Hacer de la naturaleza de Laciana un negocio ecológico y dorado

Los empresarios muestran sus colmenas a los 'padrinos' de las mismas en un paraje cien por cien natural de Laciana.

Luis Álvarez / Villablino

Nila Quindós y Ramiro Martínez, un matrimonio de ciudad que reside desde hace diez años en la localidad leonesa de Sosas de Laciana, creen en lo que hacen, tienen una enorme pasión por éllo y dedican la mayor parte de su tiempo a sacar adelante esta pequeña empresa de apicultura ecológica, que crece sin prisas, asegurando cada paso de su avance.

Es un proyecto de vida en común diferente y casi una filosofía de vida lo que esta pareja ha puesto en marcha hace dos años. Una pequeña empresa familiar de apicultura ecológica, que el pasado año llegó a recolectar unos 1.500 kilogramos de miel, de sus poco más de un centenar de colmenas.

Tienen muy claro lo que quieren y como ir dando los pasos necesarios para conseguirlo: elaborar y comercializar productos de calidad, innovar y diversificar, aplicar la ciencia y profesionalidad a su labor, y no tratar de abarcar demasiado, porque son conscientes de que “el crecimiento tiene que ser siempre asegurando lo anterior”.

Un 70% por mortandad

¿Porqué no aumentar la producción con más colmenas si los productos que ponen en el mercado tienen buena acogida?. Su respuesta es clara: “En ecológico el crecimiento es lento, hay que ir duplicando las colmenas, porque tiene que ser todo el proceso en esa base de ecológico”. Si a eso se suman los problemas generales que afectan a todos los apicultores, como lo son las enfermedades y los depredadores de las abejas, se ralentiza aún más el proceso. De hecho, la mortalidad de abejas general rondó al 70 por ciento de los animales.

Cuando explican el procedimiento de recogida de la miel, coincidiendo con la visita de una familia de cuatro miembros de la capital de la provincia, que apadrinan una de sus colmenas, se entiende un poco mejor su labor, porque se puede descubrir en esta pequeña empresa tres tipos de mieles de sabores e incluso colores diferentes. Hacen tres recolecciones “una en primavera, que la llamamos mil flores, otra en verano y la última en otoño-invierno, de calluna”. Todo dependiendo de la floración en que las abejas liban.

Apadrinando colmenas

El sistema de apadrinamiento de colmenas es una de las novedades que han puesto en marcha con su empresa, que en el fondo consigue un vínculo con el cliente, y a la vez establece un sistema de fidelidad entre ambas partes. Quien apadrinatiene el derecho a percibir en productos de la empresa el equivalente al dinero invertido. No obstante lo explican todo en su página web. Además, los 'padrinos' poder realizar vistas para conocer sobre el terreno el objeto de su padrinazgo y las explicaciones sobre los procesos y procedimientos de la apicultura.

Ramiro y Nila son amantes de la naturaleza y de su vida en medio de ella, “para disfrutar de este maravilloso entrono que tenemos en Sosas y en todo este territorio del noroeste leonés”. Creen con firmeza, y demuestran, “que es posible crear oportunidades de riqueza y de negocio en él, respetándolo y conservándolo, incluso tratando de mejorarlo en lo posible”.

No en vano la pareja se conoció en un curso de espeleología en León hace ya veintitantos años y compartieron posteriormente varios ciclos de formación medioambiental. Terminaron formando una familia numerosa, que sigue luchando por hacer realidad su sueño de “poder vivir solo de esto, de la apicultura, y quizá también de algún otro nuevo proyecto”. Porque de momento esto es un complemento para la subsistencia familiar y ambos tienen trabajos alternativos, Nila como profesora interina y Ramiro como trabajador fijo discontinuo (así se llama llaman) en la estación de esquí de Leitariegos.

Muchos productos

La innovación la aportan en los rendimientos que tratan de obtener de sus productos de apicultura con las variedades de miel, tintura de propóleos, pomadas o jabones. Usan para ello la cera, la miel y los propóleos (un producto especifico que elaboran las abejas para sellar las colmenas o los objetos y animales, que puedan introducirse en las mismas) y que son los tres productos de su recolección.

Se decidieron desde el principio por la calidad, tanto del producto -por eso se fueron hacia el reconocimiento y sello de ecológico-, como en los envases y diseños de los mismos, para ofrecer al público un buen producto con una presentación atrayente.

La imagen corporativa de la empresa es una creación de la artista y diseñadora Silvia Gándara, también afincada en Laciana. La condición de producto ecológico es muy exigente y de cada una de las tres recolecciones anuales se realizan analíticas completas por parte de los responsables de la certificadora y de la Universidad de León, para garantizar la adecuación del producto a su calificación.

Unos más en el polígono de Villager

Para todo el proceso posterior a la recolección, de extracción de la miel de los panales, limpieza y filtrado, envasado y almacenamiento, han alquilado al Ayuntamiento de Villablino un espacio en el edificio del vivero de empresas del polígono industrial de Villager, que cuenta con todas las exigencias legales sanitarias. Aunque no fue así desde el principio, pues fueron ellos quienes tuvieron que asumir el hecho de dotar al habitáculo de corriente eléctrica y agua.

Va de premios

Dan testimonio de su buen hacer y la calidad de sus productos los premios y reconocimientos obtenidos. En 2016 la Universidad de León y la empresa Urzapa les otorgaron el calificativo de “Mejor miel de León”, en el mismo año en la guía de mieles de España y Portugal les calificaron las mieles como “Excelentes” y la Asociación Española de Apicultores se la calificó en el segundo puesto de mieles oscuras de España. Además Nila, recibió el pasado año por parte del Instituto de la Mujer el galardón de primera finalista en concurso “Desafío Mujer Rural”.

En la actualidad su centenar largo de colmenas se reparten en dos colmenares de alta montaña, ambos en torno a los 1.400 de altitud, en lugares casi vírgenes donde los únicos cultivos colindantes son de pradería para pastos, en la que no se utiliza ningún tipo de fertilizante o pesticida químico, uno en la braña de Sosas y el otro en las inmediaciones del puerto de Leitariegos, en el paraje denominado 'Los Cabaninos'.

¿Y el oso pardo?

Asegura Nila que “tenemos un pacto de lealtad y convivencia con el oso pardo, el no nos ataca las colmenas y nuestras abejas les polinizan las plantas que les van a ofrecer frutos para su alimentación (arandaneras, cerezos, manzanos oguindos)”.

No obstante los colmenares cuentan con las protecciones que recomienda la Fundación Oso Pardo (FOP), de pastores eléctricos, para reducir el riesgo de entradas de las fieras en ellos. Además tiene un convenio de colaboración con la FOP, por lo que un porcentaje del precio de sus productos se destina a esta aportación de la empresa a la entidad proteccionista. De esa manera se cierra un círculo esencial en Laciana.

Etiquetas
stats