Los semáforos de la discordia en las glorietas de la Ronda Este de León

Una peatón cruza aceleradamente mientras los vehículos permanecen parados en medio de la nueva rotonda de La Granja en la LE-20.

C.J. Domínguez

Las obras de las dos glorietas en los cruces aún sin resolver de la Ronda Este LE-20 de la capital leonesa, las de Hospitales y La Granja, siguen dando que hablar. Y ya no porque los viejos proyectos de soterramiento, al estilo del cruce de Villaobispo, se quedaran sepultados bajo los recortes que impuso hace años el Gobierno del PP.

A pesar de que el trazado de ambas rotondas exteriores ya está ejecutado y por lo tanto los coches ya pueden circular, en tiempo récord, dentro de las nuevas rotondas, cada día en hora punta siguen produciéndose embotellamientos más o menos grandes que exasperan a los conductores.

En su mayoría, no entienden la reciente instalación de nuevos semáforos en los accesos y las salidas de las glorietas y argumentan que una Ronda exterior de una ciudad, que debe servir para dar la fluidez que las calles de la misma no otorgan, no puede estar flanqueadas por semáforos.

De hecho, es cierto que en la última glorieta ejecutada del mismo estilo, en el llamado cruce de Carrefour, la enorme afluencia de tráfico no se 'topa' con ningún semáforo en ninguna de las cuatro direcciones de entrada y salida en las que se divide.

Idas y venidas de los coches por la Ronda Este a la altura del cruce de La Granja.

A día de hoy, mientras los operarios de la empresa adjudicataria –Construccions Glesa- siguen trabajando, ya se han instalado nuevos semáforos en las rotondas de La Granja y Hospitales. Conviven de momento con los antiguos, los que regulaban sendos cruces, porque estos últimos aún siguen operativos y los recién instalados no.

Sobre el terreno se aprecia que esos nuevos semáforos -más alejados de la glorieta- permanecerán cuando los antiguos se retiren, y serán los que permitan a los peatones poder cruzar la LE-20. De otro modo, los viandantes no tendrían forma de atravesar la calzada, ya que el proyecto no contempla ningún otro sistema, como pueda ser una pasarela.

Y es ahí donde surge el conflicto. Porque se supone que las glorietas se ejecutaban para poner fin a los dos últimos cruces regulados por semáforos de la Ronda Este.

El proyecto ha sido polémico desde el primer momento. Desterrada la idea del paso subterráneo, han sido años de retraso en adoptar una solución, acumulados por el Ministerio de Fomento de Ana Pastor. Y para cuando se reactivó la solución, ya fue criticado el hecho de que se eligieran rotondas para ello.

El proyecto también se demoró, tanto como el proceso de adjudicación, y finalmente cuando se produjo llamaron poderosamente la atención dos cosas: un plazo de ejecución enorme, de más de dos años -que en realidad se están acortando a marchas forzadas-; y sobre todo, una enorme baja en el precio final, ya que de los 2,1 millones de euros de licitación inicial se adjudicaron los trabajos de ambas rotondas en 1,4 millones.

Los fríos datos técnicos... que no hablaban de semáforos

La glorieta de los Hospitales estará dotada con una isleta de 41 metros de radio interior, calzada anular de nueve metros para albergar dos carriles de circulación, arcenes y aceras de anchura variable hasta los cuatro metros. A ella tendrán entrada la ronda Este de León, las calles Altos del Duero, Virgen Blanca y San Antonio, el vial de acceso al Complejo Asistencial de León y un camino privado.

En cuanto a la glorieta del parque de La Granja, estará dotada con una isleta central de 34 metros de radio interior, calzada de nueve metros para dos carriles y aceras también de anchura variable hasta los cuatro metros. A ella accederán la ronda Este de León, las calles Paradaseca y parque de La Granja y el camino del Vago, además de que se mantendrán intacto el carril bici existente que rodea el parque.

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