El Ayuntamiento de León aprueba ser parte de la 'administración B' de la Junta para agilizar fondos europeos

El alcalde, José Antonio Diez, tuvo que presidir el Pleno de hoy desde su cuarentena por covid.

C.J. Domínguez

León capital formará parte de la administración 'en B' de la Junta de Castilla y León. Suena raro pero es como se puede resumir el acuerdo adoptado este viernes en Pleno en el Ayuntamiento de León, en el que se dio el visto bueno sin votos en contra a la propuesta del equipo de gobierno del PSOE de que el Consistorio pueda adquirir desde una a las acciones que quiera de la empresa pública llamada Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, más conocida como Somacyl.

Lo de la 'Junta en B' es porque así lo han denominado no pocos partidos políticos, incluidos varios de los que hoy han aprobado esta decisión, como por ejemplo el propio alcalde de León, José Antonio Diez, cuando el PP en el mandato anterior quería encomendar a Somacyl el contrato para privatizar todo el alumbrado público de la ciudad, que finalmente se privatizó directamente por 21 millones en diez años, o incluso Ciudadanos, a pesar de cogobernar en la Junta de Castilla y León y arremeter contra una entidad que sigue tildando de “chiringuito”.

Somacyl es una sociedad mercantil que depende directamente de la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León, la que dirige ahora en funciones el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, y se encarga, en vez de hacerlo la propia administración pública autonómica, de todo tipo de proyectos y obras en el ámbito de la ingeniería, transportes, construcciones de todo tipo -está ejecutando la reforma de la estación de autobuses de León-, gestión o medio ambiente, entre otras muchas.

Ahora, el equipo de Gobierno defiende aprobar que León pueda entrar en el accionariado, al menos adquiriendo una acción, para poder así realizar encomiendas de gestión directas a la entidad autonómica. Le vendría bien, según pretende, para adoptar decisiones en el ámbito del transporte público de la ciudad, el cual también está privatizado aunque finaliza pronto la concesión a la empresa Alsa, y está pendiente además de poder coordinarse con el transporte metropolitano de todo el alfoz.

El caso es que todos los partidos, PSOE, PP, Ciudadanos y el concejal tránsfuga de Podemos, votaron hoy a favor de la medida sumando 24 manos alzadas, frente a las sólo tres de los ediles de Unión del Pueblo Leonés (UPL), que se abstuvieron, tampoco votaron en contra.

El alcalde Diez justificó la decisión, que supone un cambio de criterio respecto a sus críticas de hace casi cuatro años, en que ahora no es para privatizar un servicio como el alumbrado sino que “no se pretende que (la colaboración con Somacyl) sea permanente”, sino que esté preparada esta opción para, solo si se necesita, agilizar a través suyo proyectos de subvención europea que traería a León los fondos Next Gereration de recuperación, con plazos de ejecución y justificación muy breves. Somacyl en estos caso s tendría “una agilidad que la administración, como ustedes saben, no tiene”.

Aunque el PP fue y es partidario de la solución con la 'Junta B', no perdió la ocasión para recriminar a Diez ese cambio de criterio, por boca de Fernando Salguero, quien lo tildó de “chocante”, porque entonces defendió que Somacyl, como empresa mercantil, “sólo vendría a hacer en León un negocio que revertiría sólo en Castilla y León” y sin embargo “ahora lo trae con urgencia, nocturnidad y alevosía”.

Por Ciudadanos, Luis Merino, a pesar de que su partido cogobernó en la Junta y permitió la supervivencia de esta entidad, resultó ser el más duro contra un acuerdo que sin embargo aprobaron también. Y es que censuró que Somacyl trabaja “sin ningún control pero con dinero público”, e incluso con “dedazo”, en los trabajos y también en la plantilla, que no está formada por funcionarios ni acceden por oposición sino por selección “sin mérito ni capacidad”.

Un argumento con el que coincidió por UPL el portavoz, Eduardo López Sendino, que cifró en 102 esos “enchufes” de un “chiringuito” en el que se contrata “a dedo”.

Donde Merino habló de “tufillo de las encomiendas e gestión” como las que ahora quiere hacer el Ayuntamiento de León, al tiempo que aseguraba que su formación de “liberales siempre estamos en contra de que actuaciones que se puedan llevar a cabo por personal propio, por servicios públicos, en vez desde chiringuitos financieros sin control”, Sendino lamentó que Somacyl es “un instrumento que incorpora normas de derecho privado en la gestión pública” de los recursos, afeando de paso a Ciudadanos que “pudieron aprovechar para eliminarlo, como dijeron con la Fundación Villalar”, pero ambas entidades siguen vigentes. Sin embargo, justificó la abstención leonesista finalmente en que “no queremos perjudicar al Ayuntamiento”, algo que no habría ocurrido aunque hubieran votado 'no'.

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