El coronavirus rompe la clausura de las monjas Clarisas en León: cuatro aisladas y dos hospitalizadas

La infección del coronavirus se está ensañando con las monjas Clarisas Descalzas de la capital leonesa, una infección que está pasando factura desde que apareciera hace ya casi tres semanas el primer caso dentro de su convento de clausura situado en el Casco Histórico de León, en la calle Cardenal Landázuri, muy cerca de la Catedral.

En la actualidad, según han informado a este medio fuentes oficiales de la Diócesis leonesa, son ya varias las monjas afectadas por los síntomas del Covid-19. Cuatro de ellas permanecen no sólo en el confinamiento obligatorio dentro del convento, al ser de clausura, sino sin salir de sus propias 'celdas', que es como se denominan sus habitaciones.

Esto es pposible porque las habitaciones están dotadas de baño, gracias a lo cual pueden sobrellevar la situación. Eso sí, van recibiendo la ayuda constante de sus compañeras en lo que a la alimentación o a la vigilancia respecto a su salud se refiere. El primer caso detectado tuvo lugar hace 12 días, confirman las mismas fuentes.

Sin embargo, otras dos religiosas de la congregación de las Franciscanas Clarisas Descalzas no han tenido tanta suerte y han tenido que ser ingresadas en el Hospital de León, según las mismas fuentes, con síntomas evidentes de padecer la enfermedad.

De momento, al menos de manera oficial, no consta el fallecimiento de ninguna de las monjas de esta congregación. Por contra, se informa de que el resto, es decir, otras hermanas, “han mantenido la vida de comunidad aunque en situación de alerta por esta situación” y sin síntomas de la enfermedad.

Sin embargo, la infección ha sido preocupante, sobre todo dada la edad bastante avanzada que desde hace muchos años suman las monjas Clarisas de León y teniendo en cuenta el hecho de que se trata de una enfermedad que causa mayores complicaciones y más riesgo de gravedad conforme el enfermo es más mayor. En la actualidad, este convento cuenta con una docena de hermanas.

Vías de contagio

Por el momento no se conoce con certeza la vía por la que una congregación de religiosas de clausura pudo verse afectada por el coronavirus, que sólo se contagia por contacto directo y personal.

Sin embargo, no son pocas las posibilidades a pesar de que se trate de monjas de clausura, dado que por un lado reciben visitas de manera asidua y, más allá de que haya contacto personal, también le pueden ser entregados algunos determinados objetos. Pero además, en el interior del cenobio entran mercancías de manera regular, necesarias para la vida diaria de las religiosas.

Por otro lado, tampoco es infrecuente la visita médica de alguna de las monjas que, cuando se trata de algo más serio, siempre se produce a consultas exteriores. Y por último, alguna de las 'hermanas' tiene dispensa habitual para realizar algunas gestiones ineludibles fuera del convento, por ejemplo de tipo económico. Pudo haber sido en cualquiera de estas posibilidades cuando alguna monja fuera infectada, contagiando posteriormente a varias más.