos y las señalizaciones.
Sobre el terreno, se aprecia que siguen operativos los semáforos que permiten, por un lado, cruzar a los peatones y por otro permitir los accesos al propio Hospital de León. La velocidad está reducida a 40 kilómetros por hora -la velocidad habitual máxima permitida en la Ronda Este es de 70 kilómetros/hora, 50 en los cruces- y la señalización de los desvíos se aprecia a unos 50 metros de antelación a los mismos, algo esto último que quizá sea lo más criticado por los conductores habituales.
