La fuerte nevada de octubre en León dejó espesores históricos en la montaña

La fresadora, literalmente envuelta en nieve este pasado martes. / Foto cedida José Mayo

Que este pasado fin de semana el frente frío ha impactado en la provincia leonesa, en concreto en la montaña, de una manera virulenta no deja lugar para la duda, vistos los serios problemas de tráfico y accesibilidad que las nevadas ocurridas en poco más de 24 horas han dejado en numerosas carreteras, localidades y puertos de montaña.

Pero una vez finalizada la alerta oficial y el riesgo de nuevas precipitaciones, hay datos que ahora evidencian que las nevadas ocurridas desde la noche del sábado a la jornada del domingo en la provincia leonesa son históricas y de récord.

Algunas de esas evidencias lo son de forma muy gráfica y acompañan a esta información, cuando se comprueba el enorme esfuerzo que han tenido que realizar los operarios de los dispositivos invernales para conseguir reabrir carreteras que quedaron literalmente sepultadas por espesores que en algunos puntos superaron, con creces, el metro de grosor de nieve.

Esos operarios al mando de fresadoras, las máquinas de más potencia y versatilidad, muy superior a una quitanieves al uso, tardaron ayer martes varias horas en abrirse paso en los accesos entre León y Asturias en los puertos de Leitariegos, Ventana y también Somiedo.

Ellos son los que comentan que en al menos 23 años de experiencia de algunos de ellos en la 'lucha' contra la nieve no se había visto una nevada así de intensa en un mes de octubre, aun en pleno otoño, cuando en realidad faltan prácticamente dos meses para que llegue la estación invernal de manera oficial.

En algunos puntos concretos, la pendiente de la zona y el efecto de la ventisca que acompañó a las precipitaciones hizo que en algunos lugares muy concretos se estime que pudieran alcanzarse cerca de los tres metros de espesor. Y no parece muy increíble el cálculo a la vista de las imágenes de estas duras labores y vistos los muros de nieve a los que los trabajadores se tuvieron que enfrentar, muros que en los últimos años se han producido en algunos inviernos pero que pocos recuerdan haber visto en un mes de octubre.

Mientras, en otros puntos muy simbólicos como Collado Jermoso, desde su impresionante refugio, han estado mostrando a través de sus redes sociales estos días los más de metro y medio acumulados en aquella altitud que supera los 2.000 metros, embelleciendo aún mas esta zona de Picos de Europa pero también complicando su ya de por sí duro día a día.

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